De celebrar bautizos con cacahuetes al ‘baby shower’: así han evolucionado los ritos en los últimos cien años

De celebrar bautizos con cacahuetes al ‘baby shower’: así han evolucionado los ritos en los últimos cien años

Investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha han publicado un estudio que ofrece una etnografía actualizada analizando los rituales ligados a momentos destacables de la vida de las personas castellanomachegas desde 1901. El libro que recoge la investigación se presentará en Talavera de la Reina el 28 de octubre

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Conocer cómo la gente se comportaba en Castilla-La Mancha hace más de un siglo, qué costumbres tenían, cuáles eran sus rituales. Cómo ha cambiado la vida de esas personas y los diferentes ritos en las etapas de la existencia de una persona desde su nacimiento es el objetivo de tres investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha. Juan Antonio Flores, Julián López García y Luisa Abad González han elaborado el estudio ‘Rituales y vidas en Castilla-La Mancha. Una etnografía actualizada (1901-2023)’, que ahora tomado el formato de libro, publicado por Editorial Almud.

Todo comenzó cuando allá por 2009 supieron que entre 1901 y 1902 se hizo en España una de las mayores encuestas en relación con rituales de ciclo vital que existían en la época en el país, la Encuesta del Ateneo de costumbres españolas. “Por alguna razón, en Castilla-La Mancha no se habían transcrito todas las respuestas de los pueblos que contestaron y tampoco se pusieron en la web institucional a disposición de la ciudadanía”. Un hecho que sí ocurría en Aragón, donde a través de su propia página web se podían consultar las respuestas de los diferentes ciudadanos aragoneses que respondieron.

La investigación les ha llevado quince años de trabajo exhaustivo hasta poder ver el libro publicado, y aunque al principio contaron una pequeña inyección económica procedente de un programa de ayudas a la investigación del patrimonio etnológico, después siguieron todo el proceso con autofinanciación.


Familia en el día de la matanza en Campo de Criptana (Ciudad Real) en el siglo XX

El libro que Juan Antonio Flores ha publicado junto con su equipo de investigación pone el acento en cuatro acontecimientos: el nacimiento, el noviazgo, el matrimonio y la muerte. Sobre el nacimiento de los bebés, pues “existen rituales sobre los diferentes antojos de las embarazadas, la creencia sobre el mal de ojo hacia los niños, entre otros”.

Juan Antonio Flores destaca que antiguamente “los rituales tenían mucho sentido, estaban cargados de aspectos simbólicos y espirituales, pero en cuanto a celebración eran muy minimalistas”. Asegura que antiguamente, por ejemplo en los bautizos. “Muchas veces ni siquiera se celebraban. A la hora del convite solo se repartían cacahuetes, o si por ejemplo el padrino tenía posibles [gozaba de una buena situación económica] podía ofrecer un chocolate con galletas, pero lo general es que fuese una celebración escueta”.

Los rituales han ido adaptándose de una manera sobrecargada, con muchos elementos, marcados por el mercado, el consumo y el capitalismo

A medida que se fue alcanzando un mayor bienestar con la llegada de la democracia, el investigador comenta que “los rituales han ido adaptándose de una manera sobrecargada, con muchos elementos, marcados por el mercado, el consumo y el capitalismo”. “Por ejemplo en las bodas, antes podían durar dos o tres días, tenían diferentes fases, ahora todo se condensa muchísimo en un día, como si se tratase de un festival de experiencias”, expresa Flores.

Nuevos rituales donde las redes sociales juegan un papel especial

Juan Antonio Flores, destaca que uno de los rituales más actuales que existen en Castilla-La Mancha son las pre-despedidas de soltero. “Se ha convertido en uno de los ritos del ciclo vital más significativos de la región”, señala.

En los 125 años que han estudiado a través de esta investigación, Flores nos indica que “surgen con gran importancia a partir de la década de 1980 y 1990. Estas pre-despedidas implican hacer un viaje, normalmente fuera de la región, a una gran ciudad o zona de playa, solamente con los amigos”. “Luego en la localidad de los novios tienen lugar las despedidas de soltero, que en este caso se realizan en un espacio más familiar”.


Novio llegando a ciegas a su destino en despedida de soltero en Cuenca

En España y Castilla-La Mancha, al igual que ocurre con tradiciones como Halloween o figuras navideñas como Papá Noel, también hemos adoptado rituales procedentes de otros países. “Los baby showers son muy interesantes. En este caso se trata de una fiesta para la mujer que está embarazada, donde se reúnen con las amigas y estas le entregan regalos simbólicos”. También es popular que a la mujer embarazada se le pinte en la tripa un dibujo característico con el nombre del futuro bebé.


Ejemplo de dibujo pintado en la tripa de una embarazada para una fiesta ‘baby shower’ en España con el nombre del futuro bebé

Juan Antonio Flores comenta que es una tradición que viene de Estados Unidos y América Latina. “Cuando estaba trabajando en una investigación en México, en los años 90, ya era muy habitual”, rememora. Ahora gozan de gran popularidad en Castilla-La Mancha.

Igualmente, se han popularizado rituales -previos en este caso al baby shower– como el ‘Gender Reveal’ o revelación del género del bebé. Consiste en una fiesta en los dos primeros trimestres del embarazo, en los que la pareja o la madre embarazada cede a una persona el resultado de la ecografía.


Recogiendo la dádiva en boda en Villa de don Fadrique (1969).

Hace más de medio siglo, tal y como señala el investigador Flores, se sabía que alguien se casaba “a partir de las amonestaciones. La Iglesia tenía un papel muy fuerte, ya que se exponía públicamente quienes iban a ser los futuros cónyuges, y se pedía que si alguien tenía alguna cosa que decir para que no se celebrase ese matrimonio, podía exponerlo”. Sin embargo, esa costumbre de anunciar una boda ha mutado en un tono satírico. En la actualidad son los amigos y amigas de los novios los que ponen diferentes carteles o pancartas en los pueblos para “de forma graciosa” dar la noticia de este compromiso.

Un ejemplo es esta pancarta, en la que una auxiliar de farmacia se casa con un repartidor de huevos, en la que reza “ella te da el ibuprofeno, él te da los huevos, y el sábado se dan el Sí Quiero”, incluyendo el nombre de los novios y también la fecha en la que se va a celebrar la boda. Junto a la pancarta, carteles irónicos en los que se ofrece una supuesta recompensa, ya que se trata de “peligrosos criminales” que están en busca y captura.


Un ejemplo de anuncio de una futura boda en un pueblo de Toledo con una pancarta irónica colocada en la rotonda del municipio

Otra costumbre ritual que destaca el profesor son las encerradas. “Ocurría en todas las provincias, pero destacan mucho en Castejón (Cuenca): consistía en gastar al novio unas bromas terriblemente crueles, con escarnio público. Era una agresión simbólica que los ridiculizaba”. En la actualidad, esto puede extrapolarse en la propia despedida cuando se suele disfrazar a los novios o también los amigos de los novios realizan otro tipo de bromas como: poner su casa a la venta en un portal de internet, empapelar su coche con notas adhesivas de papel o papel film transparente, o incluso en algunos casos más radicales cambiar la cerradura de su casa.

Juan Antonio Flores destaca que existen otros rituales, “también ligados al amor” en diferentes lugares de Castilla-La Mancha. Son ritos identitarios en diferentes localizaciones de la región. “Se trata de declaraciones de amor, y aunque es algo globalizado, también está presente en Castilla-La Mancha. Colocar candados para expresar el amor públicamente, sobre todo en puentes, como por ejemplo en Talavera o en el Puente de San Pablo en Cuenca”.

Flores señala que él y sus compañeros académicos, inicialmente, querían estudiar los propios rituales que existían en esos más de cien años que abarca la investigación, pero “lo que en realidad estábamos estudiando es la transformación”.

El mundo, cada vez más acelerado, donde los algoritmos, los me gusta, las visitas y la popularidad marcan el éxito, los rituales han evolucionado y han dado un salto a las redes sociales. ¿Es el fenómeno del ‘postureo’ el que marca que sigan haciéndose algunos rituales?, preguntamos. “Inevitablemente, el ritual ha saltado al terreno tecnológico y conforma nuestras vidas, quizá de un modo mucho más presente que antes”, apunta Juan Antonio.

La muerte como otro de los grandes ejes rituales

Los rituales están ligados a las diferentes etapas de la vida. Desde el nacimiento hasta que llega el último: la muerte. “Estos rituales funerarios se han transformado muchísimo. Antes la expresión del sentimiento se guardaba internamente en la casa, y la familia vivía con el recuerdo de la persona fallecida”, señala el investigador talaverano.

La intimidad emocional se proyecta en la actualidad en los diferentes elementos funerarios como las tumbas, nichos o cementerios. “En la actualidad hay mucha menos intimidad. Antiguamente, las fotografías privadas se quedaban con la familia en las casas, ahora las podemos ver en los cementerios, es algo que llama mucho la atención”.


Cerámica funeraria localizada en el cementerio de Talavera de la Reina

Escrutando la encuesta realizada por el Ateneo entre 1901 y 1902, en una de las respuestas cuando “se pregunta cómo son los cementerios, se viene a decir que son poco más que corrales que se caen, que no tienen apenas manutención, donde no hay brillo ni limpieza. Eso es algo que ahora ha cambiado muchísimo”, explica Flores. “Antes la costumbre era ofrecer muy poca información de los fallecidos, ahora los familiares ofrecen multitud de datos”, añade.

Para Juan Antonio Flores esto refleja “una especie de narrativa microbiográfica, donde también en algunas tumbas aparece cómo fue la vida de una persona, cuáles fueron las circunstancias de su muerte”. Nos cuenta que en el cementerio de Talavera de la Reina existen pinturas funerarias en cerámica que son “una auténtica obra de arte”.

Ligado a la muerte, otro ritual es el toque de campanas, un rito que ya es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. “Las campanas también han acompañado los rituales relacionados con la muerte. Había toques de agonía, de despedida, cuando la persona ya había fallecido, incluso cuando se celebraba la misa después, cada uno con un sonido diferente”, explica Juan Antonio.

Este libro, que recoge más de cien años de testimonios y rituales castellanomanchegos, se presentará en la Biblioteca Municipal ‘José Hierro’ de la localidad toledana de Talavera de la Reina, el próximo martes 28 de octubre, a las 19 horas.