Subvert, una plataforma para los músicos que no quieren “sentirse cómplices de la especulación con la guerra”

Subvert, una plataforma para los músicos que no quieren “sentirse cómplices de la especulación con la guerra”

La aplicación, que nace como una alternativa a Bandcamp, busca consolidarse en el sector en un momento en el que «los artistas ganan fracciones de céntimos mientras que las plataformas obtienen un valor enorme de su trabajo»

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La industria musical independiente ha tratado durante décadas de encontrar el equilibrio entre la distribución masiva y la viabilidad económica de los artistas. Impulsada inicialmente por las descargas y luego dominada por el streaming, la transformación digital ha dado exposición global a los creadores, pero ha generado un sistema de retribución mínimo. Los modelos de grandes compañías como Spotify o Apple Music han sido criticados por ofrecer ínfimas regalías que no permiten la sostenibilidad financiera, un contexto que aprovechó la plataforma Bandcamp, fundada en 2008, para consolidarse como una excepción en el sector musical underground.

Bandcamp emergió como un pilar fundamental de la economía Direct-to-Fan (D2F), tomando una comisión relativamente baja (entre el 10% y el 15% de la venta). Esto ha provocado que la compañía fuera, hasta a día de hoy, la principal herramienta financiera para miles de sellos y artistas, permitiendo a los oyentes acceder a música tanto en formato físico como digital y demostrando que el modelo de descargas y venta directa no solo funciona, sino que también es beneficioso para el creador. Sin embargo, cuando en 2022 se anunció que Bandcamp sería adquirido por Epic Games, la corporación detrás del fenómeno de los videojuegos Fortnite, la reacción de numerosos artistas fue de decepción pese a que el CEO de Bandcamp, Ethan Diamond, enmarcó el acuerdo como positivo para los músicos.

Tras poseerla únicamente seis meses, la empresa propietaria Epic Games vendió Bandcamp a Songtradr, un suceso que ha acabado impulsando el nacimiento de Subvert. Esta plataforma ha sido creada bajo la comprensión de que, si bien Bandcamp había demostrado la viabilidad de un modelo D2F justo en términos de funcionalidad y comisiones, su estructura de propiedad tradicional, sujeta a inversores, la hacía vulnerable a una venta extractiva. Por el contrario, Subvert, que cuenta ya con 10.000 miembros de la cooperativa de todo el mundo, ha sido ideada para ser una alternativa que evite el riesgo de futuras adquisiciones que terminen desvirtuando su objetivo prioritario.

Los artistas, quienes mandan

La figura central detrás de Subvert es Austin Robey, quien se describe como el arquitecto del movimiento para construir el “internet que sea propiedad de los artistas”. Este cuenta a elDiario.es que “las ventas consecutivas de Bandcamp a Epic Games y luego a Songtradr, que dieron lugar a despidos masivos, incluidos miembros del sindicato, demostraron exactamente por qué es importante la propiedad”. Robey denuncia que “no hubo debates en la comunidad ni aportaciones de los artistas”, lo que provocó que Bandcamp pudiera venderse “porque los músicos no tenían voz en las decisiones que afectaban a su sustento”. “Esto puso de relieve la inseguridad fundamental que supone depender de la benevolencia de las empresas”, indica.

La misión central de Subvert es construir una plataforma musical que sea “propiedad” de “todos” los artistas. “La copropiedad lo cambia radicalmente todo”, explica Austin Robey. “Cuando los músicos son propietarios reales con derecho a voto, en lugar de usuarios sujetos a las decisiones corporativas, tienen un control real sobre el futuro de su plataforma. Además, no cobramos comisiones por transacción, ofrecemos funciones mejoradas basadas en las opiniones de los miembros y protegemos contra la venta externa sin el consentimiento de la comunidad”, añade, afirmando que, aunque “cambiar de plataforma nunca es fácil”, están notando un “impulso significativo” de personas que han cambiado de Bandcamp a Subvert.

La compañía, que ha contado con la adhesión de más de 1.000 sellos discográficos desde antes siquiera de su lanzamiento oficial, está diseñada para facilitar la venta directa de varios formatos, incluyendo descargas digitales (canciones y álbumes), medios físicos (como vinilos, cedés y casetes) y merchandising (camisetas, pósters, etc.). Sin embargo, al igual que Bandcamp, Subvert no busca parecerse a Spotify, evitando intencionalmente un modelo de suscripción insostenible para muchísimos artistas y enfocándose en vías de mayor ganancia. “Los artistas ganan fracciones de céntimos mientras que las plataformas obtienen un valor enorme de su trabajo”, dice Robey, agregando que están creando un “mercado basado en las ventas directas porque es el modelo que mejor apoya a los artistas y su trabajo”.

El compromiso de las aplicaciones musicales con el arte es algo a lo que cada vez dan mayor importancia los propios creadores, sobre todo después de que Spotify haya perdido a artistas críticos con la inversión en armas de su propietario, Daniel Ek, que es fundador de Prima Materia, una empresa que ha inyectado capital al fabricante de drones Helsing. “Los artistas están frustrados, y con razón. La mayoría solo quiere utilizar una plataforma sin sentirse cómplice de la explotación o de la especulación con la guerra. El listón está bajo. Pero creemos que no basta con luchar contra el suelo, tenemos que levantar el techo”, enfatiza Austin Robey.

Estamos construyendo una comunidad activa de amantes de la música. Gente que entiende que, si te gusta el trabajo de un artista, debes pagarle directamente por ello.

Austin Robey
Músico y creador de Subvert

“En lugar de intentar reformar sistemas que no funcionan, estamos construyendo algo completamente nuevo que está controlado por su comunidad”, señala Robey. Es por ello que Subvert tampoco permite canciones o discos generados con inteligencia artificial, pues sus miembros se niegan a que “se llene de basura de baja calidad como otras plataformas”. “Esta política está recogida en nuestros acuerdos cooperativos. Los infractores no solo son eliminados de la plataforma, sino que pierden por completo su condición de miembros de la cooperativa”, explica el músico.

Parece difícil que la gente esté dispuesta a comprar álbumes digitales cuando pueden escucharlos gratis en streaming, y la caída de iTunes, aplicación que tenía justo este propósito, así lo ha demostrado. Sin embargo, según comenta Robey, no es la finalidad de Subvert. “No intentamos convencer a los oyentes pasivos para que cambien su comportamiento. Estamos construyendo una comunidad activa de amantes de la música. Gente que entiende que, si te gusta el trabajo de un artista, debes pagarle directamente por ello”, afirma. “Este cambio ya se está produciendo entre los fans que buscan formas más significativas de apoyar a los artistas”, añade.

Subvert cuenta con miembros de 75 países, incluidos 200 miembros de España. Este otoño lanzará la versión beta, mientras que el lanzamiento oficial se prevé para finales de año. Sus creadores han visitado Mondragón, centro del movimiento cooperativo vasco y uno de los principales centros industriales de la comunidad autónoma, y Austin Robey reconoce que ha servido de inspiración: “Nuestro objetivo inmediato es eclipsar a Bandcamp como sucesor de la comunidad, pero estamos pensando en algo mucho más grande. Queremos crear un ‘Mondragón de la música’, una red de empresas cooperativas que abarque plataformas, locales, viviendas, estudios, todo lo que satisfaga las necesidades de nuestros miembros. Suena ambicioso, pero la rica herencia e historia cooperativa de España demuestra que es posible”.