
La otra cara de la Transición: «Nos han contado una milonga, pero el pueblo se liberó a sí mismo del franquismo»
Este martes hemos presentado en la redacción de elDiario.es en Madrid nuestra nueva revista ‘La democracia no la trajo el rey, se ganó en la calle’, en un encuentro con socias y socios en el que hemos abordado lo que supuso el franquismo y cómo la Transición no fue tarea de unos pocos
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Este martes hemos presentado en la redacción de elDiario.es el nuevo número de nuestra revista, La democracia no la trajo el rey, se ganó en la calle, en la que nos adentramos en la Transición que no se contó, aquella que quedó al margen de los relatos oficiales. El acto ha comenzado con la música en directo del cantautor Pedro Pastor y ha seguido con una conversación moderada por el director del medio, Ignacio Escolar, con el cofundador de CCOO, Nicolás Sartorius, y la abogada y activista por los derechos sociales, Paca Sauquillo, ambos entrevistados en la publicación. Finalmente, el editor de la revista, Gumersindo Lafuente, ha moderado una conversación entre los escritores Elisabeth Duval y Carlos Fonseca, que escriben en este número.
En la primera parte del encuentro Sauquillo y Sartorius han repasado lo que supuso la dictadura y también cómo se construyó la democracia frente al mito que dibuja la Transición como un periodo modélico y pacífico en el que pareciera que el fin del franquismo fue tarea de unos pocos. “El pueblo español se liberó a sí mismo, no le tuvo que liberar nadie, desde luego no el rey ni Suárez”, ha afirmado Sartorius, que ha destacado “una cosa que suele olvidarse”: “Los españoles somos los únicos de toda Europa occidental que nos liberamos nosotros sin la intervención de un Ejército. Al contrario, teníamos a su mayoría enfrente”.
Sauquillo y Sartorius, que vivieron y sufrieron la dictadura, han incidido en “la lucha del pueblo español” ante la narrativa más habitual, lo que el abogado y exdiputado comunista en el Congreso ha calificado de “milonga que nos han contado”. Eso es lo que explora este nuevo número de elDiario.es, que se acerca a aquellos lugares en los que no suele ponerse el foco: las universidades, las fábricas, los barrios y las calles en las que miles de personas se jugaron la libertad e incluso la vida para defender los derechos. “Eso es lo que trajo la libertad y la democracia”, ha añadido Sauquillo ante los socios y socias que han asistido a la presentación de la revista en la redacción de elDiario.es de Madrid.
El cantautor Pedro Pastor abre la presentación de la revista con una de sus canciones.
La efervescencia en las calles durante la Transición ha sido concretada por Sartorius con un dato: “Solo en los primeros meses de 1976 hubo cerca de 18.000 huelgas. Esa lucha es la que hizo inviable la continuidad de la dictadura”. La abogada y actualmente presidenta del PSOE madrileño ha recordado que en esa época es “cuanta más gente pasó por el Tribunal de Orden Público” porque “la represión continúo tras la muerte de Franco”. Ellos mismos sufieron esa persecución política en aquellos años y han reconocido que tanto Yeserías, la prisión de mujeres, como la de Carabanchel, de hombres, “estaban llenas”.
Sartorius llegó a compartir prisión con Julián Grimau y con Granado y Delgado, ejecutados los tres en 1963. “Franco murió fusilando”, ha dicho Sauquillo, que ha recordado los últimos fusilamientos del régimen, de los que este sábado se cumplen 50 años. “La lucha fue muy complicada, hubo mucha tortura y mucha cárcel. Hay que valorar eso porque no nos ayudó ni Dios”, ha remachado Sartorius, que ha planteado cómo el presidente estadounidense Dwight Eisenhower fue “el jefe militar de los alidos que liberaron Europa” y en 1959 “vino aquí a dar un abrazo a Franco y a consolidar el régimen”.
Durante el encuentro, los dos veteranos activistas han descrito cómo fue la dictadura. “No se limitó a cercenar las libertades sino a organizar la no libertad. La represión era el eje central”, en palabras del sindicalista, que fue detenido en varias ocasiones y llegó a ser imputado en el conocido Proceso 1001, en el que el franquismo detuvo a la cúpula de CCOO. Sauquillo, por su parte, ha dirigido la mirada hacia los derechos negados de las mujeres durante la dictadura. “Estábamos sometidas al padre, al marido o a Dios hasta los 25 años. Yo empecé a ejercer de abogada en el 65 y no podía defenderme a mí misma, necesitaba a mi marido”, ha ejemplificado.
Sartorius, Sauquillo y Escolar, en un momento de la presentación del nuevo número de la revista.
La socialista ha apelado a las mujeres jóvenes, a las que ha querido recordar que los derechos y libertades de los que hoy disfrutan eran impensables entonces. “Son una serie de cambios tan importantes…Tienen que darse cuenta de que no podemos dar un paso atrás”. Entre otras cosas, los anticonceptivos no estuvieron permitidos hasta 1978 y la ideología dominante del régimen relegaba a las mujeres a “la sumisión” respecto a los hombres. “Lo más importante es que no había libertad, pero no lo que algunas personas entienden en esta comunidad por libertad”, ha dejado caer. “No la de tomar cañas”, ha bromeado Sartorius en clara referencia a la presidenta Isabel Díaz Ayuso.
Otras de las cuestiones que Escolar ha puesto sobre la mesa tiene que ver con la ola reaccionaria que capitanea la extrema derecha a nivel global, un momento en el que se ha reflexionado sobre la polaridad existente entre chichos y chicas jóvenes debido a que son ellos en mayor medida los que, según encuestas y sondeos, están virando hacia estas posiciones. Sartorius ha mencionado, además, la necesidad de defender “con uñas y dientes” el Estado de bienestar, inexistente en dictadura. “Es lo que hemos construido y lo que se está poniendo en peligro por Trump, también en Europa y si aquí gobernaran el PP y Vox”.
El encuentro también ha abordado las cuestiones pendientes en memoria democrática. O cómo es posible que siga abriendo a día de hoy fosas sin abrir, tal y como ha expuesto el director de elDiario.es. En este sentido, Sauquillo ha reconocido, echando la vista atrás, como “un error” no poner en marcha estas políticas antes, especialmente durante los gobiernos socialistas de Felipe González. “Fue un error, un error que puede tener disculpa porque queríamos seguir haciendo cosas y teníamos que montar la sanidad, la educación…”. El cofundador de CCOO ha añadido: “Fue también una confusión entre amnistía y amnesia y las consecuencias las estamos pagando […] La amnistía fue reconciliación, pero si no haces una crítica a fondo de la dictadura, no generas una cultura democrática sólida”.
Socios y socias de elDiario.es asisten a la presentación de la revista.
Ambos entrevistados han intercambiado también opiniones sobre la posibilidad de que en la Transición se planteara la posibilidad de explorar la instauración de la República. En opinión de Sartorius, “no había posibilidad ninguna” debido a que “la relación de fuerzas no era favorable” en ese momento. El sindicalista ha reconocido que en la dirección del Partido Comunista y de CCOO se pensaba que si se hubiera sugerido un referéndum “lo hubiera ganado la monarquía” y eso hubiera supuesto “un riesgo elevado” sumado a que “si hubiéramos ido al choque se hubiera generado una división completa del país”.
Por último y regresando a la actualidad, Escolar ha querido recoger la opinión de ambos sobre si la Justicia está politizada o, dicho de otra forma, si “hay jueces haciendo política”, tal y como aseguró el presidente del Gobierno Pedro Sánchez hace unas semanas. Los dos han coincidido afirmativamente. “No hay capacidad en España para hacer uso de la fuerza y el Ejército no está por eso, pero la derecha usa otros métodos para ir contra el Gobierno”, ha aseverado Sauquillo, que al mismo tiempo ha hecho autocritica y ha reconocido que “me he peleado con personas de mi propio partido” por los mecanismos de elección de los jueces. “Lo importante es que sean buenos profesionales”, ha dicho.
La presentación de la revista, que ha llenado aforo y ha concentrado mucho público a través del streaming, ha continuado con la conversación moderada por el editor de la publicación, Gumersindo Lafuente, entre el periodista Carlos Fonseca y la escritora Elisabeth Duval. Ambos escriben en el último número, en el que aportan dos perspectivas complementarias sobre la Transición: ella como alguien joven que a sus 25 años no vivió esta época, pero sobre la que reflexiona para analizar la ofensiva antiderechos que no deja de ganar terreno. Fonseca, por su parte, aborda en La conspiración permanente, un momento clave de nuestra historia, el 23F, sobre el que ha investigado y escrito.
El editor de la revista, Gumersindo Lafuente, modera la conversación entre Elisabeth Duval y Carlos Fonseca.
Duval, que estudió Filosofía, ha comenzado aportando una idea sobre por qué cree ella que avanza la extrema derecha en España. “El hecho de que una juventud esté pensando con nostalgia tiempos que no han vivido y el regreso a formas autoritarias y totalitarias tiene que ver con la incapacidad de imaginar, ya no para su país, sino para sí mismos, un futuro. No se explica sin que pensemos en que a los jóvenes les cuesta imaginarse sin una vivienda, sin un trabajo estable y sin una pensión”.
En su turno, Fonseca ha expuesto las claves que ha ido hallando en la documentación sobre el golpe de Estado fallido del 23 de febrero de 1981, entre otras cosas en el sumario judicial. “La causa del 23F fue una investigación amañada desde el inicio que nunca buscó conocer la verdad de lo ocurrido, sino juzgar a los protagonistas televisivos del suceso. Nadie podía negar que Tejero había subido pistola en mano a la tribuna”, ha afirmado el experto, autor de 23F: La farsa. Historia de una investigación amañada.
Sobre el papel del rey Juan Carlos en la sublevación, Fonseca ha iniciado su intervención con un “es la pregunta del millón” para después explicar las conversaciones que se dieron entre el monarca, el secretario general de la Casa Real Sabino Fernandez Campo y el militar Alfonso Armada, que sería después condenado por el Tribunal Supremo. El escritor ha explicado que el rey “autorizó a Armada a proponerse como presidente de un Gobierno de concentración” –algo que fue rechazado por Tejero en el Congreso–, lo cual “contravenía cualquier método democrático” porque el golpe de Estado estaba, de hecho, teniendo lugar cuando se celebraba la elección de Leopoldo Calvo Sotelo.
El acto ha culminado como empezó: con la música de Pedro Pastor, que ha cantado una canción elegida para el momento con la que ha querido recordar a quienes perdieron más durante la dictadura, tantas veces olvidados. “Los que retumban en la memoria, los perseguidos / Los que jamás volvieron a ver correr a sus hijos / Las que escondían pan en el mimbre, las perseguidas”.
Puedes ver la presentación completa aquí: