El éxito profesional no es lo primero para los jóvenes: priorizan la salud, la estabilidad y el tiempo

El éxito profesional no es lo primero para los jóvenes: priorizan la salud, la estabilidad y el tiempo

Casi un 40% de las chicas sufren estrés permanente por motivos laborales y un tercio gana menos de 1.100 euros, dos situaciones adversas que afectan mucho más a ellas que a ellos, según un estudio de Fad Juventud

Cuando la juventud se va pero la precariedad se queda

El desarrollo o el éxito profesional no es ni mucho menos la prioridad de las personas jóvenes en el trabajo. Quieren tener bienestar y salud, estabilidad laboral y tiempo libre, según un estudio presentado este lunes por Fad Juventud y Fundación Pzifer que confirma el cambio de paradigma en la forma en que la generación Z se relaciona con el empleo.

La nueva jerarquía no surgen espontáneamente, se explica por el contexto: los empleos siguen siendo precarios y pasan factura a la salud. Un 25% de las personas encuestadas, 1.200 en total, cobraban menos del salario mínimo y una de cada tres asegura que sufre un “estrés permanente” motivado por el trabajo.

Las mujeres sufren estas dos situaciones adversas, relacionadas con la retribución y el malestar en el puesto de trabajo, el doble que los hombres (casi un 40% frente al 17,8%) y casi un tercio de la generación que está entrando ahora en el mundo laboral ya ha normalizado el desbordamiento y la ansiedad como parte del día a día.

“Tiene que haber un cambio de mentalidad en las empresas. Si las condiciones no son espléndidas, las personas jóvenes no tienen la sensación de que están perdiendo un gran empleo. Será la realidad tozuda la que nos enseñe que si queremos retenerles, tendrán que escuchar cuáles son las necesidades”, sostiene Anna Sanmartín, directora de investigación de la organización.

¿Y qué genera estos impactos tan negativos? La sobrecarga de trabajo (36,7%) y el salario insuficiente (36,1%) son las razones más repetidas mientras entre quienes estudian la salud mental está más afectada por la presión para obtener buenos resultados (40,6%), la carga académica (36,8%) o la incertidumbre sobre el futuro (34,8%).

La precaridad reestablece el orden de prioridades, sostiene el estudio, y ganar dinero –lo más importante para el 32% de los encuestados– queda por detrás de la salud (50,9%), la estabilidad laboral (44,4%) y disponer de tiempo libre (32,7%). El desarrollo profesional y obtener éxito en el trabajo solo importan, de manera primordial, al 15% de las personas jóvenes, que se quejan de los bajos salarios (41,8%), de la dificultad para obtener experiencia laboral (35,5%) y de la discriminación por edad (26,6%).

Al final, lo que más valoran es que el empleo deje tiempo para la vida personal. Es la primera condición del trabajo ideal, según el informe, que encuestó a chicos y chicas entre 15 y 29 años en diferentes situaciones (con empleo, con dos trabajos, que estudian y trabajan, que están sin empleo…).

“En otros momentos este orden de prioridades podía indicar que no te gustaba el trabajo o no tenías capacidad de esfuerzo, ahora significa otra cosa”, subraya la directora general de Fad Juventud Beatriz Martín Padura