Cómo mejorar la iluminación de casa sin inflar la factura, según una experta: «Las luces indirectas son la clave»

Cómo mejorar la iluminación de casa sin inflar la factura, según una experta: «Las luces indirectas son la clave»

Tete Sanz, especialista en iluminación de interiores, ofrece consejos fundamentales para lograr un hogar cálido y eficiente con pequeñas decisiones

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En plena temporada de rutina, mantas y tazas humeantes, cuando los días se acortan, la iluminación se convierte en una aliada imprescindible para mantener esa sensación de confort que buscamos en casa, eso sí, también conviene elegirla de manera responsable. “Es la época del año en la que más luces indirectas se venden, de salón, de sobremesa… al final hay menos horas de luz y se está más tiempo en casa”, comenta Tete Sanz, experta en iluminación de interiores y fundadora de Liderlamp.

El cambio de hora de este fin de semana marca oficialmente la llegada del horario de invierno y los días más cortos del año. Algunas zonas de España tienen hasta seis horas menos de sol en esta época con respecto al verano. Esa reducción, no solo afecta al estado de ánimo, sino también a cómo aprovechamos la luz y al tiempo que dependemos de la iluminación artificial.

“Lo primero que hay que tener en cuenta es que la luz artificial es para cuando no hay luz natural”, advierte Sanz. Para aprovechar al máximo ese bien tan preciado que es la luz natural a estas alturas del año, además de despejar las ventanas y favorecer las superficies claras o reflectantes, la experta recomienda el uso de cortinas translúcidas que dejen pasar la mayor cantidad de luz posible.

Una estrategia a capas

Una vez que la natural se desvanece, la clave para un ambiente de luz funcional y acogedor es no depender de una sola fuente de iluminación. “Para mí el consejo principal es iluminar por capas”, afirma Sanz. “El objetivo es que la iluminación acompañe en el ritmo del día a día y del cuerpo”, precisa. El método diferencia tres tipos de iluminación:

Iluminación general, que está formada por las luces de techo que se utilizan en momentos prácticos, como una comida familiar o cuando se está trabajando en la cocina.
Luces puntuales, que son las específicas para tareas concretas, como un aplique para leer en la cama o un flexo de escritorio.
Luces indirectas, cuyo propósito es crear ambientes acogedores o iluminar una estancia pero de manera parcial, como una luz tenue en la zona de televisión o en un mueble auxiliar. “Son la clave en esta época”, valora Sanz.

La iluminación por capas favorece el ahorro porque se ciñe a las necesidades y evita encender toda la estancia si solo va a usarse una parte, pero sobre todo favorece la creación de un ambiente agradable.

La clave de la eficiencia también está en la bombilla

Además de la estrategia de iluminación, la clave de la eficiencia está en la bombilla, para la experta está claro: “Por supuesto, todo con bombillas LED, que tienen un consumo mínimo, hoy nos permiten un rendimiento lumínico igual o superior a la luz convencional y están disponibles en todos los formatos”, afirma la experta.

Las bombillas LED consumen alrededor de un 80% menos de energía que las bombillas tradicionales y tienen una vida útil más larga. “El consumo de bombillas LED, en comparación a cualquier electrodoméstico o aparato de la casa, es mínimo”, explica Sanz. 

Para las luces indirectas que buscan calidez, es fundamental elegir bien la temperatura. La experta recomienda “fijarse en los grados Kelvin y que sean 2700 K”.

Respecto a otros sistemas de eficiencia como las bombillas programables que se controlan desde el móvil o los sensores de movimiento o temporizadores, es interesante valorar la relación entre precio y ahorro según el tipo de consumo de cada hogar.