
Informes veterinarios constatan «el dolor y estrés» que producen en los burros las pruebas de arrastre de piedra en fiestas
El documento concluye que en las ‘asto probak’ se observa que los burros tiran de la piedra con la cabeza muy levantada, lo que es un signo de «estrés, miedo y deseo de huir» y que ponen expresiones de «dolor, malestar y evitación por miedo», como la retirada de la cabeza ante la vara con la que los golpean
Vecinos de Leioa inician una recogida de firmas para acabar con las pruebas de arrastre de piedra con animales en fiestas
El arrastre de piedra es un deporte rural muy extendido Euskadi y otras zonas del país, especialmente en la modalidad de arrastre de piedra por bueyes, aunque también se celebran competiciones de arrastre de piedra por hombres, por burros, por mulas o por caballos. La modalidad de arrastre de piedra por burros, o ‘asto probak’ es una que se sigue llevando a cabo a día de hoy en localidades como Leioa, Bizkaia. Ahora, un informe veterinario solicitado a una experta por vecinos contrarios a esta práctica constata el “dolor”, “estrés”, “daño físico” y “daño psicológico” que este tipo de pruebas producen a los burros.
El informe ha sido elaborado por Teresa Gamonal, veterinaria, etóloga y directora del centro Eduquina dedicado a la formación y tratamiento de problemas de comportamiento equino tras el análisis de 54 vídeos en los que se producen las ‘asto probak’. Tras verlos, la experta identificó múltiples factores que causan “un sufrimiento innecesario en los burros”. En primer lugar, destaca el “esfuerzo extremo”. “Las ‘asto probak’ son una actividad anaeróbica de alta intensidad, lo que significa que requiere un gran esfuerzo en un corto período de tiempo. Los burros, que pesan alrededor de 400 kg, arrastran una piedra de 700 kg, por ejemplo, en repeticiones de 15 segundos con 6 segundos de descanso durante un total de 20 minutos. Aunque se descuente el tiempo de descanso, el esfuerzo se prolonga por 14 minutos, un tiempo considerablemente más largo que los tres a seos minutos de duración máxima de otras pruebas reguladas con équidos”, detalla la veterinaria, que afirma que esta prolongación del esfuerzo causa “un sufrimiento injustificado en los burros”.
En segundo lugar, la experta detecta “signos de dolor y estrés” durante y tras la práctica. “Los burros reaccionan al estrés con una inmovilidad estoica, un comportamiento que les ayuda a no parecer vulnerables a sus posibles depredadores. Por esta razón, el malestar debe identificarse a través de sus expresiones corporales y faciales. En las ‘asto probak’, se observa que los burros tiran de la piedra con la cabeza muy levantada, lo que es un signo de estrés, miedo y deseo de huir”, destaca el informe que también señala expresiones de “evitación por miedo”, como la retirada de la cabeza ante la vara, así como expresiones de dolor o malestar en la cara, como tensión en la zona de las fosas nasales, arrugas sobre los belfos y ojos con la ceja elevada.
La tercera de las conclusiones a las que llega el informe es que las ‘asto probak’ supone para estos animales “un castigo físico y psicológico”. “Hay varias formas de castigo utilizadas en las ‘asto probak’. Los gritos generan reacciones de evitación en los burros debido a un entrenamiento previo que asocia el grito con el dolor. También se observan tirones de riendas y golpes con la vara o akullu”, sostiene la experta, que destaca que el reglamento de la Federación de Herri Kirolak permite el uso de la vara, pero a diferencia de en Euskadi, en la Comunidad Valenciana, donde también se llevan a cabo actividades con animales, el uso de la vara se considera maltrato animal. “En Euskadi también se utiliza una serreta, una pieza metálica dentada que se coloca sobre el hueso nasal del burro, cubierta con una cinta que no elimina el dolor de la presión”.
Según concluye la experta, las actividades que se basan “en el miedo o el dolor por castigo y que implican altos niveles de estrés son incompatibles con el bienestar animal”. Además, recuerda que la Ley 17/2021 reconoce a los animales como seres sintientes, lo que implica que su bienestar no solo es físico, sino también emocional y sostiene que la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSAOIE) también recomienda evitar actividades que causen sufrimiento a los équidos de trabajo.
Para evitar que siga ocurriendo, los vecinos de Leioa, además de varias protestas cada vez que se acerca la fecha de la celebración del evento, concretamente a finales de agosto en las fiestas de San Bartolomé, han iniciado una recogida de firmas a través de la asociación Leioa Contra el Maltrato Animal para la presentación de una iniciativa popular que solicite al Ayuntamiento la sustitución de las ‘asto probak’ por “una actividad que no genere sufrimiento, sino unión y diversión”.
Además de la prueba en sí, la asociación animalista lamenta que hay “otros factores perjudiciales para los animales, como las condiciones de traslado, las temperaturas, el ambiente ruidoso y las heridas causadas en las patas por las estructuras metálicas que conectan al burro con la piedra”. “Todas estas circunstancias hacen que una prueba que genera tanto sufrimiento a los animales no pueda formar parte de las fiestas, ni ocupar espacios públicos, ni recibir subvenciones municipales. Consideramos que las ‘asto probak’ deberían sustituirse por una actividad vinculada a la tradición vasca y que dé uso al carrejo existente, como podría ser el arrastre de piedra por personas (giza probak). Pero ni la Comisión de fiestas del barrio de San Bartolomé ni el Ayuntamiento de Leioa están dispuestos a admitir que están organizando, autorizando y subvencionando una actividad que genera maltrato animal”, sostienen.
La iniciativa popular cuenta con dos solicitudes para el Ayuntamiento de Leioa: la primera, que las ‘asto probak’ se sustituyan por “una actividad que una y divierta, sin sufrimiento” y, la segunda, “que el Ayuntamiento no organice, subvencione ni conceda permiso para la utilización de espacios o edificios públicos a ninguna fiesta o evento que incluya en su programa pruebas de arrastre de piedra con animales”. “Firmar esta iniciativa popular nos da la oportunidad de crear unas fiestas en San Bartolomé respetuosas con los animales, en las que todas y todos podamos disfrutar. Otros municipios vecinos avanzan eliminando espectáculos con animales, y Leioa también puede. Es hora de que avancemos juntos hacia un Leioa más ético y moderno”, detalla Lola Azpitarte, una de las portavoces de Leioa Contra el Maltrato Animal.
Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Leioa señalan a este periódico que “las ‘asto probak’, que se desarrollan en el marco de las fiestas del barrio de San Bartolomé, cuentan con los permisos pertinentes de Diputación, están sujetas a la normativa foral referente al control de sanidad y bienestar de los animales que participan en deportes rurales”. “Esta no es una actividad propuesta por el Ayuntamiento de Leioa, sino que se desarrolla a petición e iniciativa de la Comisión de Fiestas de San Bartolomé; compuesta por vecinos y vecinas del barrio. Es decir, que es una actividad que se desarrolla porque vecinos y vecinas así lo solicitan”, concluye el Consistorio.