Las trabajadoras avisaron desde el inicio de los fallos de las pulseras antimaltrato: «No son errores puntuales»

Las trabajadoras avisaron desde el inicio de los fallos de las pulseras antimaltrato: «No son errores puntuales»

Más allá del vacío de datos que hubo el año pasado, las empleadas apuntan a errores técnicos y fallos de geoposicionamiento que vinculan con el cambio de empresa adjudicataria, aunque apuntan a que la situación ha mejorado tras la intervención de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género

Preguntas y respuestas sobre la polémica con las pulseras de control de maltratadores

Las trabajadoras que gestionan las llamadas pulseras antimaltrato avisaron de los fallos que estaban detectando tras el cambio de empresa desde el inicio. Así lo detalla una operadora que sigue en el Centro de Control de Medidas Telemáticas de Alejamiento (Cometa) y otra que ha salido recientemente del servicio, en el que, aseguran ambas, siguen produciéndose a día de hoy errores técnicos “que fueron constantemente trasladados a los responsables” del proyecto y de los que “tuvo conocimiento la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género” del Ministerio de Igualdad el año pasado.

“Las y los operadores estuvimos desde el principio del cambio de empresa avisando de los fallos”, explica a elDiario.es una de ellas, que apunta a averías que tienen que ver con la geolocalización de los dispositivos que portan los hombres acusados de agresión sexual o de maltratar a sus parejas o exparejas, o también de “señales que llegan tarde” a Cometa. Desde allí trabajan las operadoras –la mayoría son mujeres– que gestionan las alertas y la comunicación con víctima y agresor con el objetivo de controlar la orden de alejamiento impuesta por orden judicial. Actualmente, 4.515 hombres son vigilados de esta forma.

Las conocidas como pulseras antimaltrato están en el centro de la actualidad desde la semana pasada, cuando se conoció que un error informático provocó un vacío de datos que condujo a “absoluciones y sobreseimientos” por quebrantamientos de órdenes de protección, según advirtió la Fiscalía en su memoria anual. Ocurrió a raíz del cambio de empresa adjudicataria del servicio, que pasó de Telefónica a una UTE de Vodafone y Securitas Seguridad España en octubre de 2023, aunque en la práctica fue a principios de 2024 cuando el nuevo sistema comenzó a funcionar y, según las trabajadoras, a “dar fallos”: “El anterior no era perfecto, pero este no acaba de funcionar como debería”, afirma la empleada con la que ha podido hablar elDiario.es.

Fallos de posición y en las alertas

De las incidencias alertó en tres ocasiones a Igualdad el Consejo General del Poder Judicial a principios de este año, según ha dicho el organismo este lunes sin detallar cuáles fueron los fallos. Las operarias apuntan a que varios de ellos tienen que ver con el geoposicionamiento: “Posiciones GPS que no eran reales, posiciones congeladas o saltos de posición imposibles. Por ejemplo, puedes ver la posición de un agresor en un punto y a los dos minutos en otro punto a varios kilómetros de distancia”, explica la operadora. También “señales que llegan tarde” que han hecho “que entren llamadas de víctimas diciendo que les ha pitado el dispositivo y a nosotras no nos salta la señal y que lo haga a lo largo de la conversación o al colgar”.

La extrabajadora de Cometa sitúa el punto de inflexión en la modificación de la adjudicación de empresas, con la que “cambió todo”, desde los dispositivos, que según consta en el pliego de condiciones pasaron a ser adquiridos por el Ministerio de Igualdad, hasta la plataforma desde la que se gestiona todo el sistema. “La plataforma se quedaba pillada y no cargaba. A lo mejor llamaba una usuaria y había que decirle que esperara un momento hasta que podías encontrarla en el sistema. Por otro lado, las pulseras antes funcionaban con radiofrecuencia y ahora por bluetooth, lo que genera con más facilidad señales falsas”, esgrime la exoperaria, que asegura haber trasladado “en mayo o junio” de 2024 junto a otros compañeros este tipo de incidencias a sus responsables.

Según el relato de ambas, las quejas comenzaron a hacerse cada vez más generalizadas a lo largo del año 2024. Los fallos denunciados llegaron hasta la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género y comenzaron entonces a producirse reuniones entre el organismo del Ministerio de Igualdad, representantes de los trabajadores y las empresas, afirman las trabajadoras, que sitúan el primero de los encuentros el 18 de diciembre del año pasado y el último en mayo.

El departamento dirigido por Ana Redondo reconoce que tuvo conocimiento de los errores y que aunque en el contrato “figura que debe haber reuniones mensuales de evaluación”, cuando supieron de las incidencias “se estableció un plan de seguimiento con reuniones semanales”, informa Ana Requena. “Hemos estado encima para ver cómo evolucionaban y que se solucionaban”, sostienen a elDiario.es fuentes del Ministerio, que apuntan a que el servicio se presta actualmente “con una calidad razonable” y aluden a que los nuevos dispositivos “tienen más prestaciones que los anteriores”. En el contrato que licitará Igualdad “en unos meses” debido a que vence el actual, “se incluirán mejoras técnicas y será más amplio”, añaden.

“No son errores puntuales”

“Se ha mejorado mucho. La plataforma ya no es tan lenta y tenemos menos saltos de GPS que los que había al principio. Si la Delegación no se hubiera enterado, creo que estas mejoras no habrían ocurrido, pero varios de los fallos siguen pasando”, afirma la trabajadora que, aun así, responsabiliza a Igualdad “como organismo que tiene que velar porque las cosas se cumplan”. “A día de hoy, después de tanto tiempo, las cosas siguen sin funcionar como se espera de un servicio que atiende a víctimas de violencia de género. Estamos hablando de algo muy delicado y no son errores minoritarios ni puntuales, sino que lo han condicionado todo”, completa la exempleada de Cometa.

A preguntas de elDiario.es, Vodafone, que es quien se encarga de la parte técnica del servicio –Securitas gestiona los recursos de Cometa– defiende todo lo contrario y apunta incluso a una mejora de la tecnología. “El nuevo funciona sobre las redes de las tres operadoras (si falla una se conecta a otra automáticamente), tiene GPS y se conecta a cualquier wifi en activo sin necesidad de password. Además, manda una señal de geoposicionamiento cada 15 segundos, manda alertas por proximidad, por manipulación del dispositivo, por falta de batería….”, afirma un portavoz de la empresa.

El Ministerio de Igualdad está en el centro de la polémica desde que la Fiscalía incluyera en su memoria anual que la transición entre empresas había provocado “una gran cantidad de absoluciones y sobreseimientos” debido a que hubo una pérdida temporal de datos. Esto hizo que algunos juzgados no pudieran contar con la posición de hombres acusados de quebrantar órdenes de alejamiento al juzgarles por este motivo. El Ministerio Público matizó después sus palabras y aseguró que los casos fueron “puntuales” mientras que el departamento de Ana Redondo ha defendido en todo momento que el fallo “ya está solucionado” y que las pulseras “no dejaron de funcionar en ningún momento”. “No ha implicado ninguna salida ni excarcelación de prácticamente ninguna persona”, ha asegurado la titular de Igualdad.

El tema ha ido escalando con el paso de los días hasta el punto de que el Partido Popular ha pedido la reprobación de la ministra en el Congreso y ha aprovechado para comparar los fallos de las pulseras con “la redacción de la ley del sólo sí es sí”, en palabras de Alberto Núñez Feijóo. Organizaciones feministas y que trabajan con víctimas de violencia de género como Fundación Mujeres lamentan, por su parte, que desde algunos sectores se esté “poniendo en duda la eficacia” de las pulseras “de manera general” y ponen el foco en los efectos que esto tiene para las propias víctimas. Una precaución y preocupación que también trasladan las trabajadoras consultadas por elDiario.es, a las que les preocupa cómo el tratamiento político y mediático “está impactando en las propias mujeres”.

“Queremos recordar a todos los grupos políticos que la violencia contra las mujeres debe ser un tema que se aborde de forma responsable y fuera del ruido de la refriega partidista y electoral”, afirma Fundación Mujeres en un comunicado, en el que, al mismo tiempo, pide “transparencia” al Ministerio de Igualdad “transparencia”: “Las críticas a las políticas contra la violencia de género no se defienden ocultando los problemas y los fallos, sino con información concreta y una adecuada rendición de cuentas”, apunta la organización, que describe las pulseras como “uno de los mecanismos más seguros de protección”.