Cuando el «ascensor social» se detiene por falta de inversión: uno de cada cinco alumnos murcianos tira la toalla antes de tiempo

Cuando el «ascensor social» se detiene por falta de inversión: uno de cada cinco alumnos murcianos tira la toalla antes de tiempo

Los expertos creen que la falta de recursos y la brecha socioeconómica entre la escuela pública y privada contribuyen a la alta tasa de abandono escolar de la Región de Murcia, que alcanza el 20,6%

Hemeroteca – ¿Quién abandona la escuela y por qué? “Quería seguir formándome, pero acabé trabajando en un súper con 16 años”

Corría el año 2010 en un reputado instituto del centro de Murcia. Ruano, como lo conocían todos, tenía 15 años y continuaba en 2° de la ESO, después de repetir curso dos veces. Los pocos días que aparecía en clase, se sentaba siempre en la última fila. Eso sí, nunca los jueves, ya que tenía que echar una mano a su familia en el mercado, donde tenían un puesto. En cuanto cumplió los 16 años, Ruano desapareció del aula.

Han pasado 15 años y la historia se sigue repitiendo, una y otra vez, de forma incansable. La Región de Murcia tiene la tasa más alta de abandono escolar de toda España. Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) recopilados por Funcas estiman que se sitúa en un alarmante 20,6%, muy superior al 12,6% del conjunto nacional. Por situarlo en perspectiva, el mejor resultado, del País Vasco, es del 3,8%.

La estadística mide el porcentaje de jóvenes de entre 18 y 24 años que no ha finalizado Bachillerato, FP Media o FP Básica y que no ha realizado ninguna formación en las últimas cuatro semanas. Quizás lo más preocupante es que, lejos de disminuir, la tasa ha aumentado en la Región de Murcia desde el año 2023, cuando se situó en un 19,2%. En España, por el contrario, sí se ha reducido, ya que en 2023 ascendía al 13,7%.

Miguel formaba parte de esa estadística hasta hace no mucho. Ahora, a sus 26 años, recuerda algunas anécdotas de la Secundaria. Como cuando el profesor de Historia se acercó a entregarle un examen que había suspendido y le dijo, con un par de golpes amistosos, “qué buena espalda tienes para cargar cemento”. “Me lo tomé a broma. Qué iba a hacer, si suspendía todos los exámenes”, cuenta a este diario. No fue la única vez que un docente le reprochó sus malos resultados académicos de forma irrespetuosa, pero sí es la que más se le ha quedado grabada. Al terminar la ESO, probó suerte en Bachillerato, pero no duró. “Vi que no me gustaba”, explica, aunque siempre estuvo tranquilo, porque seguir estudiando no siempre es el camino. Ese mismo año, comenzó a aprender a desenvolverse en el negocio familiar, y no tardó en complementar ese trabajo impartiendo clases de judo.

Aunque la tasa de abandono educativo temprano -un indicador de la Unión Europea- incluye también a los jóvenes que sí terminan la ESO, otros no lo consiguen. “El entorno y la implicación de los padres hace mucho. Sobre todo, cuando tienen situaciones familiares complejas y hay desatención”, opina Manuel González, profesor de Geografía e Historia. Destinado en un centro de Cartagena, tuvo clases donde el absentismo se daba en un 40% de los alumnos. Recuerda un caso de un alumno especialmente conflictivo, que siempre salía amonestado de las pocas clases a las que acudía. Las malas compañías en la calle hicieron el resto, y confiesa que muchos suspiraron aliviados cuando el absentismo derivó en abandono. “Cuando dejó de venir, desapareció un problema muy grande en el instituto. Y, a pesar de ello, tuvimos reuniones y la jefatura de estudios luchó mucho por este alumno. Pero si la familia no ayuda, es imposible”, admite.

La brecha entre la pública y la concertada se ceba con los alumnos extranjeros

Un informe publicado por Save the Children en 2024 concluyó que la Región de Murcia es la comunidad autónoma donde el perfil socioeconómico del alumnado difiere más entre la escuela concertada y la escuela pública. A nivel europeo, España replica el puesto de Murcia a la cabeza de la desigualdad. Además, la Región de Murcia es el territorio donde más ha aumentado el porcentaje de matriculados en la concertada en los últimos años. Por último, cabe destacar que el porcentaje de alumnado extranjero es tres veces mayor en la escuela pública que en la concertada murciana, la segunda cifra más alta del país después de Melilla.

La postura del Gobierno regional siempre ha sido clara al respecto: la escuela concertada “garantiza la libertad de elección de centro por parte de las familias”. De hecho, el presupuesto destinado a la concertada en 2025 alcanzó los 320 millones de euros, casi un 18% del total del gasto en Educación. Expertos del sindicato educativo STERM aseguran a esta redacción que este modelo de elección de los centros “beneficia la guetificación”: “Debido a que los centros concertados en muchas ocasiones piden aportaciones, uniforme o son religiosos, las familias con un nivel socioeconómico menor o migrantes acaban en la pública y se crean centros de primera y de segunda categoría”.

Asimismo, los alumnos que no poseen la nacionalidad española suelen acabar fuera del sistema educativo antes de tiempo. Según datos del Consejo Escolar de la Región de Murcia referentes al curso 2022-23, el porcentaje de alumnos de origen extranjero en la ESO fue de un 14,7%, mientras que en Bachiller cayó a un 6,5%.

Protocolos contra el absentismo y prevención del abandono

Actualmente, el Gobierno murciano lucha contra el abandono escolar a través del III Plan Regional para la prevención e intervención en Absentismo Escolar y reducción del Abandono Educativo Temprano (2024-2028). Fuentes de la Consejería aseguran a esta redacción que el plan incluye 66 medidas que afectan a 81.000 alumnos, entre las que destacan un incremento de las plazas de Formación Profesional -con especial hincapié en los grados básico y medio-, programas de integración de los estudiantes que empiezan Secundaria y los que repiten asignaturas y el plan ‘SupéraTE’, que contempla tutorías con grupos reducidos para reforzar la formación en lengua y matemáticas. La Consejería también está fomentando la implantación de los cursos de primer ciclo de la ESO en colegios que tengan espacio para ello, especialmente en zonas rurales y con alumnos en situación de vulnerabilidad.

Los centros también cuentan con el Programa de Prevención e Intervención en Absentismo Escolar y Reducción del Abandono Educativo Temprano (PRAE), que pone el foco en la detección temprana de las conductas absentistas en el ámbito escolar. El equipo directivo del CEIP Luis Costa de Murcia explica a esta redacción cuál es el protocolo de actuación si se detecta que un alumno está faltando a clase de forma injustificada, que se ha renovado precisamente a principios de este año. Una ausencia mensual en el 10% de las clases ya se considera absentismo leve; entre el 20% y el 50%, absentismo grave; faltar a más del 50% de las clases, sería muy grave. Además, la normativa ampara la duda del docente, es decir, cuando no le convence la justificación de la ausencia o piensa que puede no ser real. El absentismo se cuela ahora en las sesiones de evaluación y, según el equipo directivo del centro, la nueva norma contempla actuaciones más tempranas contra el problema.

La importancia de invertir en educación

Muchos expertos coinciden en que el abandono escolar se combate con más inversión. Y es que el gasto en educación por alumno en Murcia es de los más bajos del país: concretamente, según un estudio de la Fundación Ramón Areces con datos de 2021, el gasto murciano es el segundo más bajo de España, con 5.477 euros por alumno, solo por detrás del de la Comunidad de Madrid, de 5.030 euros. La organización también apunta a que, entre 2013 y 2021, la Región de Murcia es la comunidad que menos ha incrementado este gasto, concretamente en 1.251 euros, un 25,3%. El País Vasco, con la menor tasa de abandono, es la comunidad que más gasta, con 7.857 euros por alumno.

Desde el sindicato STERM coinciden en que, si bien el presupuesto murciano en Educación ha aumentado en los últimos años, “lo ha hecho a remolque del aumento de la población, por lo que no ha sido suficiente para revertir los recortes arrastrados desde la crisis”. A ello añaden que las plantillas de los centros y las ratios se mantienen desde el año 2012 en Primaria y 2016 en Secundaria, y que los alumnos con Necesidades Específicas de Aprendizaje no computan más a la hora de calcular esas ratios, lo que provoca que “no puedan ser atendidos adecuadamente”.

“La mayoría de las partidas para atención a la diversidad, para el refuerzo de las plantillas y para la modernización de los centros y de las metodologías proviene de Europa”, aseveran fuentes del sindicato, agregando que la Consejería no puede modificar el fin para el que se aprueban estas ayudas. Esta falta de financiación estable para la educación pública y otros factores socioeconómicos, como pueden ser las altas tasas de pobreza infantil, un paro más elevado que la media nacional y los bajos salarios de la Región de Murcia justifican, en su opinión, las altas tasas de abandono escolar. “Si no se garantiza el ascensor social, difícilmente un estudiante podrá superar la situación económica y sociocultural de su familia”, concluyen.