Las imágenes nunca vistas de Helen Levitt, la fotógrafa que retrató durante casi un siglo el Nueva York más humilde

Las imágenes nunca vistas de Helen Levitt, la fotógrafa que retrató durante casi un siglo el Nueva York más humilde

El centro KBr Mapfre de Barcelona inaugura la muestra más amplia jamás expuesta sobre la célebre retratista estadounidense fallecida en 2009, aportando archivos fotográfícos no exhibidos públicamente hasta la fecha

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Hay personas que sin moverse más allá de 300 kilómetros a la redonda del lugar donde nacieron, desarrollan una vida creativa e intelectual apasionante. Un ejemplo de ello podría ser el filósofo Emmanuel Kant, que nunca se alejó de Königsberg. Y otro, acaso, el también pensador Michel Montaigne durante su autorreclusión de 20 años en la torre de su castillo, periodo en el que escribió toda su obra.

En este mismo grupo se podría ubicar a la fotógrafa neoyorkina Helen Levitt (1913-2009), cuya carrera artística se desarrolló –salvo un breve periodo en ciudad de México– en su Nueva York natal y más en concreto entre la calle 96 al sur, la Quinta Avenida en el oeste y los ríos East y Harlem en el este y norte, respectivamente. Esto es el Harlem Hispano; el Nueva York más humilde pero a la vez más vital, que ella supo retratar en sus gestos más cotidianos y espontáneos.

“El trabajo de Levitt en esta área, retratando tanto niños como gente de la calle en movimiento, es de sobra conocido y son numerosas las exposiciones que se han realizado alrededor de su obra”, destaca María de Pfaff, directora del centro de fotografía KBr de la Fundación Mapfre, en Barcelona, que es el encargado de acoger la muestra La ciudad según Helen Levitt, que ha sido presentado esta mañana y se podrá ver hasta finales de enero de 2026.

La más amplia antologica realizada sobre Levitt

Se trata de un compendio retrospectivo de 220 obras fotográficas que explican, por bloques, los periodos creativos por los que pasó la artista, siempre retratando las calles de “el barrio” –como tradicionalmente se conoce al Harlem hispano entre sus moradores, principalmente afroamericanos y latinos– con sus habitantes casi siempre en movimiento.

De Pfaff destaca de la presente muestra, no obstante, que “seguramente es la más amplia realizada hasta la fecha en cuanto a volumen de obras expuestas”. Anuncia que tras permanecer en la sede de Barcelona hasta el 1 de febrero de 2026, viajará a la sede de Fundación Mapfre en Madrid para luego saltar a Róterdam y desde allí a Wintertur, en Suiza, y Berlín.


Imagen tomada Helen Levitt en el metro de Nueva York en 1975.

Además, la directora del KBr destaca como condición muy especial la circunstancia de que La ciudad según Helen Levitt permite apreciar “archivos que hasta la fecha no se han podido ver públicamente, porque Levitt los guardaba para ella únicamente”. Esto incluye desde negativos revelados en la última década hasta dispositivas de su etapa en color en la década de los 60 .

La muestra también tiene el aliciente de ofrecer película In the Street de 1948, un filme documental mudo sobre la vida en las calles de Nueva York después de la Segunda Guerra Mundial, con música añadida en los años 50, que rodó gracias a una residencia en el MoMa. Allí conoció al director español Luis Buñuel, quien, según asegura Joshua Chang, director de fotografía de la Gagosian Gallery y comisario de la exposición, la inspiró a la hora de editar la película, ya que en sus inicios Levitt coqueteó con el surrealismo gracias a la relación que establece a finales de los años 30 con Henri Cartier-Bresson.

En busca de “la esencia de la calle”

Chang también destaca el valor de la muestra por el material inédito que aporta, y explica cómo pudo tener acceso a él: “Tras la muerte de Levitt en 2009, que era muy celosa de la obra que no quería mostrar, los archivos se dispensan entre sus herederos y es entonces cuando se facilita el acceso a aquellos que no habían sido exhibidos antes”.

Tanto la directora de KBr como el comisario, destacan de la obra de Levitt su interés por “capturar la esencia de la calle”, en palabras de De Pfaff. “Buscaba no tanto las historias y los argumentos detrás de cada persona retratada, como lo que sugería el instante capturado”, explica Chang, que agrega que en algunas de las obras expuestas “se ve claramente cómo el objetivo del retrato es la dinámica de los cuerpos capturados por el objetivo, siempre en movimiento, porque son lo que da vida a las calles que retrataba”.


Una imagen tomada por Helen Levitt en New York en 1976.

Eran en muchas ocasiones calles humildes, entre las más pobres de un Nueva York, que comienza retratar a finales de los años treinta aconsejada por sus dos mentores: Cartier-Bresson y Walker Evans, fotógrafo conocido por sus imágenes, que mostraron con realismo escenas rurales cotidianas de la Gran depresión de 1930.

“Evans fue quien la animó a organizar su primera exposición, ya que ella no era nada proactiva en su autopromoción”, explica Chang. También es quien le sugiere que se introduzca en el metro de Nueva York, cosa que Levitt hace, consiguiendo gran cantidad de instantáneas de enorme espontaneidad.

De Pfaff agrega que seguramente fue Evans quien le habló del visor que utilizaba en su Leica, que le permitía mirar en una dirección mientras la cámara apuntaba hacia otra. Las fotografías de familias gitanas, tanto en el exterior como dentro de sus casas, que Levitt tomo durante este periodo fueron realizadas con la cámara de 4×5 pulgadas y el trípode de Evans.

Una artista más allá de movimientos artísticos e indeológicos

Chang también hace hincapié en el bloque expositivo que pertenece cronográficamente al tiempo que pasó a principos de los años 40 en Ciudad de México, el único en que Levitt trabajó lejos de la gran manzana. “Es interesante porque es un periodo incómodo y difícil para ella; no habla español y el nivel de pobreza supera al de Estados Unidos”, explica el comisario, que desvela que se sintió atraída por el vecino del sur merced a una fotografía que le regalo Cartier-Bresson.

“Pero finalmente encontró un camino artístico tratando de captar el punto salvaje de los personajes que retrataba”, añade Chang, que certifica una evolución desde sus primeros retratos de niños en las calles de Harlem hasta las imágenes de los años 80 y 90, una vez pasado el fascinante periodo de fotografía en color de los 60 y 70, que también tiene su bloque en La ciudad según Helen Levitt.


Una imagen tomada por Helen Levitt en New York en 1939.

“En cierto modo, se observa una ruptura de la armonía que se veía en sus primeros retratos; ya no fotografía tantos niños y se fija más en los adultos”, apunta el comisario, quien destaca la, según él, gran independencia creativa de Levitt a lo largo de toda su carrera.

“Siempre fue claramente de izquierdas, aunque nunca militó en ningún partido; estuvo influida por Cartier-Bresson, pero no llegó a entrar de lleno en el surrealismo; trabajó con los miembros de la Photo League [una cooperativa de fotógrafos que compartían una serie de planteamientos sociales y estéticos sobre el empleo de la fotografía, destacando el reportaje como denuncia social] si bien nunca formó parte de ellos”, concluye Joshua Chang.