Los grandes bancos globales suman 1,35 billones de euros en créditos para la producción de carbón, gas y petróleo

Los grandes bancos globales suman 1,35 billones de euros en créditos para la producción de carbón, gas y petróleo

Los tres mayores bancos españoles, Santander, BBVA y Caixabank, concentran 33.000 millones de euros, lejos de los 58.000 millones que alcanzan las entidades francesas

El negocio de la banca mantiene su apuesta por la Vieja Economía fósil

Las 60 mayores entidades bancarias del mundo siguen teniendo una relevante exposición crediticia destinada a la producción de combustibles fósiles, como el carbón, el gas o el petróleo. En total, suman 1,6 billones de dólares, el equivalente a 1,35 billones de euros, según una investigación realizada por la ONG Finance Watch. En ese listado están gigantes estadounidenses como JPMorgan Chase, Bank of America o Citigroup; y europeos como BNP Paribas, Deutsche Bank, ING o UniCredit. También, tres españoles, Santander, BBVA y Caixabank. El análisis de esta organización también incluye los préstamos destinados a la generación eléctrica basada en combustibles fósiles.

Desde hace tiempo, la financiación de este tipo de combustibles está en el punto de mira, dados los objetivos de descarbonización y de reducción de emisiones para la próxima década. Hace solo unos días, los ministros de medio ambiente de la UE reconocieron que Europa “está bien encaminada para alcanzar el objetivo de reducción del 55% establecido para 2030” y que esperan presentar “antes de la COP30”, que se celebra en noviembre, “un objetivo de recorte de emisiones del entre el 66,25% y el 72,5%” de cara a 2035.

En ese contexto, la banca aún mantiene una relevante exposición crediticia a la producción de combustibles fósiles que, para esta ONG, podría llegar a ser un problema para sus balances en el caso de que haya un vaivén severo en los mercados. “Los bancos están, en la práctica, volando a ciegas”, asegura Julia Symon, directora de investigación y defensa de Finance Watch. “Sus modelos de riesgo miran al pasado o dependen de escenarios climáticos prospectivos que no reflejan la complejidad real del cambio climático”, argumenta. “Eso permite que el riesgo siga acumulándose. Un giro repentino en las políticas o un evento climático de gran magnitud podría desencadenar fuertes correcciones de mercado y desplomes en el valor de los activos fósiles”.

Por eso, esta ONG aboga por “establecer un colchón de capital sistémico climático”. “Este instrumento, de bajo coste y alto impacto, proporcionaría a los bancos una protección específica frente a pérdidas derivadas de los combustibles fósiles y frenaría la acumulación de riesgos climáticos adicionales”, explica Finance Watch. “Es una medida esencial para blindar el sistema financiero y proteger a los contribuyentes de una nueva crisis, sin comprometer la capacidad de los bancos para financiar la economía real”.

El Banco Central Europeo lleva tiempo indicando la necesidad de reducir de forma ordenada la exposición crediticia de la banca a la industria que concentra las emisiones contaminantes. Por ejemplo, Frank Elderson, miembro del Comité Ejecutivo del BCE y vicepresidente de su Consejo de Supervisión, publicó un análisis en julio en el que aseguraba que “los bancos europeos han avanzado en la gestión de los riesgos climáticos”, pero aún queda por hacer, y que la institución presidida por Christine Lagarde lo va a “abordar con ellos de forma gradual y personalizada”. Elderson también consideraba que “los bancos están más avanzados en la cobertura de los riesgos climáticos y relacionados con la naturaleza en el riesgo de crédito, pero menos en otras categorías, como el riesgo operativo o el de mercado”, como la ligada a sus operaciones, como las hipotecarias.

Tres bancos españoles

En cuanto a la investigación de Finance Watch también da detalles por países. En el caso español, incluye tres de las grandes entidades, Santander, BBVA y Caixabank, pero no desglosa por cada una de ellas.

Sí apunta que estos tres bancos acumulan 39.000 millones de dólares en exposición crediticia a activos fósiles, equivalentes a 33.000 millones de euros. Esa suma, asegura, equivale al 1,1% de los activos bancarios nacionales, que estaría por encima de Francia (0,6%) y cerca de Alemania (1,3%). 

En el caso alemán, la exposición conjunta a estos activos de bancos como Commerzbank AG o Deutsche Bank alcanza los 34.000 millones de dólares (29.000 millones de euros). Francia, con Société Générale, BNP Paribas y Credit Agricole, entre otros, prácticamente duplica la exposición de España, porque roza los 70.000 millones de dólares, cerca de 58.000 millones de euros. Mientras, Italia, con bancos como UniCredit o Intesa Sanpaolo, se sitúa en 23.000 millones de dólares. Estos cuatro países, prácticamente, representan el grueso del conjunto de la Unión Europea, que suma 196.000 millones de dólares.

Estados Unidos está muy por delante, dado que sus bancos rozan los 270.000 millones de dólares en créditos a este tipo de producción contaminante. Sin embargo, el gran foco es Asia, con una exposición conjunta que supera el billón de dólares, según la citada ONG. “Las exposiciones a los combustibles fósiles se concentran en gran medida entre los bancos asiáticos más grandes: la mitad de todas las exposiciones globales a los combustibles fósiles en la muestra provienen de solo siete bancos en China y Japón”, indica Finance Watch. En concreto, a lo que concentran nombres como Industrial Commercial Bank China, China Construction Bank, Agricultural Bank of China, Bank of China; y los japoneses Mizuho, SMBC Group y Mitsubishi.