
Capellán, el verso suelto del PP que mantiene su propia agenda y logra contener a Vox en La Rioja
Insiste en que su prioridad es la región, elude los asuntos nacionales y excusa su asistencia a las ‘llamadas a filas’ a los barones por parte de Génova. Es el presidente autonómico más díscolo del Partido Popular
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El pasado fin de semana, el presidente de La Rioja, Gonzalo Capellán, decidió no asistir a los actos oficiales organizados en Madrid con motivo del 12 de octubre. Excusó su ausencia alegando que ese día asistiría a los actos que se celebrasen en La Rioja con motivo de la Fiesta Nacional. No fue una decisión casual, sino una muestra más de su forma de gobernar, centrado en su comunidad autónoma.
No estaba en sus planes volver a la política ni mucho menos liderar una candidatura. Lo contaba él mismo cuando fue nombrado directamente por Génova para tomar las riendas del PP de La Rioja y evitar el enfrentamiento interno en un momento en el que el partido no lograba una propuesta de consenso. Pero, si buscaban a alguien que siguiera a pies juntillas las directrices nacionales, se equivocaban. Ya en campaña, Gonzalo Capellán dejó claro que en ningún caso pactaría con Vox aunque su propio partido se lo exigiera. No fue necesario porque consiguió una amplia mayoría absoluta. Hubo quien no le creyó, pero, si algo ha dejado claro en estos dos primeros años de gobierno, es que él toma sus propias decisiones –aunque luego el partido trate de matizarlas y volver a la línea marcada–.
Llegó a la presidencia en 2023 con Alberto Núñez Feijóo como modelo a seguir, pero su evolución desde entonces ha sido bien distinta. Lejos de la confrontación, Capellán no ha dudado en calificar de forma muy positiva sus diferentes encuentros bilaterales con líderes socialistas. Lo hizo tras su primer encuentro con Pedro Sánchez en septiembre de 2024 que él mismo calificó como “muy satisfactorio”. Y lo repitió unos meses después, tras la visita del ministro de Transportes, Óscar Puente. Aunque las infraestructuras son la eterna asignatura pendiente del gobierno central con La Rioja, Gonzalo Capellán compareció ante los medios mostrando su satisfacción por el compromiso del ministro de mejorar las conexiones por tren en el plazo de un año. A pesar de los intercambios de opinión previos que ambos líderes habían protagonizado en las redes sociales, el encuentro no pudo ser más cordial.
El perfil propio del presidente riojano no queda ahí. Alejado de la actual deriva del PP, Capellán elude en casi todas las ocasiones referirse a cuestiones de la política nacional y ha dejado claro a la prensa varias veces que no va a posicionarse sobre la enésima polémica de su homóloga madrileña, Isabel Díaz Ayuso, o sobre el último enfrentamiento en el Congreso de los Diputados porque su interés “no está en nada que no tenga que ver con La Rioja”. Esto, lejos de perjudicarle, le hace ganar posiciones. “Capellán está en una estrategia de ‘atrápalotodo’, de colocarse como el representante de La Rioja en general, incluso por encima del propio PP regional. Está jugando esa carta para expandirse en ambas direcciones”, explica el politólogo Pablo Simón.
Una lectura similar hace la abogada y columnista Mariola Urrea. Para ella, resulta significativo cómo hay perfiles políticos dentro del PP con responsabilidades de gobierno en las comunidades autónomas, “más allá de la Comunidad de Madrid”, que mantienen estrategias más moderadas y, en todo caso, alejadas de los posicionamientos de Vox. “El caso de Capellán puede ser un buen ejemplo que pasa bajo el radar entre tanto ruido”, señala.
Pedro Sánchez recibe a Gonzalo Capellán en La Moncloa, en septiembre de 2024
Ambos coinciden además en que hay cuestiones estructurales que permiten esa “personalidad propia” del presidente riojano. El hecho de gobernar con mayoría absoluta y de tener en la comunidad un Vox que Simón califica como “renqueante” y Urrea como “un estrambote”, ponen las cosas más fáciles a Capellán. Otro punto importante es el tipo de electorado. “La sociedad riojana es tranquila, no le gustan las estridencias y huye del exceso y el griterío”, señala Urrea. “Vox no cuaja del todo porque el electorado riojano es conservador, pero en un conservadurismo que el PP ya representa”, añade Simón.
En abril de 2024 Capellán decidió no asistir a la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado en la que se abordaba la amnistía de Catalunya justificando esa ausencia en la necesidad de estar presente en la “agenda de los intereses de los riojanos”. La agenda de aquel día fue una rueda de prensa para dar a conocer una investigación sobre las Glosas Emilianenses.
Tampoco asistió unos meses después, en julio de ese mismo año, al encuentro organizado por Feijóo en Salamanca para suscribir el acuerdo que pretendía impulsar una EBAU común para 2025 en las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular. Una clara llamada a filas a los barones populares que Capellán eludió alegando de nuevo que la agenda regional no le permitía asistir. Ese día tenía previsto firmar el convenio de Capitalidad con el Ayuntamiento de Logroño. En su lugar asistió al encuentro de Salamanca el consejero riojano de Educación, Alberto Galiana.
Especialmente llamativa fue su ausencia en el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular que se celebró en diciembre de 2024. Mientras los barones populares mostraban una imagen de unidad en torno a su líder, el presidente riojano mantenía un encuentro bilateral con la presidenta de Navarra, la socialista María Chivite, para buscar estrategias conjuntas en la mejora de la innovación del sector agroalimentario.
Los analistas políticos consultados aclaran que la posición de Capellán es muy cómoda y está muy alejada de la que vive Feijóo. “La estrategia política que el PP parece haber adoptado respecto a su principal competidor electoral, Vox, no parece ofrecerle resultados positivos si atendemos a las últimas encuestas. Alberto Núñez Feijóo no ha sabido fortalecer su posición después de no alcanzar la posición de gobierno para la que pretendidamente fue elegido y hoy es un líder desgastado, con profundas lagunas de conocimiento en política nacional e internacional, acompañado además de equipos poco profesionales, muy dependientes de las tensiones que generan las distintas corrientes internas del partido e incluso de los poderes mediáticos acostumbrados a marcarle la agenda”, explica Urrea, “todo ello sin contar con el ejercicio de desautorización constante que sufre por parte de Isabel Díaz Ayuso”. Sin embargo, el presidente riojano sí ha sabido entender su territorio. “En realidad, Capellán es un gran desconocido, no sabemos quién es políticamente. ¿Es realmente moderado? No lo sabemos. Lo que sí está claro es que entiende muy bien su territorio y se acomoda”, añade.
“Capellán plantea su forma de gobernar desde una óptica sincera entendiendo que La Rioja tiene poco foco en la política nacional y esto le permite tener autonomía y jugar a no meterse encajonado en el debate que sí tiene Feijóo de decidir si gira en una dirección o en otra”, señala Pablo Simón: “En La Rioja tiene una posición más confortable y tranquila, no solo demoscópicamente, sino también desde la aritmética parlamentaria”.
En los corrillos políticos de la comunidad se habla continuamente de las llamadas de atención de Génova a Capellán por no plegarse a la agenda y a las directrices del partido. Incluso en su propio Gobierno se aprecian en ocasiones los intentos de matizar sus posturas, con un discurso político más alineado con el nacional, protagonizado a menudo por su consejero portavoz, Alfonso Domínguez. Así se apreció por ejemplo tras la Conferencia de Presidentes celebrada en junio de este año en Barcelona, cuando todos los dirigentes populares pidieron a Pedro Sánchez un adelanto electoral, pero Capellán no lo hizo. A su propio equipo le costó reconocer ante los medios esta divergencia del riojano.
También alejado de otros líderes de su partido está en su discurso sobre la crisis migratoria y la acogida de migrantes. Fue tajante en el Parlamento al rechazar “el extremismo xenófobo” de Vox respecto a la acogida de menores migrantes. Una postura de plena apertura que difiere incluso de la del portavoz de su propio Gobierno, quien ha insistido en varias ocasiones en que La Rioja no tenía capacidad para acoger a los menores que marcaba el Gobierno central. Desde la oposición se han hecho varios llamamientos pidiendo que la postura del Partido Popular de La Rioja sea la misma que la de su líder.
La líder regional de Izquierda Unida, Henar Moreno asegura, sin embargo, que Capellán no es el “verso libre” que pretende aparentar, sino que se pliega continuamente a los intereses que marca Feijóo: “Le gusta definirse como progresista, pero los hechos demuestran lo contrario”.