Estos son los requisitos de ergonomía que deben cumplir las mochilas del cole para los niños y adolescentes

Estos son los requisitos de ergonomía que deben cumplir las mochilas del cole para los niños y adolescentes

Hombreras anchas, respaldo acolchado o ajuste anterior con bandas son solo algunos de los requisitos; también el peso (nunca más del 10% de su peso corporal) o cómo colocarla son aspectos claves

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Hace apenas unos días millones de alumnos iniciaban el curso escolar en España. Son muchos los niños y adolescentes que durante todo este año tendrán que ir cargados de libros, libretas y otro material escolar que no solo les supone un esfuerzo físico sino que, además, si no lo hacen correctamente, puede tener repercusiones en su sistema músculo-esquelético, sobre todo en la columna vertebral.

La mochila se convierte en una fiel compañera de muchos niños durante todo el curso escolar, en ella llevan todo lo necesario para sus clases. Sabemos que es una carga que deben llevar todo el año y por eso es importante elegir la más adecuada.

Qué características debe cumplir la mochila escolar

Dar con la mochila adecuada va más allá de elegir un color o un personaje favorito. Se trata de buscar comodidad y apostar por la salud. Una mochila demasiado grande o pequeña, o una que no cumpla con los mínimos criterios ergonómicos pueden provocar dolor de hombros y una postura encorvada. ¿Cómo podemos elegir la mochila? ¿Cuánto debería pesar? ¿A qué altura deberían llevarla?

A la hora de pensar en la mochila debemos tener en cuenta aspectos como la forma de transportarla, el peso que se lleva y el tiempo de carga, ya que todos influyen en la aparición o no de dolor de espalda. Con tantas mochilas distintas en el mercado a veces puede costar elegir la mejor. ¿Cuáles son los elementos claves que debemos considerar al elegir una?

No sobrecargar la mochila

El peso es uno de los grandes problemas cuando se trata de la mochila escolar. De acuerdo con una encuesta reciente realizada por la Confederación Española de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA), más del 83% de los escolares cargan cada día una mochila con un peso excesivo, es decir, más del 10% de su peso corporal, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Española de Pediatría. Por edades, la encuesta muestra que el peso es excesivo en el 74% de los escolares de entre seis y ocho años; en el 88,5% de los que tienen entre ocho y doce años y casi en el 80% de los que cursan la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO).

Así, un niño con un peso de unos 30 kilos debería llevar un máximo de tres kilos en su mochila. Si es demasiado pesada, obligará al niño a inclinarse hacia adelante, lo que provocará una tensión muscular excesiva. 

Es importante, por tanto, no llevar objetos innecesarios para no excedernos con el peso. Además, cualquier mochila debe resistir el desgaste diario, y cuanto más pesada sea la carga, más resistente necesitaremos que sea la mochila.

Distribución uniforme del material y el peso

La forma en la que colocamos el material en el interior también cuenta. Así, los objetos más grandes y pesados, como libros y libretas tamaño A4 deben ir detrás de todo, enganchados a la espalda, ya que, cuanto más alejada la carga del cuerpo, mayor esfuerzo tendrán que hacer y, por tanto, mayor riesgo. Después podemos poner objetos más ligeros, como el estuche. De esta manera el peso se distribuye mucho mejor y no se clava en la espalda.

Para ayudarnos a distribuir mejor la carga podemos optar por una mochila con distintos compartimentos, bolsillos superiores y laterales de fácil acceso y bolsillos frontales que facilitan la organización de los objetos. 

Tirantes y correas anchas y acolchadas


Los tirantes ayudan a aliviar la presión de la espalda, mejoran la comodidad de uso y favorecen una postura correcta.

Los tirantes de la mochila tienen que ser anchos y acolchados y deben ponerse siempre los dos en los hombros, lo más pegada al cuerpo. Si tiene tirantes para ajustarlos al pecho y la cintura, nos ayudará a repartir mejor el peso, afirma el Ilustre Colegio Oficial de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana. Aunque no son necesarios, sí ayudan a aliviar la presión de la espalda, mejoran la comodidad de uso y favorecen una postura correcta y recta. 

Aunque parezca evidente, no está de más recordar que la mochila tiene que llevarse colgada de los dos tirantes, para equilibrar el peso: deben evitar, en cambio, las mochilas pesadas de un solo tirante. El ancho de la correa del hombro debería ser, según un estudio publicado en International Journal of Science and Technology, de unos 9,5 centímetros para que aporten un buen ajuste. 

Otra característica importante de una buena mochila es que la espalda sea acolchada y se ajuste a la estructura anatómica del cuerpo. Esta estructura favorece una buena postura y evita balanceos que impactan de manera negativa en la columna, según la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF). Una ventaja adicional es el ribete de malla transpirable, que garantiza una ventilación adecuada de la espalda del niño. 

El tamaño, adecuado para la edad

La mochila no tiene que ser demasiado grande, es decir, no debería sobrepasar nunca el torso del niño. Aunque una mochila grande puede ofrecer más espacio, puede causar incomodidad y, si es demasiado pequeña, es posible que no quepa todo lo necesario. No solo debe ajustarse al peso del niño sino también a la edad y la altura, así como el ancho, que debe ser proporcional al del niño. Para que sea cómoda, no debe ser ni demasiado corta ni muy larga. 

Por encima de la espalda

Si echamos un vistazo a las mochilas de muchos niños y adolescentes veremos que la tendencia es llevarla lo más baja posible. Sin embargo, la posición correcta es a la altura de la zona lumbar, un poco por encima de la cintura.

Mochilas con ruedas, ¿son una buena opción?

Como recuerda el Departamento de Salud catalán, las mochilas con ruedas tienen una ventaja: evitan sobrecargar la espalda, pero tienen que saber utilizarse de forma adecuada porque si la fuerza que realiza el niño para tirar de ella no es uniforme puede sobrecargar más un lado que el otro.

Además, y como puntualiza la SERMEF, estas mochilas con ruedas son útiles si se tiran de ellas hacia adelante en lugar de arrastrarlas, pero resultan incómodas para moverse dentro del centro escolar si hay escaleras, ya que los niños tienen que levantarlas con una sola mano, lo que provoca que la distribución del peso sea peor y, por tanto, aumente el riesgo de que aparezca dolor de espalda.