Crece la importancia del diseño sostenible en la moda: «Las prendas tienen que estar pensadas para poder ser reparadas»

Crece la importancia del diseño sostenible en la moda: «Las prendas tienen que estar pensadas para poder ser reparadas»

La importancia de estudiar todo el ciclo de producto de cada prenda ya no es el futuro, sino qu es el presente de las empresas textiles, como recuerdan varios expertos y un miembro de la administración

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“No se puede decir que un tejido es sostenible en sí mismo”, sino que “hay que hablar de un sistema, que es sostenible o no lo es”. Así ha resumido Marc Puyuelo, Director de Estrategia de Coleo, la situación actual del sector textil. “Más del 80% de los impactos de un producto se decide en el sistema de producción”, añadía en la misma línea Sonia García-Heras, Directora de Empresas Adheridas de Re-Viste. Ambos participaban en la mesa “Más allá del ‘usar y tirar’: circularidad y diseño sostenible para una moda con conciencia”.

“Tenemos que fijarnos en que el sistema sea sostenible”, incidía Puyuelo: es decir, tener en cuenta cómo se ha fabricado una prenda, con qué materiales y técnicas, cuánta agua se ha empleado en su fabricación, cuánto CO₂ se ha emitido en ella, cómo se puede reparar cuando sea necesario y, cuando ya no se pueda alargar su vida útil, cómo debe reciclarse en los cauces establecidos para ello. Cecilia Dall’Acqua, Socia de Economía Circular y Sostenibilidad de Deloitte, ha señalado que “las prendas tienen que estar pensadas para poder ser reparadas”, por lo que ha propuesto dar formación a los diseñadores para que tengan en cuenta la sostenibilidad de los textiles.

El sistema no puede funcionar sin los consumidores, que cada vez exigen más información y se preocupan por la sostenibilidad. Dell’Acqua afirma que desde Deloitte han comprobado que “existe predisposición” a comprar prendas cuyo sistema de producción se conozca. Por ello, Carmen Durán, Jefa de la oficina del Comisionado para la Economía Circular del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha explicado que el Reglamento de Ecodiseño de Productos Sostenibles establece unos requisitos de información de cara al consumidor: “Esta información incluye la duración y la reparabilidad, así como el impacto, no solo de agua y CO₂”, sino todo el impacto ambiental, cuánto material reciclado contiene o cuántos recursos se han usado en su fabricación.

García-Heras pide “armonizar” toda esa información, pues unas empresas textiles solo hablan de su huella hídrica y otras del carbono producido, y pone como ejemplo a Francia, que implantaron unas etiquetas que funcionan “como un Nutriscore” que muestra toda la producción de la prenda. Durán, que apoya “no dejar esa carga del coste ambiental sobre el consumidor”, añadió que “desde la Administración se está priorizando aquellas empresas que tienen mejor rendimiento ambiental”.

La reparabilidad y la segunda mano ya son el presente

Todos los ponentes han apoyado la reparabilidad de los textiles. Dell’Acqua, además, ha resaltado “un componente social” que es una ventaja: “la recuperación del oficio para recuperar la circularidad”, en referencia a las costureras, zapateros, etc. que reparan casi cualquier tipo de textil para que pueda seguir utilizándose y no haga falta comprar otro nuevo. García-Heras volvía a poner como ejemplo en esto al país galo, que lanzó un bono para aumentar la reparabilidad de los textiles y calzados con talleres certificados en los que los consumidores pueden reparar sus prendas.

En cuanto a las empresas, ha recordado Dell’Acqua, esto es una línea de ingresos adicionales y se ve cada vez más en ellas: hay varias grandes compañías textiles que han establecido lugares para que los consumidores puedan reparar su propia ropa y “mantengan la durabilidad emocional” de sus prendas favoritas. También, ha añadido, cada vez más se lanzan con la segunda mano textil, un mercado que se prevé que alcance los 400.000 millones de euros“. ”Todas las marcas van a pasar por ahí“, pronosticó Dell’Acqua.

“Reciclamos mal” el textil

“Tenemos capacidad de reciclaje y de hacer recogida separada de los tejidos”, ha destacado Puyuelo, pero “reciclamos mal. En Europa se recicla el 1% del residuo textil que se genera”. García-Heras apoyaba esa línea: “Tenemos muchísimo volumen de residuos, así que por mucho que avancemos en reciclaje nunca será suficiente para reciclar todo lo que hay”.

Durán destaca que “hay que incrementar la demandada de textiles reciclados” para no producir tanta materia prima virgen, y recuerda; “Estamos llevando la problemática de producción europea a otros países” sin capacidad para reciclar, y ese reciclaje al final se tendrá que hacer en la UE“.

Todos los ponentes, sin embargo, muestran optimismo y ven la circularidad como una oportunidad. “Todo el sector tiene claro que tiene que apostar por la circularidad y los agentes implicados en la gestión están abriéndonos las puertas”, ha afirmado García-Heras. Dell’Acqua ha expresado “tranquilidad” porque “incorporar la circularidad está en la agenda de los CEOs”, mientras que Puyuelo ha afirmado que “tenemos capacidad de reciclado”, lo que se puede convertir “en una ventaja competitiva y hará a España ”ganar resiliencia como país“.