«Donde había viñas, ahora hay piscinas»: la amnistía de PP y Vox que amenaza el Patrimonio de la Humanidad de Mallorca

«Donde había viñas, ahora hay piscinas»: la amnistía de PP y Vox que amenaza el Patrimonio de la Humanidad de Mallorca

Residentes y ecologistas temen que los decretos aprobados por el Govern de Marga Prohens conviertan la Serra de Tramuntana en un reclamo para grandes inversores y propietarios adinerados y han presentado sus quejas ante el Icomos

Una secuencia “única” de edificaciones permitirá descifrar los secretos de un asentamiento de hace 3.000 años

A 35 kilómetros de Palma -más de una hora por carretera entre curvas y pendientes-, el municipio de Estellencs observa con preocupación las laderas que lo rodean. En ellas proliferan urbanizaciones de legalidad incierta, resultado de una presión urbanística que desde hace años amenaza el equilibrio del pulmón verde de Mallorca, la Serra de Tramuntana, declarada en 2011 Patrimonio Mundial por la UNESCO. Las normas impulsadas por el Govern de Marga Prohens (PP) con el apoyo de Vox so pretexto de dar respuesta a la actual emergencia habitacional han encendido las alarmas de vecinos y ecologistas, que temen que estas medidas, lejos de aliviar las dificultades de la población local, agraven su situación y conviertan el emblemático paisaje en un reclamo para grandes inversores y propietarios adinerados. “Donde antes había viñas y olivos, ahora hay piscinas y hoteles. ¿Qué queda de la Serra de nuestros abuelos?”, lamenta un vecino de este pueblo de poco menos de 300 habitantes.

El malestar de estos residentes resume el fondo de las denuncias que el Grup Balear d’Ornitologia i Defensa de la Naturalesa (GOB) y la Associació de Defensa dels Paisatges d’Estellencs acaban de presentar ante el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), el organismo asesor de la Unesco en materia de patrimonio. Ambas entidades alertan del enfoque “inversionista y rentista” de estas leyes, que, en el caso de la Serra, provocarán un “vaciado de la vida real” de los pueblos, mientras el mercado inmobiliario y turístico continúa su proceso de reorientación hacia el “lujo”. En sus escritos, acusan al Govern de Marga Prohens (PP) de impulsar, de la mano de la extrema derecha, una desregulación sin precedentes que pone en riesgo los valores culturales, naturales y sociales que justificaron que la Serra de Tramuntana fuese reconocida por la UNESCO.

Estas advertencias se suman a las efectuadas meses atrás por arquitectos y ambientólogos de Balears, que sostienen que la construcción “descontrolada” que, a su juicio, se deriva de estas normativas supone una amenaza para los valores naturales y territoriales de la isla: “Si no cuidamos eso, dejaremos de ser un atractivo y, cuando nos queramos dar cuenta, seremos un decorado de cartón piedra en el que será difícil vivir”, alertaron.

La Serra de Tramuntana, que se extiende a lo largo de unos 90 kilómetros por la costa noroeste de Mallorca y alberga algunos de los enclaves más simbólicos y visitados de la isla, cuenta desde los años setenta con numerosas figuras de protección: en 1972 fue declarada paraje pintoresco y, en 1985, Bien de Interés Cultural (BIC) al amparo de la ley estatal de patrimonio. Cuenta, además, con otras figuras de protección como la propia ley de espacios naturales de 1991, la ley para la conservación de los espacios de relevancia ambiental (2005) y, con base en esta, el Plan de Ordenación de Recursos Naturales de la Serra de Tramuntana (2007). También se encuentra preservada por la declaración de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y por el decreto de ampliación de la lista de Lugares de Importancia Comunitaria (2006).


Vista panorámica de Estellencs

Amnistía urbanística y turismo sin freno

Pese a ello, las entidades ecologistas llevan años denunciando el vertiginoso proceso edificatorio de este territorio, agravado por la sustitución de sus actividades tradicionales por actividades económicas que han contribuido a acentuar la presión inmobiliaria y turística de la zona, convertida en un objeto codiciado por grupos de inversión y ciudadanos extranjeros de elevado poder adquisitivo. A la urbanización de amplias áreas de suelo rústico, la proliferación de segundas residencias y la sobreexplotación de los recursos naturales se suma una masificación turística que cada temporada roza límites extremos y un imparable crecimiento poblacional con serias repercusiones en materia sanitaria, educativa y de vivienda, así como sobre el consumo de energía y de agua. 

Los ecologistas llevan años denunciando el vertiginoso proceso edificatorio de la Serra, agravado por la sustitución de sus actividades tradicionales por actividades económicas que han contribuido a acentuar la presión inmobiliaria y turística de la zona, convertida en un objeto codiciado por inversores y extranjeros de alto poder adquisitivo

En el camino hacia Estellencs, asoman a la carretera varios carteles que rezan “Se vende”. Al llamar para solicitar información, la agencia inmobiliaria que gestiona una de las fincas avisa de que, en caso de estar interesados en comprarla, hay que estar asesorado por un arquitecto para conocer qué obras pueden realizarse y cuáles no. Se trata de una antigua casa de piedra que se anuncia con “vistas panorámicas al mar” y posibilidad de solarium y “estanque-piscina”. La vivienda se vende por 360.000 euros, pero precisa de una “reforma total”. En este municipio, el inmueble más barato lo anuncia, por 350.000 euros, la inmobiliaria alemana Engels & Volkers: se trata de una “encantadora casa adosada con impresionante terraza en la azotea y vistas a la montaña” destinada a “aquellos que desean experimentar el lado auténtico de Mallorca, ya sea como casa de vacaciones o residencia permanente”.


Turistas paseando por Estellencs

“Aquí es imposible acceder a una vivienda”, se lamenta Elena, residente del pueblo, quien asegura que está buscando inmuebles en el norte de España: “Con lo que podría pagar por una casa en esa zona, aquí no podría pagar ni la entrada”, se lamenta. Algo que no les sucede a los numerosos alemanes que, en los últimos años, han ido adquiriendo distintas propiedades en Estellencs a golpe de talonario. El municipio ha perdido población local mientras ve cómo se disparan el número de extranjeros, las plazas turísticas y, sobre todo, el precio de las viviendas.

“Los alemanes compran a tocateja y los propietarios prefieren venderles a ellos o alquilar a turistas. Nosotros no podemos competir con eso”, recrimina otra residente, quien recuerda que, hace varios años, el alquiler de una casa “podía costar 300 ó 400 euros porque nadie quería venir a vivir aquí”. “Ahora, es imposible encontrar una vivienda por menos de 800. Y eso si encuentras algo”.

Aquí es imposible acceder a una vivienda. Estoy buscando en el norte de España. Con lo que podría pagar por una casa en esa zona, aquí no podría pagar ni la entrada. Los alemanes compran a tocateja y los propietarios prefieren venderles a ellos o alquilar a turistas. Nosotros no podemos competir con eso

Elena
Vecina de Estellencs

“La excusa de facilitar el acceso a la vivienda, una mentira”

Desde la Associació de Defensa dels Paisatges d’Estellencs critican que ahora, con la nueva normativa de liberalización del suelo impulsada por el Govern con el apoyo de Vox, “legalicen construcciones edificadas en su día de forma totalmente irregular y sin ningún tipo de restricción”, lo que permitirá, añaden, que “pasen al mercado libre” e incluso -temen- que “puedan destinarse al alquiler turístico”. Uno de los miembros de la entidad, Ferran Dídac Lluch i Dubon, lamenta, en declaraciones a elDiario.es, que el decreto, “con el pretexto de facilitar el acceso a la vivienda, favorezca la especulación por parte de los grandes tenedores en áreas próximas a los municipios, modificando los parámetros de construcción y accediendo a suelo que previamente han pagado a precio de rústico”.


Vecinos y ecologistas denuncian el encarecimiento de los precios de la vivienda y la gentrificación que sufren los municipios de la Serra de Tramuntana

Se refiere, en concreto, a uno de los puntos más controvertidos del texto, el que establece es la posibilidad de que las llamadas “áreas de transición”, actualmente consideradas como suelo rústico, puedan recalificarse como urbanizable para permitir la construcción de nuevas viviendas. Una decisión que quedará en manos de los ayuntamientos, siempre que estos cuenten con más de 20.000 habitantes y se apruebe mediante votación en pleno municipal. La ‘ley de actuaciones urgentes destinadas a la obtención de suelo mediante proyectos residenciales estratégicos’ contempla liberalizar suelo y construir 20.000 nuevas viviendas en Palma, si bien populares y extrema derecha prevén extenderla a los 24 municipios del archipiélago que cuentan con más de 10.000 habitantes. Por exigencia de Vox, la normativa permitirá, también con la última palabra de los consistorios, construir en suelo rústico sin necesidad de haber agotado el urbanizable.

En este sentido, Lluc recrimina que el decreto favorezca el incremento poblacional con “la excusa de hacer más accesible la vivienda, que es una absoluta mentira”, y asevera que en numerosos casos se hayan convertido antiguas instalaciones sin licencia “en un hotel, muchas veces con el conocimiento de la administración”.

La ley de liberalización del suelo prevé la construcción de 20.000 nuevas viviendas en Palma, si bien PP y Vox prevén extenderla a otros 24 municipios del archipiélago. Por exigencia de la extrema derecha, la norma permitirá, con la última palabra de los consistorios, construir en suelo rústico sin necesidad de haber agotado el urbanizable

“Una bomba demográfica y territorial”

No en vano, un reciente estudio publicado por la entidad Mallorca per viure, no per especular tras varios meses de investigaciones, y que por primera vez cuantifica el impacto territorial y demográfico del decreto, asegura que éste abrirá las puertas a la construcción de más de 37.400 pisos en suelo rústico en Mallorca y a un crecimiento demográfico “sin precedentes”. El diagnóstico, efectuado por un grupo de expertos liderados por Gabriel Garcies, es demoledor: los siete municipios afectados por la nueva norma podrían sumar 252.810 nuevas plazas residenciales, es decir, un 37% más de población respecto al censo de 2024. Para alcanzarlo, la ley permitiría levantar 37.432 nuevas viviendas en 1.246 hectáreas de suelo rústico hasta ahora protegido. La totalidad de hectáreas que pasarán a ser edificables será de 1.246, en su mayoría suelos agrarios y forestales.


Imagen de unas obras en Estellencs

Otro de los decretos contra el que se dirigen las entidades ecologistas es el 4/2025, impulsado por el Govern de Prohens con el objetivo de luchar contra la oferta ilegal y velar por la calidad turística de Balears, una medida que, tal como ponen de manifiesto en sus denuncias ante Icomos, ha levantado la suspensión de plazas turísticas aprobada por el anterior Govern y ha introducido de forma excepcional 500 plazas adicionales destinadas a implantarse en edificios con protección patrimonial, “lo que implica fomentar la transformación de inmuebles con valores históricos en alojamientos turísticos”.

No solo eso: un total de 1.570 plazas turísticas, entre las destinadas al alquiler vacacional, a los establecimientos hoteleros y a los hoteles en edificios catalogados, saldrán a la venta a partir de septiembre en Mallorca tras la aprobación de esta normativa, lo que, tal como recrimina la portavoz del GOB, Margalida Ramis, “promoverá la transformación del patrimonio histórico en hoteles de lujo”.

Un total de 1.570 plazas turísticas, entre las destinadas al alquiler vacacional, a los establecimientos hoteleros y a los hoteles en edificios catalogados, saldrán a la venta a partir de septiembre en Mallorca, lo que, según la portavoz del GOB, Margalida Ramis, «promoverá la transformación del patrimonio histórico en hoteles de lujo»

El GOB lamenta, en este sentido, que, lejos de adoptar medidas encaminadas a frenar la turistificación de la Sierra, las nuevas normas no pongan freno al “excesivo” crecimiento de plazas turísticas, que en algunas poblaciones multiplica por diez la población local. Una problemática que recae con dureza sobre los ciudadanos, como indican las denuncias presentadas, que subrayan cómo el encarecimiento del suelo y la vivienda “ha llegado a niveles insostenibles”: “La población local se ve progresivamente desplazada hacia municipios más asequibles, siendo los jóvenes los más afectados y enfrentándose a un futuro incierto”. El fenómeno, advierten, se ha visto amplificado por la proliferación del alquiler vacacional, que “absorbe buena parte del parque de vivienda residencial” y agrava la expulsión de los residentes.


Una de las estrechas y características calles de Estellencs

El Govern dice que no promoverá desarrollos urbanísticos

Desde el Ejecutivo autonómico, sin embargo, acusan a las entidades de difundir “información sesgada o directamente falsa” a Icomos, lo que consideran “una grave irresponsabilidad”. “Ni el Govern de las Illes Balears, ni ninguna administración competente, ha modificado una sola de las figuras de protección territorial ni ambiental de la Serra de Tramuntana, y, como se ha expresado de manera reiterada, no se prevé ningún desarrollo urbanístico en este valioso paraje natural de las Islas”, aseveran a este medio.

Ni el Govern de las Illes Balears, ni ninguna administración competente, ha modificado una sola de las figuras de protección territorial ni ambiental de la Serra de Tramuntana, y, como se ha expresado de manera reiterada, no se prevé ningún desarrollo urbanístico en este valioso paraje natural de las Islas

Govern balear

La única medida adoptada, arguyen, ha sido la regularización de edificaciones “sobre las que la administración ya no puede actuar, a cambio del pago de la correspondiente sanción y de la adopción de medidas de sostenibilidad ambiental, como medidas de eficiencia energética o medidas en eficiencia en recursos hídricos”. Reclaman, incluso, “máxima responsabilidad y compromiso colectivo” en la protección y preservación de un patrimonio natural “único y singular” como es la Serra de Tramuntana.

Ampliaciones y apertura de viajes que “no se justifican”

En Estellencs, mientras tanto, algunos de los vecinos miran con desconfianza el futuro de la Serra y, sobre todo, de las laderas aledañas, en las que, denuncian, se estaría favoreciendo determinados intereses políticos mediante la ampliación de aparcamientos y la apertura de viales que “técnicamente no se justifican” y que “no están adaptados a la realidad de un municipio situado en la Serra de Tramuntana”. “El problema es que están desvirtuando el paisaje todo lo que pueden porque lo único que les interesa es el uso turístico que se pueda hacer de todo ello”, lamenta, en este sentido, Ferran Didac Lluc. Desde Per Estellencs, en la oposición, lamentan al respecto el “oscurantismo” del Ajuntament, gobernado por el PP.

“No quieren destapar lo que harán y lo que no harán. Tampoco nos dejan tener acceso a las actas. Y lo que tenemos, sobre todo, es que las políticas que se lleven a cabo sean para favorecer a segundas residencias con todo lo que ello provoca: el abandono de los servicios públicos y la pérdida de los colegios, los centros de salud… Todo esto va en detrimento cuando haces un crecimiento urbanístico de este calibre”, aseveran desde la coalición, que el pasado mes de diciembre también denunció ante el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno del Estado la existencia de un elevado volumen de “facturas extrajudiciales”, aprobadas al margen del presupuesto inicial del Consistorio, por un importe de 307.000 euros “sin justificación ni control de intervención algunos”. elDiario.es ha intentado ponerse en contacto con el alcalde de Estellencs, Bernat Isern, pero no ha atendido a la petición de este medio.