László Krasznahorkai gana el Premio Nobel de Literatura 2025

László Krasznahorkai gana el Premio Nobel de Literatura 2025

Sucede a la surcoreana Han Kang, ganadora del reconocimiento concedido por la Academia Sueca el año pasado

Los favoritos al Nobel de Literatura 2025: de los clásicos Murakami y Margaret Atwood a la irrupción de Rivera Garza

László Krasznahorkai ha ganado el Premio Nobel de Literatura 2025, por su obra convincente y visionaria que, en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte“. Así lo ha anunciado este jueves la Academia Sueca desde su sede situada en Estocolmo. Sucede a la surcoreana Hang Kang, ganadora del año pasado. El autor figuraba como favorito dentro de las apuestas, que incluían otros nombres como Amitav Ghosh, Gerald Murnane, Haruki Murakami, Cristina Rivera Garza, Margaret Atwood y Thomas Pynchon.

El galardonado nació en Gyulka, al sureste de Hungría, cerca de la frontera con Rumanía, en 1954. Estudió Derecho y Lengua y Literaturas Húngaras y, tras trabajar varios años como editor, se convirtió en escritor. En 1987 abandonó la Hungría comunista y se trasladó al Berlín Occidental para obtener una beca. Durante los noventa pasaría largos períodos en Mongolia y China, y más adelante en Japón. Todos ellos escenarios que influyeron estética y estilísticamente en su manera de escribir.

Su primera novela, Satantango (1985) sigue siendo su obra más conocida, junto a Melancolía de la resistencia (1989). Ambas fueron llevadas al cine de la mano de su director y amigo Béla Tarr. En su revelador debut retrató a un grupo de residentes indigentes de una granja colectiva abandonada en la campiña de su país, justo antes de la caída del comunismo. En ella reinan el silencio y la anticipación hasta que el carismático Irimiás y su compinche Petrina, a quien todos daban por muertos, aparecen repentinamente en el lugar. Para los residentes se aparecen como si fueran mensajeros de esperanza o del juicio final.

El elemento satánico al que hace alusión el título del libro está presente en su moral esclava y en las pretensiones del embaucador Irimiás que, tan eficaces como engañosas, deja a casi todos ellos enredados en sus propias redes. Todos los personajes aguardan a que ocurra el milagro, una esperanza que desde el inicio se ve lastrada por el lema kafkiano que introduce la novela: “En ese caso, lo perderé por esperarlo”.

Tras leer La melancolía de la resistencia (1998), Susan Sontag le coronó como ‘maestro del apocalipsis’ de la literatura contemporánea. Krasznahorkai retrató en esta obra un mundo plúmbeo y totalitario, dominado por fuerzas ciegas e impersonales. Un escenario humano desolador en el que la inteligencia es anulada por la fuerza bruta y la violencia, y en el que el caos arrastra irremediablemente a unos personajes que, entre el conformismo y la insignificancia, no aciertan a crear un orden nuevo menos cruel y gris. El estallido de violencia no alcanza el rango de revolución y la vida transcurre dentro de esta pequeña y anónima ciudad húngara sumida en una atmósfera de terror y amarga ironía.

Un año después, en Guerra y guerra (1999) puso el foco más allá de la frontera de Hungría, permitiendo al humilde archivista Korin decidiera, como acto final de su vida, viajar desde Budapest a Nueva York para poder, por un momento, ocupar su lugar en el centro del mundo. De vuelta a casa, en los archivos, ha encontrado una epopeya antigua excepcionalmente hermosa sobre guerreros que regresan y que espera dar a conocer al planeta.

Esta picaresca novela anticipó El regreso del barón, de 2019, enfocada esta vez en el regreso a la patria. En concreto, del barón al que hace mención su título que, tras pasar buena parte de su vida exiliado en Argentina, decide volver a su Hungría natal con la esperanza de reencontrarse con su amor de adolescencia. Sin embargo, su retorno siembra la confusión en el pueblo, ya que muchos de sus habitantes lo reciben como a un rico benefactor capaz de salvarles de la fatalidad, cuando en realidad ha dilapidado su fortuna en los casinos de Buenos Aires. En esta ola de rumores y malentendidos cada vez más extravagantes, participarán hasta los políticos y periodistas de la región.

A todas estos textos apocalípticos se suma Herscht 07769, que se sitúa en un pequeño pueblo contemporáneo de Turingia (Alemania) que también se ve afectado por la anarquía social, el asesinato y los incendios provocados. El terror del libro se desarrolla en el contexto del poderoso legado de Johann Sebastian Bach, y versa sobre la violencia y la belleza en una unión imposible. Su protagonista es el arquetipo del niño crédulo y generoso, un santo loco al estilo de Dostoyevsky, que reacciona con fuerza cuando se da cuenta de que, al igual que Voluska en La melancolía de la resistencia, ha depositado su confianza precisamente en los poderes que se esconden tras la devastación de la ciudad.

Pese a que su estilo se caracteriza por el exceso grotesco y el absurdo, sus viajes a China y Japón le llevaron a adoptar un tono más contemplativo y finamente calibrado. En esta tendencia se enmarcan títulos como Una montaña al norte, un lago al sur, caminos al oeste, un río al este y Seiobo There Below, una colección de diecisiete historias organizadas en una sucesión de Fibonacci sobre el papel de la belleza y la creación artística en un mundo de ceguera e impermanencia. El hilo conductor es el mito japonés de Seiobo que, según la leyenda, protege el jardín que, cada 3000 años, produce frutos que conceden la inmortalidad.

Otro de sus títulos más llamativos es Trabajos de pala para un palacio: Entrando en la locura de otros (2018). Este relato se desarrolla en un Manhattan embrujado por los fantasmas del gran novelista y poeta Herman Melville, que una vez vivió allí, y sus fanáticos admiradores. Ahonda sobre la maldición de la imitación, pero también en la bendición de la resistencia.