
De ‘Annie Hall’ a ‘El club de las primeras esposas’, cinco películas inolvidables para despedir a Diane Keaton
La actriz, musa de Woody Allen, e icono cultural, falleció este sábado a los 79 años. Deja una de las carreras más sólidas e inapelables del cine reciente.
Muere la actriz Diane Keaton a los 79 años
Diane Keaton se convirtió en una de las figuras más icónicas del cine de Hollywood. Uno de esos casos en los que la persona y el personaje hasta se confunden. El estilo y la personalidad de la actriz, fallecida este sábado a los 79 años, eran tan arrolladores que uno piensa en sus papeles y parece que la ve siempre con sus gafas, sus pantalones, su gorro y el mítico chaleco y corbata.
Su look en Annie Hall fue tan potente, tan rompedor y único que quedó en el imaginario colectivo grabado a fuego. Y si uno pensaba en la propia Keaton en vez de en su personaje, es porque fue ella la que se empeñó en aportar su ropa y su carácter.
Pero pensar que Keaton es solo Annie Hall es un error mayúsculo, porque su carrera estuvo formada por grandes papeles en obras maestras para el recuerdo. Aunque ella reconociera que se sentía más cómoda en la comedia, también lo hizo en dramas, especialmente en la primera mitad de su carrera, mientras que en los últimos años parecía elegir proyectos con la única condición de pasárselo bien y juntarse con amigas y gente a la que admiraba. Musa de las mejores películas de Woody Allen, cineasta esporádica con un episodio de Twin Peaks en su filmografía… aquí una lista de papeles para no olvidar a una actriz superdotada.
‘El padrino’ (1972)
Una carrera cuyo primer título importante en una película es una de las obras maestras fundamentales del cine ya dice mucho. Diane Keaton logró convencer a Francis Ford Coppola para que le diera el papel de Kay Adams, la mujer de Michael Corleone, al que interpretaba Al Pacino. Los ojos de Keaton son los del espectador que asisten a los tejemanejes de la familia mafiosa más importante de la historia de la ficción. Ella confesaría siempre que no entiende por qué le dieron aquel papel, pero menos mal que lo hicieron.
Aunque los premios ignoraron su personaje, el filme de Coppola la colocó en el foco de una industria en donde su presencia era una rara avis. No era la belleza canónica que se imponía en el cine, pero su carácter llenaba cada escena. Coppola le regaló, además, el último plano del filme tras una escena imborrable, la confirmación de la mentira de Michael y esa mirada en la lejanía mientras se cierra la puerta del despacho del nuevo padrino.
‘Annie Hall’ (1977)
Sería injusto resumir todas sus colaboraciones con Woody Allen —amigo del que nunca renegó, a pesar de las acusaciones contra el cineasta— en una sola, porque con él fue con quien más trabajó. Lo hizo desde la época de Sueños de un seductor o la desternillante La última noche de Boris Grushenko, también en dramas como Interiores… pero si hay una película que encarna el espíritu de Keaton es, sin duda, Annie Hall.
Al personaje no solo le dio su talento y su cuerpo, sino que le dio mucho más. Le dio su apellido, el Hall que pertenece a Diane Hall Keaton, su auténtico nombre. Le dio su forma de vestirse, un look que está grabado en las retinas de cualquier cinéfilo, le dio sus andares, su carácter y su entonación. Y lo llevó más allá. Lo convirtió en un icono del feminismo, en una mujer moderna en la interpretación que le daría su único Oscar a la Mejor actriz.
‘Rojos’ (1981)
Su amigo Warren Beatty confió en ella para darle el papel femenino protagonista de Rojos, su segundo filme como director y una apuesta ambiciosa y personal para uno de los actores y directores más activistas de Hollywood. Beatty narró la vida del escritor y periodista John Reed, que contó la revolución rusa y aspiró a trasladar sus ideales a EEUU; además de su historia de amor con Louise Bryan, a la que interpretó una Diane Keaton que recibió su segunda nominación al Oscar por este papel. Beatty lograría el premio a la Mejor dirección aquel año, pero perdería el premio a la mejor película de forma sorprendente frente a Carros de fuego. Comenzó entre ellos una breve relación de pareja que se convertiría en una amistad para toda la vida.
‘El club de las primeras esposas’ (1997)
Puede que para muchos esta comedia dirigida por Hugh Wilson no sea una de sus mejores interpretaciones. Sin embargo, es un filme que condensa de alguna forma muchos de los intereses de Diane Keaton desde finales de los años 90, cuando ya pasaba los 50, una edad que para muchos en Hollywood suponía el declive absoluto. Ella, junto a sus amigas Bette Midler y Goldie Hawn se juntaron para demostrar que podían darle la vuelta al cliché, hacer comedia pasados los 50, pasárselo bien y construir una película feminista en donde las mujeres que son abandonadas por sus maridos se juntan en un acto de sororidad divertido y emocionante.
La química entre las tres es arrebatadora, y su escena final, con las tres actrices cantando y bailando al ritmo de You don’t own me es un momento icónico que se ha reivindicado con el paso de los años. “Era divertidísima, completamente original y sin ninguna malicia ni la competitividad que uno esperaría de una estrella así. Lo que visteis de ella, era quién realmente era”, ha dicho Bette Midler tras conocer la noticia de su muerte
‘Cuando menos te lo esperas’ (2003)
Diane Keaton rompió otra vez estereotipos y demostró que la comedia romántica no era cosa de jovencitas. Que las mujeres de más de 50 pueden enamorarse, que el cine debe mostrar sus historias y que hasta Keanu Reeves caería rendido ante una mujer como ella. La experta en el género Nancy Meyers le regaló un papel que en sus manos fue un torbellino cómico y tierno. Capaz de emocionar y hacer reír hasta la carcajada con esa habilidad para la comedia física que tenía.
Su química con Jack Nicholson consiguieron que una película que parecía destinada a ser una comedia más se convirtiera en uno de esos lugares seguros a los que los espectadores vuelven una y otra vez. Fue, además, la última vez que estuvo nominada al Oscar a la mejor actriz.