
El barranco del Poyo, la cortina de humo de la derecha para tapar el alud de avisos que la Generalitat obvió en la dana
Pese a los 16 avisos de la Aemet los días previos de la dana y los 198 correos que remitió la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que motivaron que Emergencias de la Generalitat activara una alerta en el barranco del Poyo a las 12.20 horas, desde el PP se insiste en una supuesta falta de información sobre la rambla que debían controlar los bomberos autonómicos
“¡No habéis mandado ningún mensaje!”: la perplejidad de la Confederación del Júcar ante la “indecisión” de Salomé Pradas
El PP se ha lanzado por tierra, mar y aire contra el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, tras su comparecencia como testigo en el juzgado de Catarroja que investiga la gestión de la dana que dejó 229 fallecidos el 29 octubre del pasado año.
Los populares acusan a Polo y a la CHJ de no haber informado de la evolución del barranco del Poyo en el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), lo que impidió agilizar el envío del mensaje de alerta que finalmente llegó a las 20.11 horas a los móviles de la población. Un SMS que se remitió por el riesgo de rotura de la presa de Forata y no por la situación de colapso en la rambla.
La estrategia del PP y del equipo del presidente del Gobierno valenciano, Carlos Mazón, no es nueva. Ya hicieron lo propio cuando declaró ante la jueza como testigo el jefe de climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), José Ángel Núñez, a quien acusaron de errar en sus predicciones para justificar la tardía respuesta a la emergencia, principalmente en la convocatoria del Cecopi, que se constituyó a las 17.00 horas. “Dijeron que iban a caer 180 litros y cayeron casi 800 litros por metro cuadrado”, han repetido una y otra vez para tratar de confundir a la opinión pública. Y es que, la Aemet no pronostica volúmenes concretos, sino umbrales. El 29 de octubre activó el aviso rojo porque se preveían lluvias de al menos 180 metros cúbicos por segundo.
La realidad es que ambas maniobras pretenden esconder la pasividad de la Generalitat Valenciana, que ostentaba el mando único de la emergencia, a la hora de tomar decisiones y también de rebote tapar la incomparecencia y el paradero del presidente del Gobierno valenciano, Carlos Mazón, quien no apareció por el Cecopi hasta las 20.28 horas, cuando ya se habían consumado la mayoría de los fallecimientos. Aún a día de hoy, sigue sin dar una explicación clara y documentada de lo que hizo entre las 18.45 horas que supuestamente salió de El ventorro y su llegada al Cecopi.
16 avisos de la Aemet, 198 de la CHJ y miles de llamadas
Como ya informó elDiario.es, la Aemet envió hasta 16 boletines emitidos desde el día 25 de octubre, es decir, cuatro días antes de la dana. Todos ellos hacen referencia a la previsión para el 29 de octubre y todos ellos deben de llegar a Emergencia de la Generalitat, entre otros organismos con competencias en Protección Civil. Cinco de ellos son boletines de predicción meteorológica, más genéricos, y 11 de ellos son de fenómenos adversos, ya con información específica de las zonas en las que se divide cada provincia (litorales sur y norte e interiores sur y norte).
Según consta en el informe que la agencia estatal ha remitido a la comisión de investigación de las Corts, al que ha tenido acceso elDiario.es, el 25 de octubre a las 15.26 horas se remitió el primero de estos boletines que advertía, para el día de la riada, de “chubascos generalizados, localmente fuertes o muy fuertes y persistentes”.
Precisamente, estas previsiones llevaron a entidades como la Universitat de Valencia a suspender toda su actividad un día antes de la dana, una medida que Mazón consideró “exagerada”, tal y como trasladó a los representantes sindicales y de la patronal en la reunión que mantuvo con ellos antes de irse a El Ventorro.
Pero es que la propia Conselleria de Justicia e Interior que dirigía entonces Salomé Pradas mandó una nota de prensa el día 28 por la noche en la que alertaba del peligro potencial en “ríos y barrancos” por “inundaciones locales debido a los acumulados en zonas de alta ocupación urbana”. El jefe de prensa que la redactó está citado a declarar en calidad de testigo.
Ya el día 29 de octubre, la CHJ remitió a Emergencias de la Generalitat 194 correos con alertas enviados a Protección Civil de la Generalitat, de los cuales 62 se remitieron en las horas en las que Mazón estaba de comida en El Ventorro. Se trata de correos que se remiten del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación cuando se superan determinados umbrales en caudales y en pluviómetros.
En relación con el barranco del Poyo, de los 62 avisos, hubo correos informativos a las 16.26 h y a las 16.46 h por acumulación de lluvias en Chiva; a las 16.57 h y a las 17.02 h por la rambla del Poyo en Riba-Roja, a las 17.27 h por las precipitaciones en Chiva y a las 17.57 de nuevo por la rambla del Poyo en Riba-Roja; a las 18.28 horas de nuevo por fuertes lluvias en Chiva. A las 18.43 horas, la Confederación mandó el último aviso mediante el sensor ubicado en el barranco, a la altura de Riba-roja, que ya registraba 1.686 metros cúbicos por segundo, lo que propició que la fuerza del agua arrastrara el sistema de medición. Además, la página web del SAIH daba toda esta información en tiempo real y según el Plan de Inundaciones, corresponde a Emergencias de la Generalitat su seguimiento.
A mayor abundamiento, el Centro de Coordinación de Emergencias (CCE) de la Generalitat activó una alerta hidrológica tras comunicarle la CHJ el aumento del caudal en el barranco del Poyo, una alerta que se mantuvo vigente durante todo el día y a partir de la cual corresponde al mando único de la emergencia, es decir, los responsables autonómicos, hacer el seguimiento y control. Es por este motivo por el que se mandan a la misma hora a varias unidades de bomberos forestales a medir el barranco. Unas unidades que, de forma inexplicable, recibieron la orden de volver a su base a las 14.45 horas.
Hasta ahora, la jueza que instruye la gestión de la dana se ha mostrado contundente en contra la teoría del apagón informativo relativo al barranco del Poyo que trata de agitar de nuevo el PP. Según un auto de la magistrada del pasado mes de julio, es una teoría “plenamente superada” y “descartada judicialmente”. De hecho, ha afirmado que el “único apagón” que se produjo el pasado 29 de octubre fue el de la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), que se paró “en dos ocasiones” y en “momentos cruciales” de la emergencia.
La jueza recuerda que la CHJ remitió al Centro de Coordinación de Emergencias numerosos avisos pluviométricos sobre la cuenca de la rambla del Poyo: “Resulta imprescindible, no solo el control a través de los sensores de caudal, sino también por los avisos pluviométricos que permiten analizar las consecuencias de la lluvia acumulada, dada la rapidez en la que se puede producir el desbordamiento, especialmente en el barranco del Poyo”, afirma.
Además, reitera que le resulta “inexplicable” que el Cecopi se convocara a las 17.00, a tenor de las previsiones meteorológicas de los días anteriores y de la evolución de la emergencia desde la mañana, con rescates y cientos de llamadas al 112. La Generalitat reconoció en un informe ante la jueza que el teléfono 112 no atendió 8.290 llamadas de las 19.821 que recibió en la dana.
La declaración de Polo ante la jueza
En su declaración ante la jueza, Polo se refirió a todas estas situaciones. En concreto, explicó que el jefe del SAIH le alertó personalmente de que había enviado al Centro de Coordinación de Emergencias a las 18.43 el correo electrónico con el aviso sobre el aumento del caudal en el barranco del Poyo. Sin embargo, Polo explicó las limitaciones del sensor de Riba-roja del SAIH para predecir los desbordamientos de los barrancos: “De cara a la protección civil no es útil porque no da tiempo de prevenir”.
Por otro lado, también reconoció que pasados diez meses de la dana, “es muy fácil” deducir lo que “se tenía que haber hecho o no”, aunque el 29 de octubre “nadie era capaz de prever lo que iba a suceder”.
Sumando los caudales de otros barrancos que se desbordaron antes que el Poyo (Horteta o Gallego), los 1.600 metros cúbicos detectados por el sensor del SAIH en Riba-roja “acabaron siendo el doble”. “La gravedad de los 1600 [metros cúbicos por segundo registrados por el sensor] es que ya hay 2000 en Horteta y otros 1000 en Gallego y todo eso se junta”, declaró.
A este respecto, la portavoz del Consell, Susana Camarero, consideró este lunes que “tras 10 meses de silencio su declaración confirma que en el Cecopi no se habló del barranco del Poyo, que nunca avisó de la crecida en el barranco del Poyo, dijo que no era relevante porque no había capacidad de reacción”. Camarero ha añadido que “la CHJ que tenía información a las 18.45 horas del barranco el Poyo no lo trasladó en el seno de la reunión, y nadie era capaz de prever lo que iba a suceder con la información que se tenía, algo que coincide con lo que dijo el responsable de Aemet”. A pesar de eso, Camarero lamentó que “la izquierda lleva 10 meses responsabilizando a la Generalitat de forma partidista”.