
El envío ahora de decenas de bomberos a controlar el barranco del Poyo desmonta el intento de la Generalitat de culpar a la CHJ
El Consorcio de Bomberos dispone una docena de brigadistas y la Generalitat moviliza a unidades de Villlargordo, Buñol, Yátova, Olocau, Pedralba, Calles y La Vallesa para que reporten información de los nieveles de la rambla cada dos horas, cuando hasta ahora el Gobierno valenciano ha asegurado que no tenía competencias
El Consell de Mazón acredita su tardanza en la dana al lanzar ahora el ES-Alert 12 horas antes de las lluvias torrenciales en Valencia
“De cara a la protección civil no es útil porque no da tiempo de prevenir”. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, explicó así ante la jueza por qué el caudalímetro del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) ubicado en el barranco del Poyo no sirve en materia de Protección Civil, puesto que cuando se detecta una gran avenida como la de la dana del pasado 29 de octubre ya prácticamente no da tiempo a reaccionar.
Es precisamente por este motivo por el que el Plan de Inundaciones también otorga competencias en materia de seguimiento de ramblas y barrancos a otras administraciones con efectivos a su cargo en materia de emergencias.
En concreto, según el Plan Especial de Inundaciones, los organismos que participarán en el seguimiento de caudales de ríos y barrancos son “las Confederaciones Hidrográficas del Júcar, Segura y Ebro (para el caso de la cuenca del Río Bergantes), los municipios y los servicios de intervención desplegados en el territorio, especialmente: Guardia Civil, Brigadas de Emergencia de la Generalitat, Policía de la Generalitat, agentes medioambientales y Unidades de Vigilancia forestal, brigadas de la Diputación de Valencia y comunidades de regantes y servicios del ciclo integral del agua que informarán a Ayuntamientos”.
Pese a todo, el Gobierno de Mazón lleva 11 meses derivando la responsabilidad de forma exclusiva en la CHJ para justificar el supuesto desconocimiento de la situación de colapso del barranco del Poyo el día de la dana que dejó 229 fallecidos. Aquella jornada, Emergencias de la Generalitat activó una alerta a las 12.20 horas a instancias de la CHJ ante la crecida del caudal del barranco del Poyo, momento en el que movilizó una unidad para controlar la rambla. Sin embargo, de forma inexplicable, a las 15.00 horas se les ordenó el regreso a la base y ya no volvieron.
Esta situación contrasta con el dispositivo activado por la Generalitat en el reciente episodio de lluvias torrenciales en el que se ha venido a dar la razón al argumento de Polo ya que desde el pasado domingo 28 de septiembre se han dispuesto decenas de bomberos y brigadistas para controlar tanto el barranco del Poyo como otros cauces y ramblas.
Así, por parte del Consorcio de Bomberos de Valencia, dependiente de la Diputación, se incorporaron 93 efectivos adicionales a los 105 del servicio ordinario (56 bomberos profesionales y voluntarios, personal de la sala de control y mandos, junto a 37 brigadas forestales), además de tres unidades de bomberos forestales de la Generalitat vinculadas al Consorcio.
Fuentes de la corporación provincial informan de que “tanto las brigadas forestales del Consorcio como las unidades de la Generalitat realizan tareas de vigilancia y revisión en los puntos más críticos de cauces y barrancos, para prevenir posibles incidencias derivadas de las intensas lluvias”.
En el caso concreto del barranco del Poyo, las mismas fuentes concretan que “desde la noche del domingo 28 de septiembre y hasta el mediodía del 30 de septiembre la vigilancia de la rambla del Poyo se ha realizado en las escalas de la zona de la A-3 en Riba-roja del Turia y del polígono industrial Mas del Jutge en Torrent”.
En total, “cada día entre 10 y 12 brigadistas forestales de las (BRIFO) del Consorcio han estado revisando esos puntos, repitiéndose las mediciones domingo, lunes y martes, y relevándose a lo largo del día con otros cuerpos que han vigilado también la rambla del Poyo, como los bomberos forestales de Generalitat (entre 8 y 10 componentes al día), así como otros cuerpos, por lo que se ha vigilado durante todo el día con las alternancias correspondientes entre intervinientes; se han realizado comunicaciones periódicas de alturas cada dos horas y además de la rambla del Poyo se han vigilado un total de nueve puntos de control, entre ellos el Gallego, afluente del Poyo”.
En cuanto a los bomberos forestales de la Generalitat Valenciana, fuentes de CCOO informan a elDiario.es de que se han movilizado unidades de Villargordo del Cabriel, que se han encargado principalmente de las revisiones nocturnas, además de las de Buñol, Yátova, Olocau, Pedralba, Calles y La Vallesa. Cada unidad debe contar con un mínimo de cuatro efectivos.