Los jóvenes hablan en Mondiacult: «Es difícil amar la cultura si una entrada de ópera cuesta la mitad de tu alquiler»

Los jóvenes hablan en Mondiacult: «Es difícil amar la cultura si una entrada de ópera cuesta la mitad de tu alquiler»

La conferencia de ministerios de Cultura organizada por la Unesco tiene una versión paralela y en pequeño formato llamada MondiaYouth, donde un grupo de jóvenes de todo el mundo han debatido durante tres días los mismos temas que los altos funcionarios y los políticos, para presentar finalmente sus conclusiones

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La presente edición de la conferencia mundial de ministerios de Cultura Mondiacult 2025, celebrada en Barcelona los días 29 y 30 de septiembre y el 1 de octubre, aporta como novedad MondiaYouth, una reunión paralela y en menor formato de una sesentena de personas jóvenes de todos los ámbitos y países, que han debatido durante los mismos días sobre las cuestiones centrales de la cumbre organizada por la Unesco.

La cultura como elemento central de la paz y los retos que plantea la inteligencia artificial a la creación artística y cultural, como temas centrales de Mondiacult, han sido algunas de las cuestiones abordadas en MondiaYouth. Pero no se han detenido aquí y, aprovechando la ocasión, han extendido sus debates, reflexiones y reivindicaciones a marcos más amplios que les atañen.

Materias como la inaccesibilidad a la cultura, la falta de poder joven a la hora de decidir el destino de los presupuestos culturales, que muchas veces prioriza un punto de vista adulto de la creación artística y el espectáculo, o la preservación del patrimonio intangible de las sociedades, no solo urbanas sino también rurales o de países en vías de desarrollo, han sido otras cuestiones analizadas.

Dos de las ponentes de MondiaYouth, la italiana Guiulia Tariello, graduada en Diplomacia por la Universidad de Milán y delegada de la Juventud de la Unión Europea ante la ONU, cuyo trabajo en esta institución se centra en reducir la brecha entre los jóvenes y las instituciones, y la artista portuguesa Clara Passarinho, coautora del Addendum Juvenil de la Carta de Porto Santo, una serie de recomendaciones a las instituciones culturales incluidas en el Plan Nacional de las Artes de Portugal, han explicado a elDiario.es su experiencia y las conclusiones de esta cumbre juvenil.

¿Cuál es la sensación sobre MondiaYouth tras estos tres días? ¿Ha resultado útil?

Giulia Tariello: Yo tengo mucha experiencia en las cumbres internacionales dedicadas a los jóvenes y me ha sorprendido lo bien organizados que han estado estos días. Me ha gustado muchísimo la posibilidad de tratar de varios temas además de los que señalaba la agencia.

Ahora bien, no sé si las conclusiones a las que hemos llegado, que hablan de nuestras prioridades y temas de interés, van a terminar asumidas por la Unesco. Espero que sí. En ese sentido, lo ideal sería que en lugar de organizar una conferencia paralela, en la próxima edición de Mondiacult se integrara a los ponentes jóvenes en las mesas de expertos y funcionarios que llamamos “adultos”, aunque en realidad todos los participantes de mondiaYouth también somos adultos.

Clara Passarinho: Yo, que he trabajado en la gestión cultural además de la creación, valoro mucho haber podido debatir sobre temas que nos atañen, y que van desde cómo los presupuestos culturales tratan diferenciadamente la cultura joven a como se plantea nuestro acceso a la cultura, y no solo en la Europa rica, como señala Giulia, porque con demasiada frecuencia se olvida que los jóvenes somos el futuro de la cultura y si se nos excluye, se está ahogando el potencial cultural de las sociedades.

A este respecto, ¿pensáis que tal vez hay un problema con quien ostenta el poder a la hora de otorgar presupuestos en las instituciones culturales, que normalmente es gente adulta y destina a proyectos que pueden interesar a los adultos?

CP: Lógicamente, cuando desde un ministerio u otra entidad cultural tienes un dinero para financiar proyectos artísticos y eres una persona de cierta edad, puedes tender a pensar en proyectos que desde tu perspectiva son interesantes. Pero ocurre con frecuencia que tu perspectiva no es la que interesa a las personas jóvenes, que en consecuencia no acuden a esa exposición, espectáculo o evento que financias.

Si no tienes gente joven manejando u opinando sobre donde poner el dinero, no sabrás cuál es la cultura que conecta con la juventud y aumentarás el desinterés por la cultura “adulta”. Se suele decir que los jóvenes no sabemos manejarnos con el dinero como excusa o prejuicio para no dejarnos acceder a los presupuestos, pero ¡si somos los que más malabarismos tenemos que hacer para llegar a fin de mes! Y además pagamos los mismos impuestos que los llamados adultos.

¿Creéis que la solución sería crear organismos jóvenes para que asignaran determinados presupuestos sin intervención de adultos?

GT: No creo que la solución sea segregar ni crear vías paralelas de financiación, sino más bien integrar a más gente joven, que al fin y al cabo también es adulta, en los órganos de gestión cultural, de modo que se normalice su presencia y la cultura oficial sea una mezcla intergeneracional que pueda interesar a todo el mundo.

¿Hay un divorcio entre la cultura, más allá del espectáculo y los jóvenes?

GT: ¿Cómo no va a haberlo cuando una entrada de ópera, ya sea en el Liceu de Barcelona o La Scala de Milán, cuesta la mitad del alquiler de una habitación? ¿O una novedad editorial cuesta como mínimo 20 euros, con un IVA que sigue considerando la cultura un objeto de lujo? ¿O un concierto no baja de los 50 euros?

CP: Como dice Giulia, con estos precios es difícil engancharse y amar la cultura. Para nosotros los jóvenes la cultura es un lujo inaccesible más que un derecho, y eso es sin duda un problema. Por otro lado, está el asunto de qué es aquello que consideramos cultura, porque muchas veces solo consideramos aquello que albergamos en los teatros, en los museos o los auditorios, lo estandarizado.

Pero la cultura es mucho más, es lo que sucede en los pueblos, en las calles, los barrios, y es espontánea y a veces efímera. Y esta cultura, que incluye también la de raíz tradicional de las sociedades, que muchas veces con el cambio climático y la globalización se está viendo amenazada, también debe ser protegida y fomentada.

GT: Y además está el tema de cómo se estructura la cultura en museos y otras instituciones culturales. Se cuelgan cuadros u obras y hay que ir a pasear y verlas, sin poder debatir u opinar sobre ellas, cuando no directamente te explican hechos de hace siglos desde una perspectiva que a ti, como persona joven, no te interesa. Son muchos los elementos que dificultan nuestro acceso a la creación artística y la cultura.

¿Qué conclusiones vais a emitir tras tres días de debate?

CP: Para empezar, creemos que se debe realizar un esfuerzo concreto para aumentar la accesibilidad a la cultura; en este sentido la conectividad digital y las infraestructuras inclusivas deben reconocerse como servicios públicos básicos para facilitar este acceso de una forma global. En este sentido, instamos a crear alianzas comunitarias a largo plazo para conectar a las instituciones con los jóvenes.

También pensamos que se debe formalizar la representación de los jóvenes y las comunidades vulnerables y desfavorecidas en las instituciones y espacios culturales. Estos deberían promover mejor la visibilidad, el reconocimiento y la aceptación de estos grupos en el ámbito cultural.

GT: También hacemos incido en el potencial de la inteligencia artificial, porque creemos que se deben aprovechar las tecnologías emergentes al servicio de la cultura, no a expensas de ella; siempre con mecanismos interacción ética, inclusiva y transparente pero a la vez democratizando las competencias técnicas. Aunque, por supuesto, las instituciones públicas deben cooperar para regular el uso de las tecnologías emergentes y la inteligencia artificial con el fin de salvaguardar la propiedad intelectual y la privacidad de los trabajadores culturales y artísticos.

CP: Otro punto que abordamos en las conclusiones es el reclamo de una inversión en cultura como prioridad presupuestaria sostenible a largo plazo. Creemos que actualmente el porcentaje cultural en los presupuestos de los países es demasiado bajo. Además, pensamos que los sistemas de acceso a la inversión financiera deben priorizar la accesibilidad, la inclusividad y la transparencia. Se debe alentar a las instituciones privadas a invertir en cultura junto con el apoyo público existente. En este sentido, y para empoderar a los jóvenes, el acceso a la información financiera y la educación financiera es fundamental.

GT: También exigimos que se valore más a los trabajadores culturales y creativos en todos los niveles de la vida social. Y para terminar, pero no menos importante, se debe replantear la educación para empoderar a los jóvenes como conectores culturales con el fin de borrar la brecha cultural con los adultos. En este sentido, es fundamental que los agentes educativos integren cada vez más la educación cultural en sus prácticas, algo que ya sucede en algunos países pero por desgracia no en todos.