
Cursillos para nuevas altas, código ético para todos y Helduak, la organización de mayores: el PNV lanza nuevos estatutos
El partido de Aitor Esteban presenta a sus bases un borrador que plantea también consultas, ajustes en el sistema de incompatibilidades y unos mínimos de paridad que no cumpliría el actual Euzkadi Buru Batzar
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El PNV ya tiene un borrador de modificación de sus estatutos. Es un asunto pendiente del proceso de renovación resuelto en marzo con la salida de Andoni Ortuzar y la llegada de Aitor Esteban al frente del Euzkadi Buru Batzar y al que parte de la afiliación le da gran trascendencia. Ya se informó en el Alderdi Eguna de septiembre que se votarán en diciembre en una asamblea general que tendrá lugar en Vitoria el 13 de diciembre.
¿Qué se propone? Aunque las bases orgánicas fundamentales del principal partido vasco no se tocan, incluida la bicefalia, sí hay una batería de ajustes planteados desde la dirección. El partido, por ejemplo, quiere obligar a todos sus afiliados y cargos a suscribir un código ético y de conducta y a que las nuevas altas reciban una inmersión de qué es el PNV y qué ideas defiende.
También les pedirá saber euskera si han nacido después de 1995 (salvo que justifiquen que no pudieron hacerlo en el sistema educativo). Se habilita la posibilidad de hacer consultas entre las bases y se crea una organización espejo de las juventudes (EGI) para aglutinar a los mayores (Helduak). También se retoca uno de los elementos troncales de la naturaleza del PNV, la incompatibilidad de cargos. Y se impulsa la paridad en las direcciones después de que el nuevo EBB, hace apenas medio año, saliera con cuatro mujeres de catorce integrantes.
elDiario.es/Euskadi ha tenido acceso a las 101 páginas (en cada idioma) enviadas a los ‘batzokis’ para que se estudien ahora posibles enmiendas. Los cambios aparecen resaltados en amarillo y arrancan con la incorporación de los calificativos de “intergeneracional, diverso, igualitario e inclusivo” y un ‘lifting’ en el logotipo del partido para quitarle “degradados”.
Un EBB que no cumple la paridad
Después, se incide ya en la necesidad de que todos los afiliados suscriban un código ético. Se habla de “compliance penal”. El PNV no ha estado exento de casos de corrupción y de denuncias de enchufismo o puertas giratorias. Además, los nuevos militantes tendrán que superar un “plan de acogida”. “Es necesario que las nuevas personas que se afilien cuenten con un plan de inicio y de sus primeros pasos dentro del Partido. Entre otros, conocimiento del funcionamiento del Partido, ideología, etc.”, se explica. El partido se reserva la posibilidad de forzar una baja en caso de “incumplimiento” de estas medidas o de causar “grave daño contra la imagen” de las siglas. El código deberá ser suscrito también por externos a los que el partido proponga para cargos públicos. En los últimos años han sido designados consejeros Begoña Pedrosa, Juan Ignacio Pérez Iglesias o Nekane Murga, por ejemplo, todos ellos no afiliados.
El partido refuerza el protocolo de igualdad y contra la violencia sexual. También pide una cuota de mínimo del 40% para cada uno de los sexos, o lo más aproximado en caso de imposibilidad por la dimensión del órgano. Es tanto para procesos electorales como internos, aunque en el EBB recién elegido hubo dos mujeres en nueve puestos, a los que se suman dos de cinco entre los líderes territoriales, también presentes en la dirección nacional. Eso sí, en la propia propuesta viene un matiz: “En los supuestos de elección de candidaturas únicas, previas y separadas, en los órganos colegiados, dichas candidaturas únicas estarán excluidas del cómputo al que se refiere el porcentaje anterior”.
En cuanto al euskera, se mantiene que los candidatos a lehendakari (del Gobierno vasco, no del navarro) y a presidente del Parlamento (también del vasco, no del navarro) sean bilingües. Los nacidos después de 1995 tienen que acreditar “dominio” de la lengua vasca, aunque se apela al “mayor respeto posible” a las diferentes realidades sociolingüísticas.
Para ser miembro del EBB, por cierto, se pedirán seis años en el partido. Igualmente, se facilita que cargos intermedios de los Gobiernos puedan ser miembros de las ejecutivas territoriales. A nivel orgánico se regula la figura de los simpatizantes, bajo la denominación de Alderdizaleak, y se da a los veteranos estatus similar a las juventudes, de modo que se regula Helduak al mismo nivel que EGI. También se refuerzan las estructuras intermedias de coordinación, las denominadas Interjuntas. Hasta ahora operaban en ciudades y municipios con varios ‘batzokis’ pero ahora podrá haber a nivel de comarcas o cuadrillas. Es una escala supramunicipal pero inferior a las territoriales, que seguirán siendo el ABB, el BBB, el GBB, el NBB y el IBB (o PNB, en francés).
El PNV se abre también a regular las consultas. Hasta ahora, era la asamblea nacional la que decidía, por ejemplo, sobre coaliciones y otros temas trascendentales. Serán “no vinculantes”, eso sí.
Según el partido, se ha elaborado el borrador “partiendo de la ponencia ‘Una organización democrática’ que proponía fortalecer y activar a la militancia reformulando el funcionamiento interno de la organización” y que fue aprobada en el congreso de primavera. “El documento será ahora mejorado con las aportaciones de la afiliación ‘jeltzale’”, dice el EBB. El partido destaca, asimismo, que se plantea “acortar los plazos en los procesos de renovaciones” internas, un verdadero dolor de cabeza en la última ocasión al estar abiertos de septiembre de 2024 hasta marzo de 2025.