Alemania acepta «abrir un diálogo» sobre la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la UE en plena presión de Junts a Sánchez
La aceptación del canciller Merz se produce justo cuando Junts ha lanzado un ultimátum al Gobierno de Sánchez y someterá a consulta con la militancia la relación con el PSOE a partir de ahora
Junts someterá a consulta de la militancia la decisión de la cúpula sobre la ruptura con el PSOE
Oxígeno para Pedro Sánchez en plena presión de Junts. Alemania, que es el país más reticente a aceptar la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en el UE, ha aceptado “abrir un diálogo” sobre el asunto con España. Conseguir que los 27 acepten esa petición es uno de los compromisos alcanzados por los socialistas con Carles Puigdemont a cambio de la investidura de Sánchez, pero se resiste porque requiere de la unanimidad de los estados miembros de la UE y un puñado de capitales, entre ellas Berlín, recela de abrir ese camino.
“Nuestros dos gobiernos han acordado hoy abrir un diálogo con el objetivo de encontrar una respuesta a la solicitud española de que sus lenguas oficiales distintas del español sean reconocidas como oficiales en la Unión Europea de forma que sea aceptable para todos los Estados Miembros”, señala una declaración conjunta de la República Federal Alemana y el Reino de España: “Este diálogo bilateral comenzará a la mayor brevedad a cargo de nuestros respectivos Ministerios de Asuntos Exteriores”.
“La incorporación de dichas lenguas constituye una parte esencial de la identidad nacional plurilingüe de España. Por ello, hemos decidido conjuntamente iniciar conversaciones bilaterales a partir de las cuales España presentará un texto para debate y decisión de los 27 Estados Miembros en una futura reunión del Consejo de Asuntos Generales”, agrega el texto que no pone fechas. La próxima reunión del Consejo de Asuntos Generales es el 20 de noviembre.
España ha llevado el asunto ya en varias ocasiones a ese organismo desde que en agosto de 2023 se comprometió con Junts a impulsar esa medida en el seno de la UE, pero ha fracasado en el intento. En el mes de mayo, el Gobierno llevó la propuesta para votación, sin embargo, la decisión se aplazó ante la falta de apoyos. Una decena de países, entre ellos Alemania o Italia, expresaron “preocupaciones” sobre las implicaciones legales y financieras de la medida. También los servicios jurídicos del Consejo de la UE creen que la propuesta de España no se puede realizar sin cambiar los tratados. En julio el asunto se quedó simplemente en un nuevo debate.
Hasta ahora el Gobierno ha ido planteando el asunto en momentos clave para lanzar gestos a Junts. Ante la nueva advertencia de la formación de Puigdemont por la falta de avances en el acuerdo suscrito con los socialistas, Sánchez aseguró este jueves que “lo que está manos del Gobierno de España se está cumpliendo”. “Lo que depende de otros estamos trabajando para que se cumpla”, agregó el presidente. En ese segundo paquete de medidas, están las propuestas sobre migración de Junts, que chocan con otros socios de la coalición, como Podemos, pero también la oficialidad del catalán en la UE.
Y en el Gobierno logran este viernes un gesto hacia la formación independentista ante la reunión de su ejecutiva el lunes, convocada para hacer balance del acuerdo de Bruselas tras los reiterados ultimátums al Gobierno. La idea es decidir si rompe definitivamente con el PSOE, tal y como algunos dirigentes defienden. La decisión que adopte la cúpula se someterá a votación de la militancia.
“El Gobierno no ha dejado de mostrar su determinación para avanzar hacia la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego. El de hoy es un paso importante para hacerlo posible”, celebran fuentes gubernamentales.
El paso de Alemania, que coincide en el tiempo con el ultimátum de Junts, se produce después un mes después de que el canciller alemán, Friedrich Merz, enfriara su apoyo a esa petición de España tras reunirse con Sánchez. “Entiendo muy bien este interés. ¿Cómo resolverlo? Esto ya lo tendremos que ver”, dijo en una rueda de prensa en Moncloa tras un encuentro bilateral. “Yo mismo he sido miembro del Parlamento Europeo y sé cuán complicado es el servicio de idiomas en la Unión Europea y cada lengua añadida, por supuesto, multiplica la necesidad de traducciones. Creo que a medio plazo podría haber una muy buena solución, porque gracias a la inteligencia artificial ya no necesitaremos a intérpretes. Vamos a poder entender y poder hablar en todos los idiomas de la Unión Europea. Todavía pasará un poco de tiempo”, agregó. Ahora Alemania acepta estudiar la propuesta y da tiempo a Sánchez.