
Mazón tiene un plan para sobrevivir a los vídeos del Cecopi
El president sigue sin pestañear en su relectura del 29O e insiste en que faltaba información, obviando que los vídeos muestran cómo se informó a la exconsellera Pradas desde la mañana e ignorando que el agua que está arriba acaba bajando
Lo que prueban los vídeos del Cecopi que la Generalitat ocultó a la jueza: Pradas al mando y alusiones al barranco del Poyo
Los vídeos del Cecopi, esos que la Generalitat Valenciana le dijo a la jueza que no tenía en marzo y que sí tenía, han dado la vuelta al relato del 29 de octubre y han remachado la cúspide de culpas y miserias tras un año de investigación judicial. Ya era evidente que el día de la DANA hubo avisos, pantallas, llamadas y técnicos alertando –algo que estaban dejando claro informes y testigos en el juzgado de Catarroja– pero ahora hay varios vídeos con cara y voz que muestran que la exconsellera Salomé Pradas fue informada desde la mañana de los puntos críticos y, a las cinco de la tarde, del Es-Alert.
Las imágenes desmontan el castillo de excusas que Carlos Mazón ha construido sobre la falta de avisos, pero él sigue adelante con su plan, que es quedarse cueste lo que cueste y redoblando la apuesta. Ahora, en sus primeras entrevistas, se aferra a que si bien Aemet y CHJ avisaron por la mañana, no le avisaron de la crecida repentina del Poyo por la tarde, obviando que un president de la Generalitat debería conocer y haberse tomado más en serio los riesgos del ciclo del agua que nos impartieron en EGB. Pedir que sepa que ramblas secas como esa son avenidas relámpago y especialmente peligrosas y vigilables quizás ya sea demasiado pedir.
Que hayamos podido ver estos vídeos que en tal mal lugar dejan al Consell es un hecho casi milagroso, porque aparecieron por la tangente, fruto del afán periodístico y no de la colaboración institucional con la justicia que tanto ha cacareado el president Mazón. Después de que RTVE emitiera uno de esos brutos que custodiaba À Punt, y de que en él se viera que había un cámara de una productora, la jueza pidió todos los vídeos posibles de nuevo. Ahora sí, a la segunda, la Generalitat los ha encontrado en los cajones.
Además de las posibles responsabilidades judiciales que suponen, sobre todo para Salomé Pradas, esas imágenes son el relicario de las más miserables bajezas de quienes quieren ser importantes pero no responsables. Evidencian que se movilizó a una productora para filmar a la consellera vestida de “rojo emergencia” haciéndose la líder, apuntando a boli “rambla del pollo” –si no sabía cómo se llamaba, es deducible que no supiera dónde estaba– pero no se movilizó a agentes medioambientales para vigilar ramblas, por ejemplo. Que la tele te saque el lado bueno, aunque no sepas ni lo que estás haciendo.
También se ve a personas hablando en una sala sin que Pradas tome ninguna decisión en momentos que iban a ser decisivos y agónicos para miles de personas. Más tarde se ve a un Mazón recién caído de otro planeta cuyos ojos vidriosos se preguntan qué ha pasado y qué está pasando, sin acertar a entender, y mucho menos a gestionar.
La lectura de todo esto en el Palau de la Generalitat podría ser bajar los brazos y despedirse: te han pillado en unos vídeos que estaban destinados a no ver jamás la luz, pero la han visto y, con ellos, todas las costuras de un gobierno autonómico incapaz de entender ni atender lo que le estaban diciendo correos, técnicos y llamadas de auxilio. Pero Mazón no piensa desistir ahora que ha pasado el Rubicón y, con motivo del Día de la Comunitat Valenciana, se prodiga en entrevistas en las que dobla su apuesta e insiste, aún más fuerte, que no había información.
La estrategia es que cualquier cosa que estorbe, aunque sea la verdad, se aparte de tu camino. A Carlos I, El Superviviente, nada le para. Ni los datos, ni la realidad ni las vergüenzas que quedaron encapsuladas y visibles para siempre en unos vídeos que ni le interesan ni le mortifican.