Tres meses de huelga del helicóptero de emergencias de Cantabria y Euskadi: entre la precariedad y las vidas en riesgo

Tres meses de huelga del helicóptero de emergencias de Cantabria y Euskadi: entre la precariedad y las vidas en riesgo

Las mejoras comprometidas hace más de un año no llegan y la situación actual supone un retroceso para los trabajadores, mientras el servicio de Salvamento Marítimo «cada vez está más debilitado»

Antecedentes – Las emergencias aéreas, al borde de la huelga: “Solo las empresas se benefician del aumento de fondos públicos”

Han pasado ya tres meses desde que los trabajadores del helicóptero de Salvamento Marítimo con base en Santander iniciaron una huelga indefinida, y la situación no solo no ha mejorado, sino que ha dado un paso atrás. Lo que comenzó como una promesa de mejoras en las condiciones de la base y en la cobertura de emergencias en el mar Cantábrico se ha transformado en un conflicto laboral enquistado que amenaza seriamente la seguridad de los rescates.

Y es que según denuncia el Sindicato Libre de Trabajadores Aéreos (SLTA), convocante del paro, las mejoras comprometidas hace más de un año nunca llegaron y la empresa Avincis, que gestiona el servicio de Salvamento Marítimo con medios aéreos, ha adoptado decisiones que, según los propios trabajadores, lejos de reforzar la base de Santander, “han supuesto un paso atrás en su operatividad”.

La base de Santander es la encargada de cubrir las emergencias en las aguas de Cantabria y Euskadi, un tramo de costa sin el ‘back-up’ de otra base próxima, a diferencia de lo que ocurre en Galicia, donde Santiago y A Coruña pueden reforzarse mutuamente.

Según explican los trabajadores, esta diferencia es crucial: mientras en Galicia una avería o una emergencia prolongada puede ser suplida rápidamente con otro helicóptero, en Cantabria o el País Vasco el retraso puede significar que un rescate se convierta en búsqueda de náufragos, tal y como denunciaron en elDiario.es hace más de un año.

“En Galicia, si hay un barco a 100 millas de Finisterre, el helicóptero de A Coruña sale de inmediato y puede contar con el de Santiago como apoyo. Pero si la emergencia ocurre a 90 millas de Cabo Mayor (Santander), el escenario puede ser muy distinto: se puede pasar de evacuar tripulantes a buscar supervivientes de un barco ya hundido”, advierten desde SLTA en declaraciones a este periódico.

En este sentido, el origen del conflicto se remonta más de un año atrás. En verano de 2024, desde el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que dirige Óscar Puente (PSOE) -departamento al que pertenece la empresa pública SASEMAR, de la que a su vez depende la privada Avincis que gestiona el servicio- se aseguró a este periódico que para septiembre estaba prevista “una mejora de los turnos que avanzase en la operatividad” de la base santanderina.

La clave era implantar un sistema de guardias mixtas, con presencia física de día y guardia localizada de noche, evitando así los tiempos muertos en los que el helicóptero debía quedarse en tierra por los descansos obligatorios de las tripulaciones.

La diferencia no es menor: en las guardias de presencia física, el equipo está en la base, como los retenes de bomberos, listo para despegar en apenas 10 o 15 minutos. En cambio, en la guardia localizada, las tripulaciones deben desplazarse hasta el aeropuerto desde sus domicilios una vez activados, lo que retrasa la salida del helicóptero hasta un máximo de 45 minutos, una diferencia de tiempo que puede ser determinante en un rescate marítimo desde el aire.

El compromiso alcanzado entre la empresa y SASEMAR incluía ampliar la plantilla y acondicionar las instalaciones de Santander para permitir esta presencia física. Sin embargo, las obras nunca se realizaron y, poco después, la plantilla recibió la primera noticia negativa: se demoraba la implantación de las guardias mixtas porque “la base no había sido acondicionada”.

Y en abril de 2025, en lugar del modelo prometido, la empresa implantó dos tripulaciones en turnos de día y de noche, pero ambas en régimen de guardia localizada. “Entendemos que con el beneplácito de SASEMAR”, denuncian desde el sindicato.

Pero es que la situación se ha complicado aún más este verano. El 19 de agosto de 2025, la plantilla fue informada de que a partir del 20 de septiembre la base volvería al sistema de guardia localizada 24 horas, es decir, sin ningún tramo de presencia física en la misma, por “la falta de personal para cubrir el resto de bases de España”. Ante esta situación, SLTA critica la decisión de la empresa de “no reforzar las plantillas, la fuga de talento, el olvido de SASEMAR con el servicio de Salvamento Marítimo con medios aéreos y las paupérrimas condiciones laborales de los trabajadores”.

La huelga indefinida y la vía judicial

El malestar laboral estalló el 1 de julio de 2025, cuando el sindicato convocó una huelga indefinida que se mantiene activa tres meses después, y de la que “no hay visos de ser desconvocada dada la política de precarización de la empresa Avincis”.

Así pues, y ante el nuevo retroceso al sistema de guardia localizada 24 horas, el comité de huelga, integrado únicamente por representantes de SLTA, ha interpuesto una demanda por conflicto colectivo en el Juzgado de lo Social número 2 de Santander, con el objetivo de frenar la medida.

El fondo del problema es que, mientras nueve de las once bases de helicópteros de Salvamento Marítimo en España funcionan con presencia física y activación inmediata, la de Santander se ha quedado como una de las excepciones. Y lo hace en un litoral con gran actividad pesquera, comercial y recreativa.

“El objetivo no es otro que garantizar la cobertura de la costa cántabra y vasca los 365 días del año las 24 horas al día, además de denunciar la impunidad con la que actúa la empresa alterando la vida de los trabajadores de la base saltándose la normativa en materia laboral”, concluyen desde SLTA. Tanto la empresa Avincis como la sociedad pública SASEMAR han rehusado hacer declaraciones y contestar a las preguntas de elDiario.es sobre este conflicto.