Las vacaciones otoñales del presidente de la Xunta incendian la política gallega con acusaciones de desprecio institucional

Las vacaciones otoñales del presidente de la Xunta incendian la política gallega con acusaciones de desprecio institucional

El Gobierno gallego se niega a desvelar el destino del viaje, fuera de España, con el argumento de que es un asunto privado

Rueda se toma vacaciones para compensar los días de verano en los que visitó zonas afectadas por los incendios

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se ha tomado una semana de vacaciones este mes de octubre. Fuentes del Gobierno gallego informaron de que los días de descanso eran una compensación por haber tenido que cancelar en agosto sus vacaciones familiares debido a los enormes incendios forestales que asolaron la provincia de Ourense. Confirman que está de viaje fuera de España y que vuelve el próximo lunes, día 13. Lo que se niegan a revelar es el destino, con el argumento de que es un asunto privado. Este descanso de Rueda ha implicado que haya delegado los asuntos de Presidencia en uno de sus conselleiros. Y coincide con una semana en la que correspondería, con los turnos habituales, que hubiese un pleno del Parlamento. Pero no lo hay, debido a un cambio solicitado por el presidente de la Cámara, Miguel Santalices (PP), lo que ha llevado a la oposición a criticar lo que consideran otra muestra de “desprecio institucional” de la formación conservadora.

El Gobierno gallego informó de las vacaciones el domingo por la tarde, unas horas antes de que se hiciese efectiva la sustitución de Rueda por el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo. El Diario Oficial de Galicia (DOG) publicó este lunes, 6 de octubre, el decreto en el que se formaliza y que se limita a exponer que Rueda está ausente y que desde el día 6 hasta su vuelta lo sustituye Calvo. El texto es similar al publicado en otras ocasiones con motivo de viajes -esta vez sí, institucionales-. Calvo se ocupó ya el lunes de presidir la reunión semanal del Consello y comparecer después ante los medios para explicar los acuerdos.

Pero ha sido la modificación del calendario en el Parlamento la que ha levantado más polvareda. Los trámites para posponer el pleno evidencian que el cambio estaba acordado ya en julio, antes de que empezasen los grandes incendios del pasado verano.

La Mesa del Parlamento recibió el 1 de julio de este año una propuesta del calendario del siguiente periodo de sesiones, el que comenzó en septiembre. En esos documentos se fijaba, como es habitual, un pleno cada dos semanas -es decir, una semana sí y una no-. Según confirman fuentes de la Mesa, justo antes de acabar ese mes y entrar en agosto, que es inhábil, la Presidencia del Parlamento comunicó otro calendario con un cambio: no habría pleno los días 7 y 8 de octubre y, a cambio, sí lo habría los días 14 y 15. Eso implicaba una acumulación de las sesiones plenarias, dado que están previstas de nuevo para el 21 y 22 de este mes.

No hubo dificultades para sacar adelante la modificación: la alteración del calendario se presentó como necesaria por cuestiones de agenda del presidente de la Xunta, según aseguran los grupos de la oposición, que señalan que pensaron en un viaje institucional, pero que ese punto no se aclaró. La versión del Parlamento es que la agenda a la que se referían era la de otro presidente, el del Parlamento. Y que fue el propio Santalices quien hizo la solicitud del aplazamiento por una cuestión personal, pese a que sus ausencias las cubren habitualmente en las sesiones plenarias alguna de las vicepresidentas.

La diputada del PSdeG Lara Méndez criticó este lunes la manera de realizar la modificación, que relacionó con el descanso de Rueda. Indicó que “ya en el mes de julio se sabía que el pleno se iba a retrasar por cuestiones de agenda”. “Lo que no sabíamos es que esas cuestiones eran unas simples vacaciones”, añadió y consideró que esta decisión es “el enésimo desprecio institucional del PP”. También el BNG ha reaccionado. Su líder, Ana Pontón, manifestó que sería “un auténtico escándalo” que el cambio se debiese a un viaje privado del presidente de la Xunta. Y parafraseó el comentario que hizo este verano el presidente del PP en España, Alberto Núñez Feijóo, sobre los periodos de descanso: “Las vacaciones solo están sobrevaloradas cuando no se trata de un presidente del Partido Popular”.

Bodas y reuniones del PP, otros motivos para cambiar agenda

No es la primera vez que Alfonso Rueda adapta su agenda institucional para atender otros asuntos o que delega en alguno de sus conselleiros durante su ausencia. Tras las elecciones autonómicas de febrero de 2024, cuando se estaba elaborando el calendario para investir presidente a Rueda, que había ganado con mayoría absoluta, un evento se cruzó en los cálculos. Los tiempos previstos en el Parlamento de Galicia iban a hacer coincidir el nombramiento con la boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que se celebró el 6 de abril de ese año. El enlace terminó condicionando la actividad parlamentaria gallega y la investidura fue finalmente después, el 11 de abril.

Además, la de este lunes fue la cuarta ocasión en la que Rueda se ausenta esta legislatura del Consello o su comparecencia posterior. En esta, el motivo fueron sus vacaciones; en las tres anteriores el presidente gallego optó por acudir a reuniones del PP. Ocurrió el 22 de julio de 2024, cuando se desplazó a Madrid para estar en la directiva nacional del PP. Su sustituto, de nuevo Diego Calvo, lo justificó: “Este es un gobierno coral; se trabaja en equipo”. El 28 de octubre del mismo año, Rueda sí presidió la reunión del Consello, pero no se quedó a la rueda de prensa -la dio la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez- porque se fue al comité ejecutivo nacional del PP. Se dio una situación similar el 19 de mayo de este año, cuando hubo junta directiva nacional del partido, a la que el presidente gallego acudió en lugar de al Consello.