
El mayor conjunto de mosaicos romanos de España fue descubierto por casualidad y está en este pequeño pueblo
Un descubrimiento fortuito permitió estudiar la arquitectura, la vida cotidiana y los ritos funerarios de sus antiguos habitantes, que ahora se pueden conocer en profundidad en la Villa Romana de La Olmeda
La única muralla romana que rodea una ciudad está en España: está reconocida por Unesco y mide más de 2.000 metros
Pedrosa de la Vega, un pequeño municipio de Palencia, guarda un yacimiento arqueológico fundamental para conocer la Hispania romana: la Villa Romana de La Olmeda. Destaca porque conserva el mayor conjunto de mosaicos privados que se conoce en España, con más de 1.450 metros cuadrados de suelos decorados. Fue construida en el siglo IV, durante el Bajo Imperio Romano, y funcionaba como una gran finca agrícola. Gracias a las excavaciones y estudios se ha podido reconstruir cómo vivían sus habitantes, cómo estaban organizados los espacios y qué costumbres funerarias seguían.
La residencia principal se organiza alrededor de un patio central y cuenta con salas de recepción, habitaciones y zonas de servicio, además de un pequeño complejo de baños. Los mosaicos que cubren los suelos muestran escenas de caza, motivos geométricos y episodios mitológicos, y ayudan a entender la posición social y las creencias de quienes vivían allí. También se han encontrado necrópolis cercanas, que aportan pistas sobre los ritos funerarios de la época. Por todo esto, La Olmeda se considera uno de los yacimientos más completos de nuestro país.
El descubrimiento de la villa fue casual. En 1968, el propietario de los terrenos vio fragmentos de mosaicos mientras trabajaba en la finca. Ante la importancia del hallazgo, se organizaron excavaciones con la colaboración de la Diputación Provincial de Palencia. Desde entonces, la Fundación Villa Romana de La Olmeda se ha encargado de cuidar, investigar y abrir el yacimiento al público.
Para proteger los mosaicos y las estructuras, la villa se cerró al público en 2005 para realizar obras de conservación y levantar un edificio que cubriera el yacimiento. En 2009 se reabrió con la nueva instalación, que permite que los visitantes vean los mosaicos y el resto de la villa sin que se deterioren por el clima. Desde 1996, la villa está declarada Bien de Interés Cultural y ha recibido premios internacionales por su conservación.
La Villa Romana de La Olmeda
La Olmeda tiene una planta cuadrada y gira alrededor de un patio central. Entre sus estancias más destacadas está el oecus, la sala de recepción, donde se encuentra un mosaico central de 175 metros cuadrados. Este mosaico se divide en tres partes: la zona central muestra escenas de caza, los laterales representan episodios mitológicos y algunos medallones muestran las estaciones del año. Las teselas, de distintos colores de mármol, permiten ver con detalle los dibujos y cómo se organizaban los motivos.
Mosaico que representa escenas de caza del Oecus.
Además del oecus, la villa tiene un pequeño edificio termal y varias habitaciones y zonas de servicio vinculadas a la vida diaria y a la producción agrícola. Las excavaciones también encontraron tres necrópolis con más de 700 tumbas, que ayudan a entender los ritos funerarios y la sociedad de la época. Muchos de los objetos hallados, como utensilios y elementos funerarios, se muestran en el Museo Monográfico de La Olmeda, en Saldaña.
El edificio de protección permite que los visitantes puedan recorrer la villa sin riesgo de dañar los mosaicos. Las restauraciones también han asegurado que los suelos y las paredes se mantengan estables. Gracias a estos trabajos, la villa recibió reconocimiento internacional, incluido el Premio Europa Nostra.
La Villa Romana de La Olmeda está abierta de martes a domingo, de 10.30 a 18.30 horas, aunque no se permite entrar 15 minutos antes del cierre. La entrada general cuesta 5 euros, mientras que estudiantes, familias numerosas y jubilados pueden acceder con la entrada reducida de 3 euros. La Olmeda también forma parte de una ruta de villas romanas en Palencia, y su visita se puede combinar con el Museo Monográfico de Saldaña, que muestra más materiales sobre la vida cotidiana y funeraria en la Hispania romana.