
Tropiezo ultracatólico en el Supremo: los convocantes del acto del Congreso se equivocaron al recurrir su cancelación
El tribunal rechazó la solicitud de medidas cautelares con la que Enraizados pedía permiso judicial para celebrar las jornadas porque su abogada, la presidenta de Abogados Cristianos, no presentó toda la documentación necesaria hasta que era demasiado tarde
El Congreso desautoriza un acto ultracatólico promocionado con la cruz fascista de Cuelgamuros
La asociación ultracatólica que convocó un acto en el Congreso con una imagen de la cruz franquista de Cuelgamuros acudió la semana pasada al Tribunal Supremo para exigir medidas urgentes. La Mesa de la cámara baja había retirado su autorización al coloquio y Enraizados, grupo ubicado en la órbita de El Yunque, pidió el pasado viernes a los jueces una decisión cautelarísima para poder celebrar el encuentro programado para este lunes. Los magistrados, según ha podido comprobar elDiario.es, rechazaron su petición porque la asociación, defendida por la presidenta de Abogados Cristianos, cometió un error formal insalvable: no aportó hasta que fue demasiado tarde el acuerdo de la Mesa del Congreso que estaba cuestionando. “Ha sido la actuación de la parte actora la que no ha hecho posible resolver a tiempo la medida cautelar solicitada”, reprochó el Supremo.
Las jornadas habían sido convocadas para las 16:30 horas del lunes de esta semana bajo el lema ‘Lo que aporta la fe católica a España y a Europa‘. Un foro con invitados como el obispo emérito de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla; el impulsor de los Rosarios en Ferraz, José Andrés Calderón; o la dirigente de Vox Carla Toscano para, en palabras de los organizadores, “recuperar nuestras raíces cristianas para la vida pública”. Enraizados obtuvo el respaldo del Parlamento en mayo aunque, según fuentes parlamentarias, sin especificar de que el cartel iba a incluir una imagen de la cruz del Valle de los Caídos, ahora llamado Cuelgamuros.
La mesa revocó este permiso a finales de la semana pasada y Enraizados, representada por la presidenta de Abogados Cristianos, acudió al Tribunal Supremo para pedir medidas cautelarísimas y que los jueces forzaran al Congreso a permitir el acto. La petición de urgencia entró en el registro de la Sala de lo Contencioso-Administrativo el pasado viernes cuando apenas pasaban unos minutos de las dos y media de la tarde. Los jueces constataron entonces un problema que, de no solventarse, condenaba la reclamación al fracaso: habían presentado un recurso pero no habían aportado la resolución del Congreso que recurrían.
Los datos del auto al que ha tenido acceso este periódico ponen de manifiesto el error de la asociación convocante del acto: habían recibido el acuerdo de la Mesa una hora antes de presentar el recurso, pero no lo habían incluido en el recurso. Y no lo hicieron hasta días después, el mismo lunes del evento dos horas antes del comienzo. Cerrando la puerta, por tanto, a que el Supremo pudiera intervenir aunque ahora el recurso se siga tramitando sobre el fondo del asunto. La petición de cautelares, una vez pasados varios días, “ha perdido su objeto”.
Los jueces explican que recibieron toda la documentación necesaria dos horas antes de la hora a la que estaba programado el evento, “sin tiempo material para poder reunir a la Sala, resolver el asunto y notificar la decisión con la antelación mínima exigible”. “Ha sido la actuación de la parte actora la que no ha hecho posible resolver a tiempo la medida cautelar solicitada”, concluye el Supremo.