
El padre de Canet que acusa a tres tuiteros de acoso por el 25% de castellano convierte el juicio en una crítica a la inmersión
«El Govern y el aparato independentista nunca han cumplido la ley», afirma el denunciante, que señala a la conselleria de Educación del anterior Ejecutivo de ERC: «Fueron a por mí»
La Fiscalía pide dos años de cárcel a tres hombres por sus tuits “hirientes” contra la familia que pidió castellano en clase
Casi cuatro años después, el caso de la familia de Canet de Mar (Barcelona) que consiguió el 25% de castellano en las aulas de su hija ha vuelto a un juzgado. Los acusados son tres tuiteros por los mensajes denigrantes que lanzaron contra la familia. Pero en la vista se ha hablado poco de X, el antiguo Twitter, y el padre de la menor la ha convertido en un alegato político contra la inmersión lingüística. “El Govern y el aparato independentista nunca han cumplido la ley”, ha llegado a afirmar Javier Pulido.
Ante la sección 21ª de la Audiencia de Barcelona ha arrancado este jueves el juicio contra tres tuiteros, a los que la Fiscalía pide dos años de cárcel, por sus mensajes “hirientes” contra la familia de la alumna de Canet que logró el aval judicial para recibir un 25% de horas lectivas en castellano, en uno de los casos recientes más polémicos sobre la inmersión lingüística.
El caso de la familia de Canet, que llegó a formar parte del debate político nacional con declaraciones hiperbólicas del entonces líder del PP, Pablo Casado, ha tenido consecuencias penales únicamente para cuatro tuiteros. La Fiscalía ya descartó que el Govern o el centro discriminaran a la familia, y de hecho destacaron que en todo momento acataron la sentencia que les obligaba a implantar el 25% de castellano.
El escenario descrito por Pulido este jueves en su declaración como testigo ha orillado por completo esta realidad constatada por la Fiscalía respecto al Govern. Ha afirmado que el “aparato independentista” (sin más precisión) y la administración catalana “incumplen la ley ahora y siempre, desde la inmersión lingüística”, el consenso catalán desde los años 80 para que el catalán fuera la lengua vehicular en las aulas y que la acción judicial del Gobierno de Rajoy y los tribunales enterraron.
Es más, a raíz de la medida cautelar que obligaba a la escuela de Canet a aplicar el 25% de castellano, Pulido, quien ocupó un puesto simbólico en las listas de Ciudadanos en su municipio, ha asegurado que desde el Govern se emprendió un “señalamiento” contra él y su familia, del que ha responsabilizado al titular de Educación durante el Govern de ERC, Josep González Cambray.
“Fueron a por mí”, ha remachado Pulido, lo que ha provocado la intervención del tribunal tras varios minutos de valoraciones políticas de un testigo. “Es suficiente, porque eso es una opinión suya”, le ha indicado la magistrada Isabel Delgado.
Tanto el testimonio de Pulido como el de su mujer se han centrado más en el vacío que les hicieron el resto de familias del curso y en el conflicto que supuso en el pueblo la adopción del 25% en Canet, y que generaron secuelas psicológicas en ambos progenitores (el padre llegó a estar tres meses de baja por ansiedad). Sin embargo, en el juicio están acusados tres tuiteros de Barcelona, sobre cuyos mensajes denigrantes apenas se ha hablado este jueves.
“Averiguad y publicad el nombre y dirección de la familia denunciante para que vivan un infierno y sirva de ejemplo, todo lo que no sea eso, postureo”, es uno de los mensajes escrito por un acusado. “Entonces cread el grupo de P5Ñ, poned al niño solo y hacéis 50–50”, escribió el segundo procesado. “Ya tengo la carne de niño castellanohablante para hacer los canelones”, dijo en la redes el tercero.
“Queremos saber el nombre y la dirección donde vive la familia”, el pueblo “tiene que hacer la vida imposible a la familia” o “hay que demostrar que la próxima familia que lo haga tendrá que marcharse del pueblo” son otros de los mensajes que destaca la Fiscalía en su escrito.
Según ha relatado Pulido, ya cuando decidió escolarizar a su hija en el Turó del Drac informó a la directora de que debía “cumplir con el ordenamiento jurídico” y abandonar la inmersión lingüística. Pero tardó un curso en emprender acciones administrativas y judiciales porque, en el momento de la matrícula en P-3, “Urquinaona estaba ardiendo”, ha manifestado, en referencia a los disturbios de 2019 por la sentencia del procés.
Pulido y su mujer han dedicado más tiempo de su interrogatorio en explicar cómo el resto de familias les hizo el vacío y el miedo que tuvieron tras publicarse el caso. Ambos padres han indicado que las otras familias de la clase empezaron el acoso, que hicieron otro grupo de Whats App sin ellos y que “dejaron de invitar” a su hija a los cumpleaños.
“Tuvimos miedo, pasamos meses sin salir de casa y en la calle la gente nos giraba la cara”, ha relatado el padre. Este mal ambiente en la clase con el resto de padres (la menor sigue escolarizada en el mismo colegio) permanece cuatro años después. El psiquiatra que ha comparecido como perito ha corroborado que las secuelas que presentaban los padres se debían a la situación vivida en el pueblo.
Ambos progenitores han manifestado que no usan redes sociales y que si se enteraron de los tuits objeto de juicio fue porque se los mostraron los Mossos (que llegaron a recopilar 50 mensajes denigrantes a la familia) o la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB). Además han agregado que fue la policía autonómica quien les “animó a denunciar” a los tuiteros acusados. El juicio quedará visto para sentencia este viernes.