El PNV coloca una ikurriña y toma posesión de su palacio de París, «símbolo contra el fascismo»

El PNV coloca una ikurriña y toma posesión de su palacio de París, «símbolo contra el fascismo»

«Esta restitución no es pasado, es futuro para las nuevas generaciones de vascas y vascos», ha señalado Aitor Esteban

Testaferros y 65.000 dólares llegados de México: así compró en 1936 el PNV el palacio de París que ahora ha recuperado

El PNV ha tomado posesión este sábado de su palacio en el 11 de la Avenue Marceau de París. Y lo ha hecho desplegando una ikurriña. “Es un símbolo de resistencia de un pueblo, de la lucha contra el fascismo y el nazismo, de desarraigo y exilio, y de construcción europea: este edificio ha representado todos los principios en los que cree este partido y por los que vale la pena estar en política”, ha señalado en el acto Aitor Esteban, presidente del Euzkadi Buru Batzar. “Nunca nos fuimos emocionalmente de París, pero ahora volvemos físicamente y espero que en un futuro organizativamente también”, ha añadido.

En el acto han estado presentes diversos cargos del partido (incluidos, entre muchos otros, el lehendakari, Imanol Pradales; la vicelehendakari, Ibone Bengoetxea, y el presidente del Parlamento de navarra, Unai Hualde), así como familiares de los lehendakaris José Antonio Aguirre y Jesús María Leizaola. El lehendakari, de la mano de Esteban, ha descubierto una placa bilingüe, en euskera y francés, que reza “Símbolo de exilio, libertad y democracia. Aquí recibió cobijo el Lehendakari Aguirre. Robado por los nazis a EAJ-PNV y recuperado en 2025”.


Imanol Pradales y Aitor Esteban, con la placa bilingüe que recuerda al lehendakari Aguirre

Andoni Ortuzar, en su intervención, ha tildado la recuperación del edificio de “acto de justicia”. “Un acto de memoria y reparación. Es un caso de esos que reconforta a cualquier demócrata. ranco y sus gobiernos dictatoriales quisieron convertir este edificio en un símbolo de su victoria y de nuestra derrota, la de los euskaldunes demócratas. Pelearon con todas las malas artes posibles para usurparlo y mantenerlo. Este acto sirve también para limpiar la presencia violenta entre estas paredes de nazis, de agentes de la Gestapo y de la policía franquista que tantas vidas vascas y demócratas costaron. En memoria y homenaje a todas ellas estamos hoy aquí”, ha asegurado.

El edificio lo compró el PNV mediante testaferros en 1936, se empleó como sede del Gobierno de Euzkadi en el exilio tras la Guerra Civil, fue ocupado por los nazis y cedido al franquismo, recuperado unos años y de nuevo perdido con una sentencia judicial. Así, fue durante años la sede del Instituto Cervantes y de su biblioteca. A finales de 2024, el Gobierno de Pedro Sánchez acordó devolvérselo al PNV y, para verano, el Instituto Cervantes ya había arriado la bandera de España.


La ikurriña colocada en el palacio, vista desde el exterior

En el acto, Esteban ha cargado contra el PP y Vox. El PP llegó a asegurar que el acuerdo para la devolución del palacio al PNV era un “pelotazo” inmobiliario. Años antes, sin embargo, habían negociado con el PNV la titularidad del edificio, cuando eran presidentes José María Aznar primero y Mariano Rajoy y necesitaban apoyos parlamentarios. Esteban les ha acusado a ambos partidos de haber “montado” un “escándalo”. “No lo vamos a olvidar. Han sido dignos sucesores del régimen franquista”, se ha quejado.


Los asistentes al acto de este sábado

El edificio se pagó en francos franceses, en concreto 1.460.000 abonados al contado. La devaluación del franco era tal que aún sobraba con los 64.982,30 dólares disponibles, ya que por el camino los bancos se quedaron con algunas comisiones. Y “a finales de 1938 se inició el levantamiento de un entramado societario de nuevo cuño que se usaría como nuevo propietario oficial del edificio, siendo así transferida la propiedad del edificio a la sociedad mercantil Finances et Entreprises S.A en 1939”. “Las siete personas que se reparten las 600 acciones por un valor total de 3 millones de francos franceses son, todas ellas, de nacionalidad británica o francesa, residentes en el Reino Unido (5) y Francia (2), con el nexo común de estar, casi todos ellos, vinculados al negocio del tráfico marítimo”, se explica sobre los que estaban detrás de esa tapadera. “El capital fundacional no fue aportado por sus socios accionistas, sino que llegó en su totalidad de manos del tesorero del PNV, siendo por lo tanto los accionistas meros testaferros”, se apostilla. De hecho, el cambio de titularidad se hizo sin entrega de dinero. Fue una compraventa “enmascarada”.