El libro que muestra la amistad sin filtros y su relación con lo burgués y lo animal

El libro que muestra la amistad sin filtros y su relación con lo burgués y lo animal

Las escritoras Sabina Urraca y María Folguera publican ‘Las derivas de la amistad’, una conversación sobre los vínculos, la intimidad, la pasión, las rupturas entre amigas y su relación con el trabajo

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Dejar huella de encuentros vivos en los que dos cuerpos se reúnen para pensar juntos. Este es el objetivo de la serie ‘Conversaciones’ de la editorial Continta Me Tienes, que en esta ocasión ha unido a las escritoras y amigas Sabina Urraca y María Folguera, para reflexionar sobre Las derivas de la amistad. Durante su conversación exploraron distintos temas en los ritmos que imponen las charlas sin prisa, sin aparente rumbo, profundas y en las que, muchas veces sin saberlo, se arregla el mundo; o como mínimo se hace de él un lugar un poquito mejor. Y también una conversación que cobra una doble vida en la terraza del Círculo de Bellas Artes de Madrid, desde donde siguen ampliando, con elDiario.es de testigo, sus pensamientos en torno a los apegos –y desapegos– que se generan entre la también conocida como ‘familia elegida’.

Las amigas aparecen desde la infancia para marcar la adolescencia. Y, durante estas, su construcción se ve influenciada hasta por las propias amistades que hayamos visto desarrollar a nuestros padres. Sabina Urraca explica que, en su caso, al contrario que ahora, creció en un hogar en el que sus progenitores no tuvieron muchos amigos.

“Viví una gran parte de mi infancia sin que ellos llegaran a encontrar a su gente. Es fuerte observar que ellos no terminan de encontrar su círculo y sufrir con eso”, comenta en las páginas del libro, donde también indica que durante una época vivieron “muy aislados” los tres. Ellos eran “los raros” y ella, “una niña rarísima”: “Cómo vivo yo la amistad es la consecuencia de esa gran ansiedad, de esa soledad vivida en la infancia”. Pero esto no es algo de lo que una se dé cuenta en el momento. “En la juventud una se cree que está inventando las relaciones y los vínculos, y que nunca ha habido una pandilla o una historia de amor tan profunda como la que está teniendo”, comparte Folguera, “el paso del tiempo y el trabajo de conciencia llevan a detectarlo más”.

Al igual que ser capaz de darse cuenta de que a veces las dinámicas con las que nos relacionamos en el presente han podido ser activadas de forma “inconsciente”. Aunque en ocasiones pueda parecer que de niñas, las posibles amistades estaban cercadas por los compañeros de clase o extraescolares, trasladado al futuro, Urraca considera que “el patio es mucho más grande, pero no deja de ser un patio”, por mucho que la edad amplíe los ambientes en los que extender los círculos.

Dentro de este maremágnum, Folguera destaca la “pasión” que “nos hace seguir a una persona y no a otra”, lo que Marina Garcés define en su libro La pasión de los extraños (Galaxia Gutenberg, 2025) como “la extrañeza de alguien que te intriga por un gesto, una historia, una conversación. Y quieres que eso dure, eso es muy hermoso”.

La amistad como “concepto burgués”

Sabina Urraca señala en el libro que el concepto de amiga es “burgués”, al igual que el ocio y las aficiones, como consecuencia de que la amistad es un “fenómeno atravesado por la clase, por poder permitirse una cierta relación entre las necesidades básicas de la vida”. La escritora y editora recuerda que jamás vio a sus abuelos paternos, que emigraron del campo a la ciudad siendo casi niños y que provenían de familias muy pobres, preocupados por su vida social: “Bastante tenían con sobrevivir”. “Las suyas eran amistades llevadas por la necesidad y la cercanía, no se buscaba una cuestión de ocio compartido”, añade.

Folguera se suma señalando que más allá de la palabra burgués, está esa “conciencia de que el contexto opera sobre las maneras de entender, vivir y cultivar la amistad, como la clase el género o la raza”. De ahí a que igualmente identifique la amistad con el estatus. Al reflexionar sobre los ejes que atraviesa este tipo de vínculos, “se sacan del monolito de la que la amistad es una, entendida de una manera y que tiene que funcionar de una manera con unas normas”.

“Venimos de esta tradición idealista y filosófica de que la amistad, según la mirada clásica, es un fin en sí mismo, no un medio”, explica la escritora y directora teatral, que incide en el papel que juega la necesidad a la hora de establecer relaciones: “No se puede hacer una separación higiénica de lo que es la amistad y lo que no. Nuestros intereses, estatus, proyectos artísticos, materiales y profesionales se entremezclan. Los caminos de la amistad son siempre misteriosos, pero a la vez muy atravesados por ejes comunes a todos”.

Ni idealizar ni romantizar

Ambas escritoras sostienen que la amistad no se debe idealizar, sino ser consciente de que lo oscuro de estas es positivo. “Es interesante que las amigas sean maravillosas a veces y unas perras otras, y que te fallen y de repente una te traicione. O que una misma sea una perra del infierno y se porte mal con una amiga en un momento dado. Somos seres humanos relacionándonos”, declara Urraca.

Folguera aporta que no se debe “exigir” a los demás una idealización que, si se está exigiendo la propia persona, “probablemente viva en una fuente de sufrimiento cotidiana”. De ahí a que considere importante “aprender que lo relacional va a ser un lugar en el que las crisis van a aparecer seguro”. En este sentido, valora que la falta de referentes a nivel cultural ha influido en esta concepción de las rupturas o distanciamientos entre amigos como “anomalía”.

La escritoras destacan Amiga mía de Raquel Congosto, La amiga que me dejó de Nuria Labari y El accidente de Blanca Lacasa como ejemplos en los que sí, junto a películas como Amigas para siempre, Thelma y Louise y Tomates verdes fritos. Folguera indica que siempre le ha interesado cómo las autoras hablaban de la amistad, dentro de que “tardó en tomar conciencia”, en gran parte porque “el amigo masculino siempre ha estado muy presente pero, ¿dónde está la amiga? En el audiovisual también. ¿Dónde están en películas sobre el maltrato, la violación o la maternidad? Pasa en la misma Cinco lobitos”.

Lo “animal” de la amistad

En concreto sobre el nuevo libro de Blanca Lacasa, autora de Las hijas horribles, ahonda sobre cómo explora en la atracción que a veces surge en las fases iniciales de las amistades y los momentos de acercamientos que pueden llevar a la confusión con lo romántico. “Hemos separado muchísimo lo romántico de lo amistoso, y para mí hay un momento en el que siempre se ha entrecruzado, desde la infancia y la adolescencia”, indica Urraca, a lo que Folguera suma su conexión con lo físico y lo erótico, defendiendo que “no tiene que ser solo sexual”.

“Siento que cuando retratamos la amistad heterosexual hay una especie de tabú del que no se habla nunca, no se hace visible el contacto sensual o sensorial”, argumenta haciendo referencia al papel que las caricias, los abrazos y demás muestras de cariño físicas juegan en los vínculos entre amigos. Urraca recuerda el “pánico” que le despertaba en la adolescencia que le gustase un amigo o una amiga. “Ahora, como sé que es en general un entorno fuera de peligro, me genera mucha felicidad cuando siento atracción o un día percibes a tu amiga especialmente guapa”, argumenta la editora.

Urraca plantea que la amistad es a la vez “algo hormonal, una cuestión de feromonas o de genética; que hace que igual que escoges a una pareja a un amante, también hubiese algo de atracción física en la relación amorosa”. “No sé cuanto hay de animal en la amistad”, apunta.