Moreno rechaza cesar a la titular de Salud por «fallos» al prevenir el cáncer de mama pero le exige «afanarse en cuerpo y alma»

Moreno rechaza cesar a la titular de Salud por «fallos» al prevenir el cáncer de mama pero le exige «afanarse en cuerpo y alma»

El presidente de la Junta pide disculpas a las mujeres que han denunciado al Servicio Andaluz de Salud por retrasos de hasta dos años en el diagnóstico precoz de cáncer de mama, pero descarta destituir a su responsable, como le exige la oposición: «La Consejería de Salud no está para vaivenes y cambios»

La consejera andaluza de Salud achaca a un “error de comunicación” los fallos en la detección precoz del cáncer de mama

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha pedido disculpas públicas a las mujeres con cáncer de mama que han sufrido -y denunciado al Servicio Andaluz de Salud (SAS)- por los retrasos en el diagnóstico y el tratamiento de una enfermedad que mata cada año a unas 7.000 mujeres en España. También ha disculpado y ratificado en su puesto a su consejera de Salud, Rocío Hernández, después de que todos los partidos de la oposición hayan cuestionado su gestión y exigido su dimisión.

Moreno ha comparecido ante los medios de comunicación, de forma inusual, después del Consejo de Gobierno de este miércoles, reunido también de forma extraordinaria en las Reales Atarazanas de Sevilla, una monumental obra medieval en el centro de la capital andaluza que acaba de rehabilitarse para el gran público tras 30 años cerrada.

Esta inauguración ha servido de plataforma a Moreno para dar otro protagonismo a la reunión semanal de su Gobierno. El presidente no ha tomado la palabra para dar cuenta de los asuntos tratados -como suele hacer la portavoz de la Junta y consejera de Hacienda- sino para recordar varios “compromisos electorales cumplidos”, como la culminación de las obras en las Atarazanas, y para anunciar nuevas promesas, como otra ayuda de 200 euros para quien tenga un hijo -o adopte o acoga a un niño- en 2026, o 22 inauguraciones de sendos centros de salud en los próximos cuatro meses, hasta febrero, a las puertas de las próximas elecciones andaluzas.

La exposición triunfal de Moreno se ha topado, sin embargo, con el escándalo que ha provocado la situación de más de una docena de mujeres con cáncer de mama que han denunciado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) por los retrasos en el diagnóstico “precoz” de su enfermedad, en algunos casos de hasta dos años.

El asunto, revelado por la Cadena Ser y que el Defensor del Paciente en Andalucía ha elevado a la Fiscalía, ha cobrado una dimensión política mayor, cuando toda la oposición en bloque ha cuestionado y pedido la dimisión de la consejera de Salud, Rocío Hernández, por la “nefasta gestión” de la sanidad andaluza.

La situación se ha enrarecido aún más este mismo miércoles, por la mañana, cuando Hernández ha pedido disculpas a las mujeres durante una entrevista en la Cadena Ser, pero acto seguido ha afeado a las enfermas que no se hubieran puesto en contacto con la Administración sanitaria, ha hablado de “errores de comunicación” por parte de la asociación que las representa (Amama), y denunciado la “manipulación del sistema sanitario andaluz”. A las críticas políticas se han unido las protestas contra Hernández por la “falta absoluta de empatía” con mujeres a las que se les ha detectado tarde un cáncer.

Esta crítica a las maneras de la consejera de Salud, cuyo perfil es claramente más tecnócrata que político, también se escuchan en el seno del Gobierno de Moreno que, a menudo, se ha quejado de la falta de tacto al tratar con los sindicatos sanitarios, pacientes y asociaciones que hostigan a la Junta por los déficit del SAS y las largas listas de espera para conseguir médico.

Moreno se ha encontrado con este asunto tras su larga comparecencia y, tras pedir también disculpas a las afectadas y anunciar un circuito “preferente” para quienes ya tienen un diagnóstico de cáncer, ha respondido que no piensa destituir a su consejera de Salud, como le está exigiendo la oposición.

Lo que sí ha hecho es mandarle un recado, esto es, más trabajo y algo más “alma”. “La consejera lo que tiene que hacer ahora, y su equipo, es afanarse en localizar los errores que ha habido en el protocolo, reunirse con la asociación Amama para que nos faciliten y nos ayuden a localizar a esas pacientes y, por tanto, tiene que dedicarse en cuerpo y alma a su trabajo actual y no a entrar en una crisis de gestión en una consejería tan importante como la de Salud. No está la Consejería de Salud para vaivenes, para cambios y modificaciones. Tenemos que trabajar con más ahínco y determinación y más eficacia”, ha sentenciado.

La Consejería de Salud no tenía concertado este miércoles ninguna reunión con la asociación Amana, que es de quien parte la denuncia pública por la situación de al menos una docena de mujeres la semana pasada. En cambio, el grupo parlamentario socialista sí anunció por la mañana una reunión con esta entidad, prevista para las 16.00 horas. Moreno era consciente de ello, y ha pedido “ayuda” a la asociación Amama para localizar los fallos del protocolo, y para que se reúnan con la consejera “a la mayor brevedad posible”.

El Gobierno andaluz ha ampliado el rango de los cribados para el diagnóstico precoz de cáncer de mama, que va de los 49 a los 71 años. Es una prueba que se hace de manera periódica cada dos años y que realizan medio milón de mujeres al año. De enero a agosto, el SAS ha identificado a tiempo 1.800 cáncer de mama que, dice Moreno, “han salvado vidas”. El presidente de la Junta ha insistido en que “no tienen constancia” de la gravedad de la situación que han denunciado estas mujeres, y ha prometido que se “va a revisar uno a uno” cada caso, así como “el protocolo de detección precoz para evitar más errores”.

El PSOE, por su parte, ha pedido la dimisión de Hernández y ha puesto el acento en la derivación de las pruebas de cribado de cáncer de mama a la sanidad privada. Su portavoz parlamentaria, María Márquez, asegura que son “la mayoría”, aunque no ha cuantificado el dato ni aclarado dónde exactamente se han producido esos fallos de protocolo que retrasaron tanto el diagnóstico de las mujeres afectadas.