El PP andaluz comete uno de esos errores que se pagan caro

El PP andaluz comete uno de esos errores que se pagan caro

‘Política para supervivientes’ es una carta semanal de Iñigo Sáenz de Ugarte exclusiva para socios y socias de elDiario.es con historias sobre política nacional. Si tú también lo quieres leer y recibir cada domingo en tu buzón, hazte socio, hazte socia de elDiario.es

Hay un principio que es imprescindible en un Gobierno. Podemos llamarlo la tercera ley de la termodinámica política: no la cagues en los meses anteriores a unas elecciones. Es casi mejor no hacer nada especial antes que arriesgarse a un patinazo que es muy posible que los votantes recuerden al ir a las urnas. 

El caso del retraso en el seguimiento de al menos 2.000 posibles casos de cáncer de mama en Andalucía es lo peor que le podía pasar a Juanma Moreno, que se preparaba para una campaña electoral bastante plácida. Políticamente, claro. Lo peor es el miedo o incertidumbre a las que se enfrentan esas mujeres. Recibieron un diagnóstico previo “no concluyente” de cáncer de mama y no se les había llamado para confirmar o descartar la enfermedad.

También es un problema si el ministro o consejero demuestra una total falta de comprensión. Aún peor si intenta tapar el escándalo. La consejera de Salud, Rocío Hernández, dijo al principio que eran “cuatro casos aislados”. Pasar de cuatro a 2.000 en cuestión de días es un salto notable. Hernández no se lució en la reunión que mantuvo con la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama) y demostró una clara falta de empatía. Las representantes de Amama afirmaron después que la consejera les “riñó” por “haber politizado” el asunto. Para los anales de la falta de inteligencia política, hizo lo que nunca se debe hacer en caso de crisis: restarle gravedad. “Pero es que ustedes ven el vaso medio vacío”, les respondió. Menos mal que no dijo que estaban viendo el tumor medio lleno.

Una vez que el tema apareció en los titulares, Moreno reconoció que no podía cometer más errores. Digamos que quiso ser el antiMazón. Nada de decir que no es para tanto e irse a comer a un restaurante. Ordenó a su consejera que se reuniera con las denunciantes “mejor hoy que mañana”. Seguro que no estaba pensando en que Hernández les iba a echar una bronca. Él es quien la nombró para el puesto, así que tampoco puede quejarse.

Moreno ha prometido que se contactará con cada una de las mujeres a las que no se informó de sus análisis. Como es habitual en política, ha doblado la apuesta. El cribado de cáncer de mama se extenderá a las mujeres de entre 45 y 75 años, lo que hará que el programa alcance a medio millón más de andaluzas (ahora son 1,3 millones). Si ahora hay retrasos al estar el servicio saturado, veremos lo que ocurre con más pruebas y más pacientes, y muy probablemente el mismo personal en las mismas instalaciones.

Por una de esas coincidencias de la vida, Moreno se fue el jueves a Torremolinos para inaugurar la ampliación de un centro de salud. Sonrisas. Abrazos a las pacientes. Fotos que aparecen de inmediato en Facebook, Instagram y Twitter. Todo muy natural y tierno.

La situación se agrava cuando la polémica afecta a un problema en el que ya estás con números rojos. La sanidad es el segundo problema para los andaluces, según el Barómetro de Opinión Pública de Andalucía, sólo por detrás del paro y por delante de la vivienda. Esa misma encuesta de junio concede la mayoría absoluta al PP con un 41,7% y más de veinte puntos de ventaja sobre el PSOE. Le da entre 55 y 57 escaños (la mayoría absoluta está justo en 55). Un mínimo desliz y Moreno puede perderla. 

¿Lo aprovecharán los socialistas? Su problema es el mismo que el de la semana pasada. Su candidata a la presidencia, María Jesús Montero, no está pisando las calles andaluzas, sino en su despacho ocupándose de los asuntos de la Vicepresidencia y del Ministerio de Hacienda, que no dejan mucho tiempo libre. 

Si analizamos casos de incompetencia política, siempre hay que colocar al alcalde de Madrid cerca de las primeras posiciones. No se le ocurre otra cosa que apoyar una propuesta de Vox que obliga a las mujeres a ser informadas de un supuesto “síndrome posaborto”. Supuesto es decir demasiado. Es sólo un intento de coaccionar a las mujeres que desean interrumpir su embarazo.

La primera reacción de la dirección del PP fue dar su aprobación. Está en la línea de no permitir que Vox se haga con una bandera que les pueda seguir dando votos. “La información nunca es un problema”, dijo Ester Muñoz en el Congreso. Es lo que tiene hablar sin pensar antes. La primera reacción de la dirección del PP fue dar su aprobación. Está en la línea de no permitir que Vox se haga con una bandera que les pueda seguir dando votos. “La información nunca es un problema”, dijo Ester Muñoz en el Congreso. Es lo que tiene hablar sin pensar antes. “Almeida no midió bien la polémica que se abría con esto. No ha estado muy hábil, todos sabemos que al PP no le gusta nada el tema del aborto y todo lo que sea tocarlo es un error”, dijo un dirigente del PP a El País.

Dos días después de la votación, Almeida reconoció lo que ya debería haber sabido. Ese síndrome “no es una categoría científica reconocida”. Para entenderlo mejor, se lo inventó gente que lucha contra el derecho al aborto. 

Ninguna mujer será obligada a escuchar esa información, dice Almeida. ¿Pero qué información puede facilitar un profesional sanitario sobre algo que no está respaldado por la ciencia, algo que no existe, excepto para los antiabortistas? 

Como al PP no le interesa pedir la ilegalización del aborto por las consecuencias que tendría en las urnas, periódicamente apoya iniciativas que intentan restringirlo. Todas se basan en la coacción psicológica. Es el caso de la última idea de Isabel Díaz Ayuso –este es un campo que siempre provoca sobresaltos– que ha propuesto “enlazar” a las mujeres que quieren abortar con parejas que buscan adoptar un bebé o que están pensando en recurrir a la gestación subrogada en el extranjero, que es ilegal en España. Sobre el deseo de una mujer de no culminar su embarazo, ¿cuál es la parte que es difícil de entender?

No hay que perderse ni un discurso de Feijóo


Feijóo piensa en su próxima frase genial.

Los discursos de Feijóo son una mina a cielo abierto. Sólo hay que agacharse y recoger una pepita de oro de un tamaño notable. En una intervención en un acto del Partido Popular Europeo, nos ofreció una perla que no nos merecemos: “Europa ha despertado. Ha salido de la cárcel ideológica de una izquierda que le vendía que era bueno empobrecerse, que era bueno estancarse y que era buena la democracia más que la prosperidad”. ¿Pero qué es eso de elegir la democracia antes que ganar dinero? ¿A dónde nos va a llevar la izquierda, por amor de Dios y de la cuenta de resultados?

El libro de la dana


El libro de Sergi Pitarch.

Ya está en las librerías ‘Las horas del caos’, el libro de Sergi Pitarch, jefe de eldiario.es en la Comunidad Valenciana, sobre el día en que Valencia sufrió la tragedia de la dana. Están las historias de las personas que murieron en la riada, contadas por sus familiares, y el relato de lo que hicieron, y sobre todo no hicieron, las autoridades valencianas que tuvieron en su mano salvar muchas de las vidas que se perdieron. Ahora que Carlos Mazón intenta ponerse medallas con la reconstrucción y obvia su conducta ese día, es más importante que nunca saber lo que pasó. Otros intentarán contar una historia diferente. 

Aquí puedes leer un fragmento del libro.