La Fiscalía de París estima en 88 millones de euros las joyas robadas en el Louvre

La Fiscalía de París estima en 88 millones de euros las joyas robadas en el Louvre

«Más allá del valor económico de los más de 8.700 diamantes, 34 zafiros, 38 esmeraldas y más de 200 perlas robadas, cuyo precio es difícil de cuantificar, es su conjunto lo que le da todo su valor, y este es precisamente inestimable», explica un historiador

Trocearlas o al mercado negro: la única forma de los ladrones para vender las joyas robadas del Louvre

La Fiscalía de París ha estimado que las joyas sustraídas este domingo en el parisino Museo del Louvre valían 88 millones de euros. Así lo ha confirmado a RTL la fiscal de París, Laure Beccuau.

Este robo “supera incluso al de la Mona Lisa en 1911”, según el historiador Eric Anceau, un especialista en la historia de Francia y de Europa en el siglo XIX, pues las piezas sustraídas representan una parte de la historia y del patrimonio francés.

“Más allá del valor económico de los más de 8.700 diamantes, 34 zafiros, 38 esmeraldas y más de 200 perlas robadas, cuyo precio es difícil de cuantificar, es su conjunto lo que le da todo su valor, y este es precisamente inestimable, ya que las piezas robadas representan una parte de la historia de Francia y del patrimonio común de los franceses”, dijo Anceau al diario Le Monde.

El Louvre reabrirá sus puertas al público este miércoles por primera vez desde el robo, pero la Galería de Apolo, de la que los ladrones se llevaron ocho joyas de la corona francesa, seguirá cerrada por un tiempo indefinido, con el debate candente de su seguridad.

Un debate que centrará también este miércoles la comparecencia en el Senado de la presidenta del Louvre, Laurence de Cars, en el cargo desde 2021, mientras que los investigadores tratan de extraer todos los indicios posibles de los rastros y pruebas que dejaron en su huida los cuatro integrantes del comando que llevaron a cabo el golpe el domingo pasado en apenas siete minutos.

El museo fue evacuado cuando se produjo el robo, el domingo poco después de las nueve y media de la mañana, y aunque el lunes todo estaba preparado para recibir visitantes, en el último momento los responsables decidieron dar marcha atrás. El martes es el día de cierre semanal.

Fue en la Galería de Apolo, en la primera planta, donde penetraron dos de los ladrones, tras subir gracias a una camioneta con un montacargas de los que se utilizan en las mudanzas que habían aparcado en el flanco sur del museo, el que da al río Sena, a la vista de todo el mundo.

Una vez penetraron en la galería tras hacer un boquete en el cristal de una de las puertas del balcón, reventaron con unos discos de corte dos vitrinas, una con joyas de la época de Napoleón y otra con joyas de la corona de Francia. En su huida perdieron la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, que además resultó dañada. Toda la operación duró siete minutos.

La ministra francesa de Cultura, Rachida Dati, se defendió este martes de los ataques sobre posibles fallos en la seguridad en el Museo del Louvre e insistió en que el refuerzo del dispositivo se está llevando a cabo, pero tarda debido a las reglas administrativas.

“Lo que pasó el domingo, no es un banal incidente. Es un ataque grave a nuestro patrimonio histórico” y también “una herida para todos nosotros” porque el Louvre es “la pantalla de la cultura francesa y de nuestro patrimonio”, señaló Dati en la sesión de control al Gobierno ante la Asamblea Nacional.