
Dar a luz en un hospital privado aumenta un 52% la probabilidad de tener una cesárea
Una investigación de elDiario.es revela por primera vez cuál es la probabilidad de dar a luz por cesárea en todos los hospitales públicos y privados de España entre 2010 y 2023
Buscador – Consulta la tasa de cesáreas de cada hospital de España
22 hospitales de España registran una tasa de cesáreas de más del 45%, es decir, uno de cada dos partos que atienden acaba en el quirófano. De esos 22, 20 son privados. De hecho, la probabilidad de tener un parto por cesárea es un 52% mayor en la sanidad privada que en la pública. Son algunas de las conclusiones de una investigación llevada a cabo por elDiario.es, que ha accedido a los datos de todos los hospitales públicos y privados de nuestro país desde 2010 hasta 2023 a través de varias solicitudes de información amparadas en la Ley de Transparencia.
Los datos muestran una gran disparidad en función del territorio y del hospital, y cuestionan la tesis principal que suele manejarse para explicar las elevadas tasas de cesáreas: el aumento de la edad media de las madres. El Instituto Nacional de Estadística publica la edad media de maternidad en cada comunidad autónoma, una cifra que no varía significativamente por territorio. Las cifras de los hospitales presentan, sin embargo, una variabilidad muy relevante, incluso cuando hablamos de centros que atienden un volumen de partos similares o que tienen un nivel de complejidad parecido. Por ejemplo, la tasa de cesáreas de Extremadura o Castilla-La Mancha prácticamente duplica a la de Euskadi y Navarra.
Los datos parten de una base de datos del Ministerio de Sanidad obtenida en virtud de la Ley de Transparencia, que remitió las cifras de partos y cesáreas de cada hospital de España entre 2010 y 2020 sin identificar el nombre del centro. elDiario.es logró vincular esas cifras a cada centro y ahora actualiza la serie incluyendo los años 2021, 2022 y 2023, los años inmediatamente posteriores a la pandemia. Haz click aquí para ver la metodología completa.
La tasa de cesáreas en cada hospital de España
Cada cuadrado representa a un hospital según el porcentaje de cesáreas entre los partos realizados entre 2021 y
2023
Fuente: elaboración de elDiario.es a partir de solicitudes de información por Transparencia
De los 22 centros hospitalarios con una tasa de cesáreas por encima del 45%, 20 son privados. Siete de ellos se podrían considerar centros con grandes maternidades donde han nacido más de 1.000 bebés tras la pandemia, como el Hospital Vithas 9 de Octubre (Valencia), el Vithas Santa Catalina (Las Palmas) o el Quirónsalud Murcia. Los dos únicos públicos en ese grupo de centros con las tasas de cesáreas más elevadas son el Hospital Virgen del Puerto (Cáceres) y el Hospital Santa Bárbara (Ciudad Real).
El siguiente ranking muestra los 22 centros hospitalarios en los que uno de cada dos partos fue por cesárea durante el periodo entre 2021 y 2023. La mayoría ya figuraban en el primer listado de hospitales con las tasas más altas de cesáreas que publicó elDiario.es en 2022.
Los hospitales donde la mitad de los partos son por cesárea
Listado de hospitales con una tasa de cesáreas por encima del 45% entre 2021 y 2023
Más allá del 30%
Los datos muestran que la tasa de cesáreas se mantiene estable en España en la última década alrededor del 24%. La Organización Mundial de la Salud (OMS) solía marcar el 15% como cifra máxima ideal: a partir de esa cifra, subrayaban, era muy probable que se estuvieran haciendo más cesáreas de las médicamente indicadas. Sin embargo, en los últimos años la tendencia es otra. En lugar de marcar una horquilla de cifras concreta (para evitar que los centros la bajen pero a costa, por ejemplo, de aumentar los partos instrumentales, y para tener en cuenta también las diferencias que pueden existir de condiciones poblaciones o económicas entre países), la OMS aboga por una cultura sanitaria en la que todas las mujeres que lo necesiten (y solo ellas) puedan acceder a una cesárea.
El organismo puso sobre la mesa la clasificación de Robson: una serie de criterios que permiten comparar los datos de hospitales en función de los grupos de edad y características de las mujeres. En España, pocos centros lo hacen y tampoco existe una lista pública que permita comparar las cifras de cada hospital en función de esos criterios.
Un centenar de hospitales españoles superan el 30% de cesáreas. “Un 30% es un dato elevadísimo, salvo que estemos hablando de una población con mucha patología”, asegura Helena Eyimi, enfermera, matrona y consultora internacional para la OMS. Sin embargo, la mayoría de los centros con estas tasas son privados, mientras que son los públicos los que suelen atender los casos complejos. “Si tienes alguna complicación y estás en un centro privado te derivan a lo público, la tendencia, incluso en mujeres que hacen un doble seguimiento del embarazo en centros públicos y privados, es elegir el primero para el parto, porque suele haber mejores recursos”, confirma la obstetra del Hospital Clínic de Barcelona y secretaria de la sección de medicina perinatal de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), Teresa Cobo.
El siguiente gráfico muestra la brecha que existe entre los hospitales de la red pública y los centros privados. De los cien hospitales que superan el 30% de cesáreas, 76 son centros del sector privado.
La
probabilidad de tener un parto por cesárea se dispara en la privada
Cada
círculo representa un hospital de España según su porcentaje de partos por cesárea entre 2021 y 2023
Fuente: elaboración de elDiario.es a partir de solicitudes de información por Transparencia
Una tendencia general
La tendencia al alza en las cesáreas es mundial. “Está sucediendo en todas partes, y es tanto de las que se hacen por elección de las madres como de las que se programan médicamente o son de emergencia. Lo que dicen los expertos ahora es que esa tendencia por ahora no va a bajar sino más bien a subir”, dice Eyimi, que apunta a un fenómeno multifactorial. “Hay que hablar del miedo de los centros a las denuncias, del tremendo aumento de la medicalización del parto y sus riesgos, del mayor número de inducciones, que aumentan el riesgo de que ese parto acabe en cesárea, y también de los intereses económicos de la sanidad privada”, prosigue la matrona, que menciona el aumento de la edad media de las madres como un factor más, pero en absoluto suficiente para justificar el alza.
La brecha entre hospitales públicos y privados sigue siendo amplia, pero se ha reducido en la última década. En 2023, los hospitales públicos registraron una tasa de cesáreas de 23,3% frente a un 38,8% en los privados, es decir, 10 puntos más. En 2010, la diferencia era de 16 puntos: los públicos registraban un 22% frente al 37,6% de los privados.
Se acorta la diferencia de cesáreas entre hospitales públicos y privados
Evolución del porcentaje de partos por cesárea entre 2010 y 2023 por hospitales públicos y privados
Fuente: elaboración de elDiario.es a partir de solicitudes de información por Transparencia
Si comparamos los datos por hospitales podemos ver cómo los centros cuya tasa de cesáreas era más elevada entre 2010 y 2020 son los que más la han reducido después y hasta 2023. Los centros que tenían tasas de cesáreas por encima del 35% entre 2010 y 2020, la redujeron en dos puntos de media entre 2021 y 2023. Por el contrario, en los hospitales con las tasas de cesáreas más bajas, la cifra se ha mantenido igual o ha subido ligeramente.
La tasa de cesáreas cae más en los hospitales que más abusaban
Cada círculo representa un hospital de España según el aumento o caída del porcentaje de cesáreas entre 2010-2020 y 2021-2023
Fuente:
elaboración de elDiario.es a partir de solicitudes de información por Transparencia
Las cifras muestran cómo la mayor probabilidad de tener un parto por cesárea en la sanidad privada se repite en todas las comunidades autónomas. En la Comunitat Valenciana, una de las regiones donde la atención al parto está más privatizada, la tasa de cesáreas escala del 25% en la red pública al 38% en los centros privados. La patronal de la sanidad privada ASPE no ha querido participar en este reportaje para explicar a qué puede deberse la diferencia entre los hospitales públicos y los privados en todo el país.
En todas las CCAA los hospitales privados realizan más cesáreas que los públicos
Porcentaje de partos por cesárea entre 2021 y 2023 por hospitales públicos y privados
Fuente: elaboración de elDiario.es a partir de solicitudes de información por Transparencia
Por su parte, Teresa Cobo, desde la SEGO, incide tanto en el aumento de la edad materna como en el hecho de que la reproducción asistida (uno de cada diez nacimientos ya procede de estas técnicas) permite ahora ser madre a muchas mujeres que antes no podían por sus patologías. “Vemos mujeres que van con corticoides, antitiroideos, heparina… con mucho tratamiento que les ponen desde fertilidad para mejorar la implantación y que se queden embarazadas. El tratamiento no es una causa de cesárea pero a lo mejor son mujeres que tienen 46 años o que tienen un lupus, diabetes o algún síndrome que favorece las trombosis… eso puede influir en que el embarazo no termine en parto espontáneo, quizá su útero no está tan preparado, o hay más riesgo de complicaciones, por tu enfermedad o complicación previa”, asegura.
Sobre la gran variabilidad entre territorios o entre centros con cargas similares, la obstetra menciona también las diferentes políticas de inducción: “En algunos sitios inducen el parto a mujeres con dos cesáreas anteriores o intentan el parto vaginal cuando el bebé se presenta en posición pedálica y en otros no [se indica directamente cesárea]”. Ahí, admite Cobo, sí influye la formación y práctica que tengan los profesionales, que “se ha perdido en algunos casos”. No cree, sin embargo, que exista un exceso de medicalización del parto o que los recursos humanos y logísticos influyan en los resultados.
La obstetra Rosario Quintana, que formó parte del comité técnico que discutió y elaboró la Estrategia de Atención al Parto Normal en España de 2006, rechaza de plano una explicación que solo contemple los factores maternos y no se fije tanto en los profesionales como en la práctica y en el contexto. Quintana habla del “modelo intervencionista” de atención al parto que se extendió durante años y que parte de la premisa de que el parto, en lugar de un acto fisiológico normal, es un evento peligroso lleno de riesgos. Eso, unido a una medicina defensiva que busca adelantarse a posibles demandas, estaría influyendo en esta tendencia.
“No se sabe seguir bien un parto que requiera la más mínima separación de la normalidad. Atenderlo bien un parto tiene su complejidad, requiere mucho conocimiento de la fisiología del parto, manejar bien la oxitocina, interpretar bien las gráficas y saber cómo evaluar el bienestar materno y fetal, actuar sobre la intensidad y frecuencia de las contracciones, saber cuándo es el momento ideal para hacer una rotación manual… Una cesárea se ventila en nada”, resume Quintana, que pide autocrítica a la profesión. “Los factores son más de cultura profesional que de situación epidemiológica. Si la edad o las patologías de las madres lo explicaran, no veríamos esas diferencias entre comunidades”, concluye.
Más matronas y paritorios, menos cesáreas
Un estudio publicado en 2021 mostraba cómo, cuanto mayor número de matronas y paritorios tiene un centro, menos cesáreas tiende a practicar, sin que eso empeore los indicadores de mortalidad materna o fetal. Para la investigadora Adela Recio, una de las autoras, estos resultados muestran que hay un “componente logístico” en el desenlace de los partos. “Por eso es importante invertir en personal, en infraestructuras y en formación para los profesionales. Cuantos menos medios tienes, más difícil es aplicar recomendaciones. Por ejemplo, sabemos que muchas cesáreas se hacen justo antes de que empiece el turno de noche. Las guardias o los turnos influyen. No se puede apuntar solo a los profesionales, es que hay un sistema detrás que está reforzando que esto sea así porque los medios son los que son. Aunque invertir en su formación es también prioritario”, señala.
La Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME) ha denunciado sistemáticamente la precariedad de la profesión, con algunas diferencias entre comunidades. España tiene cinco matronas por cada 10.000 mujeres de entre 14 y 65 años –el grupo etario que atienden– y, aunque la tasa ha ido subiendo, el país sigue estando a la cola de Europa. Harían falta 5.093 especialistas para llegar a la mediana europea (9,1), según los datos del informe Desarrollo de la profesión de matrona en España: retos y recomendaciones, realizado a petición de la FAME en 2023.
🔍BUSCADOR: la tasa de cesáreas en cada hospital de España
Porcentaje
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La prioridad es que haya matronas en los paritorios. “Aun así, los que gestionan parecen no entender que si una mujer no pide epidural no puedes dejarla pegando voces, o que un parto no es pulsar un botón”, contaba el año pasado una matrona del Hospital Clínico San Carlos de Madrid que prefería no dar su nombre. La matrona Helena Eyimi subraya la importancia que tiene el trabajo de estas profesionales a la hora de atender partos: “En los congresos a los que voy no paramos de decir que el cuidado de una matrona reduce el número de cesáreas, porque la matrona va a ayudar a que el parto progrese de la manera más fisiológica posible, incluso cuando las mujeres tienen ciertas condiciones médicas adquiridas, como diabetes o hipertensión, o aunque las mujeres sean mayores. Hablamos de especialistas en movimiento postural, analgesia, gravedad…”.
Y ahí, el dinero y los recursos importan, insiste. “Si una mujer necesita 16 horas para parir y no tiene una matrona todo el rato atendiendo su parto, viendo qué hacer si el monitor marca una desaceleración, si hay algún signo patológico, si hay fiebre y necesitas hidratarte, cambiar de postura, ver el efecto en el bebé… Si tiene que estar entrando y saliendo mientras atiende otros partos no es igual a la hora de revertir cualquier síntoma o contratiempo. Acabo de venir de un hospital español en el que una matrona tuvo que atender a cuatro o cinco mujeres de parto a la vez”, relata.
Una Estrategia desactualizada
La Estrategia de Atención al parto normal se aprobó en 2006 y no se ha renovado desde entonces. El secretario de estado de Sanidad, Javier Padilla, asegura que su renovación se abordará después de la actualización de la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva, que se hará antes de final de año. Es ese marco, y con las comunidades autónomas, donde, considera, debe acordarse, por ejemplo, qué datos de cada centro deben publicarse, aunque se muestra favorable a que indicadores como la tasa de cesáreas se hagan públicos para crear “una dinámica de competición virtuosa” entre centros.
Padilla también destaca que la tendencia al alza es un fenómeno mundial en el que influye la edad materna pero cuyas causas “son múltiples”. Menciona, por ejemplo, la cercanía del centro hospitalario y la alta dispersión como factores que aumentan los partos programados, o la existencia de cesáreas previas. Esa última causa es señalada por todas las expertas.
“Cuantas más cesáreas haces, más tienes que hacer luego, es una mochila que arrastras”, dice Rosario Quintana, que explica que haber tenido una cesárea previa condiciona en buena medida que tu siguiente embarazo también termine así. “Una cesárea hace que en el siguiente embarazo haya más riesgo de placenta previa o de otros problemas que muchas veces desembocan en otra cesárea”, añade por su parte Teresa Cobo. No obstante, aquí también influyen las estrategias de los hospitales y las competencias que favorecen en sus profesionales: hay centros concretos donde sí intentan partos vaginales incluso aunque la mujer tengan dos cesáreas previas.
Javier Padilla cree que existe poca conciencia de lo que supone la recuperación de una cirugía abdominal como es la cesárea. La obstetra Rosario Quintana explica que la mejora de la técnica y la seguridad de las cesáreas ha hecho que sea un recurso que “impone menos” aun siendo una intervención “con consecuencias a largo plazo”. El problema es que buena parte de esas consecuencias no son visibles para quien está en un paritorio. “Hablamos de que puede alterar la implantación de un embarazo posterior, pero también de las consecuencias psicosociales, que se pasan por alto: afectación del vínculo entre madre y bebé, consecuencias para la lactancia y la crianza, pero eso los obstetras no lo vemos. Lo ven los psicólogos, pediatras, matronas… Cuando se ponen riesgos y beneficios en la balanza, todo eso es invisible para el obstetra medio”.