
Las víctimas del cribado de cáncer acusan al Gobierno andaluz de manipular historiales para borrar la palabra “sospechoso”
La asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Andalucía denuncia ante el Ministerio Público la supuesta manipulación de los resultados del cribado de cáncer colgados en la aplicación informática del Servicio Andaluz de Salud, de los que ha desaparecido el diagnóstico «sospechoso» o «dudoso» para ser sustituido por el término «probablemente benigno»
La crisis de los cribados de cáncer deja asomar las grietas de la sanidad andaluza y extiende la sospecha a otros pacientes
La asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Andalucía (Amama) se ha personado este martes en los juzgados de Sevilla para presentar una denuncia ante la Fiscalía por la supuesta manipulación de datos en el resultado de sus mamografías, publicadas en la plataforma informática del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y accesible para los usuarios a través de la aplicación ClicSalud.
Amama ha adjuntado a su denuncia documentación y expedientes particulares para demostrar que hace dos semanas, al poco de estallar la crisis de los cribados de cáncer de mama, en su historial clínico digital aparecía el resultado de la mamografía con un diagnóstico “sospechoso” o “dudoso” -correspondiente a la clasificación BIRADS-3-, y ahora esos términos han desaparecido y han sido sustituidos por el concepto “probablemente benigno”.
Un cribado de cáncer de mama, que en Andalucía se realiza desde los 49 a los 71 años, puede arrojar tres resultados posibles: positivo, negativo y dudoso o “no concluyente”. La crisis sanitaria y política que ha puesto contra las cuerdas al Gobierno de Juan Manuel Moreno se centra en esta tercera categoría, catalogada en argot médico como BIRADS-3. Significa que se han detectado hallazgos sospechosos en la mama que recomiendan una segunda prueba de contraste. Según la ciencia médica, en el 98% de los casos es “probablemente benigno” y en un 2% puede resultar un tumor maligno.
La crisis de los cribados de cáncer de mama en Andalucía estalla cuando la exconsejera de Salud, Rocío Hernández (hoy dimitida), reconoce que hay unas 2.000 mujeres con un diagnóstico “sospechoso” o “no concluyente” a las que no se les había informado del resultado de su mamografía. Es más, que se habían enterado con meses y años de retraso y, en algunos casos, ya habían desarrollado un cáncer cuando fueron advertidas. Moreno, tras pedir disculpas por el “error”, explicó que no se les avisó para no generarles una “ansiedad” innecesaria.
Ese retraso en la información al paciente, que la Junta atribuye a un “fallo” en el protocolo aún sin identificar 23 días después, ha provocado que, en las últimas dos semanas, miles de mujeres andaluzas hayan entrado en la aplicación informática del SAS para revisar su historial clínico y saber si también ellas estaban entre las afectadas. Es decir, si la mamografía que se hicieron meses o años atrás había arrojado un resultado “sospechoso”, “dudoso”, “no concluyente”.
Muchas de ellas confirmaron, efectivamente, que el resultado de sus pruebas era un BIRADS-3, pero no lo supieron hasta que se metieron en la app de ClicSalud o en la plataforma Diraya (el sistema integrado de información sanitaria del SAS, que incluye la historia clínica electrónica única del ciudadano).
Algunas llamaron de inmediato a su centro de salud para exigir explicaciones, otras llamaron a los medios de comunicación para denunciar su caso. Pero días después, al volver a revisar su historial médico, el resultado de la mamografía ya no hablaba de un diagnóstico “sospechoso”, sino “probablemente benigno”. En realidad es el mismo diagnóstico -un BIRADS-3-, pero todo el Gobierno andaluz se ha esforzado en las últimas dos semanas en poner el acento en este segundo concepto -“probablemente benigno”-, convencidos de que han sido los errores de comunicación y gestión política los que han redimensionado esta crisis.
Hay mujeres que denuncian que el resultado de su cribado desapareció “unos días” de su historial y luego reapareció cambiado, y “tampoco constaba el nombre del radiólogo, que antes sí estaba”. En otros casos, “los datos de cribado que aparecen en ClicSalud no coinciden con los que aparecen en Diraya”, que en teoría deben ser los mismos.
La presidenta de Amama, Ángela Claverol, ha acusado hoy al SAS de alterar las pruebas y ha sido muy dura con la gestión de la crisis que está haciendo el Gobierno de Moreno, aunque la denuncia registrada en la Fiscalía no es nominal, sino una presentación de documentación para que el Ministerio Público, si lo considera conveniente, abra una investigación. Claverol no ha querido aclarar cuántos casos han recabado y en cuántas provincias. La denuncia interpuesta hoy por Amama está al margen de la demanda colectiva que está preparando su abogado contra la Junta por los diagnósticos tardíos de cáncer de mama.
Preguntado por la denuncia de la Asociación, desde el SAS aseguran que “se han revisado los sistemas [informáticos] y no se ha encontrado ninguna incidencia relacionada”. “Hay accesos a las historias de pacientes con normalidad”, advierten. De momento, desde la Consejería de Salud rehuyen aclarar si en las últimas dos semanas se ha hecho alguna modificación informática, técnica, clínica o de algún tipo en los datos médicos que aparecen en la app de Click Salud o en Diraya.
Tampoco confirman si se han modificado o sustituido las nomenclaturas que aparecían en los resultados de algunas pacientes, por ejemplo, eliminar el concepto BIRADS-3 y sustituirlo por otro menos amenazante, como “probablemente benigno”.
Claverol ha confirmado que el presidente Moreno se ha puesto en contacto con la asociación Amama para solicitarles un encuentro, pero han declinado reunirse con él. “No lo hemos rechazado, lo hemos aplazado”, ha asegurado, tras acusar a la Junta de no estar acertando en la gestión ni en los planes de choque para solucionar el problema de los diagnósticos tardíos.
Cesa un jefe de servicio del SAS por la crisis de los cribados
Por su parte, Moreno ha anunciado hoy el cese de un jefe de servicio de la Consejería de Salud por los “errores de gestión” y de “comunicación” en esta crisis y ha confirmado que habrá más destituciones en la jerarquía de mando por encima de este responsable.
El presidente andaluz, durante un foro organizado por Abc, también ha lanzado otra batería de promesas para reestructurar el SAS de arriba abajo y aumentar significatiamente la plantilla. En 2026, año electoral, la Junta contratará 4.370 profesionales sanitarios más, de los que 1.200 serán médicos (incluidos MIR).
Desde que estallara el escándalo de los cribados de cáncer de mama, la mayor crisis política que ha vivido en sus siete años de gobierno, el presidente andaluz ha ido elevando la cifra prometida de nuevos contratos sanitarios, a la vez que reconocía que no había (ni en las bolsas por especialidades ni en el mercado) personal suficiente para cubrir esos contratos.
En la primera semana de crisis, la Junta anunció 119 contrataciones de sanitarios; en la segunda semana -ya con Antonio Sanz como consejero de Sanidad- se elevó la cifra a los 700 contratos (hasta entonces, el SAS sólo había podido formalizar un contrato a media jornada en el Virgen del Rocío de Sevilla, el hospital donde se focaliza el 90% de las afectadas). A los 23 días de que estallase el escándalo, Moreno eleva la plantilla a 4.370 profesionales, 2.292 antes de que finalice este año.
Los sindicatos del sector, que ya habían sido muy críticos con los primeras 119 contrataciones anunciadas, ven “irreal” este “plan de choque” y demandan explicaciones a la Junta para que aclare cuál fue el origen del fallo en el Plan de detección precoz del cáncer de mama y, sobre todo, cuál es su alcance real. Por qué 2.000 afectadas y no 5.000 (Amama denuncia que muchas de las mujeres de su asociación no han recibido aún la llamada de la Junta, que asegura haber dado ya cita a todas para repetirse la mamografía antes del 15 de noviembre).
Moreno también ha admitdio que “el SAS no funciona de manera eficiente”, un diagnóstico en el que coincide con la presidenta de Amama. Aunque el presidente descarga toda la responsabilidad en los anteriores gobiernos socialistas, asegura que el mayor ente público de la Junta de Andalucía -con un presupuesto anual de casi 16.000 millones de euros- viene funcionando con mucha “opacidad”, el motivo por el que no detectaron a tiempo el retraso de los cribados de cáncer.
“La información no llegaba adonde tenía que llegar, porque el SAS tiene una estructura opaca: a veces parece que no ha llegado a él el siglo XXI”, ha denunciado. Cuando le han recordado que el PP lleva siete años gobernando Andalucía y gestionando la sanidad pública, Moreno ha matizado que “cuatro años y pico” no cuentan.