El camino de España ante la necesidad de rediseño sostenible de las ciudades

El camino de España ante la necesidad de rediseño sostenible de las ciudades

El primer debate de la IV Jornada de Economía circular y Energías renovables organizada por elDiario.es analiza, de la mano de cuatro expertos, las claves para lograr entornos urbanos sin emisiones

“La calidad del aire es un pilar básico en la calidad de vida en las ciudades y debe estar, por tanto, entre nuestras primeras ocupaciones y prioridades”. Con esa rotundidad se ha expresado durante la Jornada de Economía circular y Energías de elDiario.es Miguel Carpintero, responsable de Políticas Públicas y Coordinación UE en Moeve, que agregó: “Se ha avanzado muchísimo en esto desde 2005 en adelante con los estándares de motorización, pero hay mucho más que avanzar y tecnológicamente el coche eléctrico es una promesa que va a traer grandes ventajas”. 

Ignacio Rodríguez Solano, director de Relaciones Institucionales y Fundación Renault Group España reforzó la idea de que el camino hacia el vehículo eléctrico es inexorable y argumentó que “es absolutamente imbatible, no solo en términos de calidad del aire en el entorno hiperurbano, también en la periferia donde el transporte público es a menudo más débil”. “Es cierto que vamos a un ritmo más lento de lo esperado, pero también hemos tenido señales muy positivas, por ejemplo el mes de agosto en Madrid las matriculaciones entre vehículo y eléctrico puro híbrido enchufable eh superaron el 20%, con lo cual están cercanas a los niveles europeos”, apuntó con respecto a los objetivos. También hizo referencia al vehículo 3E mencionado por Ursula Von der Leyen hace un par de semanas: europeo, económico y ecológico.

Tras la intervención de Sara Aagesen, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en la primera mesa de la jornada, dedicada al rediseño de las ciudades, el consejero técnico de Suelo y Políticas Urbanas del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, Eduardo de Santiago, advirtió de que “si bien el crecimiento económico es clave, este debe ir acompañado de inclusión social y sostenibilidad ambiental”. Además, enfatizó que las ‘smart cities’ no deben reducirse a tecnología y gadgets, sino que deben incluir el componente humano, reivindicando la participación pública y ciudadana en la toma de decisiones. “La ciudadanía es el componente fundamental de la ciudad inteligente”, dijo De Santiago.


Sara Aagesen, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico

En cuanto a la construcción, Eugenia del Río, Secretario del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, señaló que aunque la normativa existente es bastante exigente en criterios energéticos, la ciudadanía está demandando más. “Cuando nos piden proyectos, van más allá de la normativa obligatoria, la gente pide incluir materiales saludables, zonas verdes, energías renovables”, subrayó. Preguntada por la moderadora, Del Río defendió que la legislación debería ser más ambiciosa, pero siempre acompañada de ayudas y coordinación de las administraciones públicas. “Igual que hablamos de ‘smart cities’, y también hay que hablar de ‘smart regulation’, de una regulación que vaya precedida por estudios de impacto”, apuntó Miguel Carpintero. 

Complementando esta visión, Eduardo de Santiago señaló el reciclaje de la edificación existente como clave en la sostenibilidad: “En lugar de que las ciudades sigan creciendo, consumiendo nuevos suelos, hay que apostar por el reciclaje de la ciudad consolidada”. “La primera normativa que obligó a tener aislamiento térmico los edificios en España es del año 79 y prácticamente el 60% del parque edificado es previo, con lo cual nuestros edificios son unos verdaderos despilfarradores de energía”, lamentó.


Instantes de la primera mesa de la IV Jornada de Economía Circular

¿Crecimiento a costa de qué?

Eduardo de Santiago señaló que el crecimiento demográfico espontáneo y la concentración de población en núcleos como Madrid y la costa mediterránea se están dando “a costa de otros territorios”. “Quizá no sea lo más justo desde el punto de vista territorial, habría que apostar por otros modelos”, valoró con el ejemplo de Alemania como país desarrollado de forma más policéntrica con un territorio más articulado que España. “Esto se consigue descentralizando iniciativas eh económicas, por ejemplo, hacia esos territorios, reconociendo el valor que prestan esos territorios”, señaló preguntado por la moderadora Marta García.

“Queremos recuperar el modelo europeo de ciudad, pequeñas ciudades dentro de una gran ciudad que no dependen una de otra”, fue la apuesta de la arquitecta Eugenia Del Río que, destacó el error de crear ciudades dormitorio por su insostenibilidad: “No son ciudades realmente y generan una cantidad abrumadora de desplazamientos”.

La descarbonización en circular

La cuestión del reparto de la última milla ha emergido durante el debate como un tema de urgencia ineludible para el rediseño sostenible de las ciudades debido al crecimiento explosivo del sector del reparto en los últimos años. “Hay más de un millón de vehículos de reparto de última milla con más de 20 años, con muchísimas emisiones, vehículos muy antiguos y que son responsables del 14% del tráfico, pero más del 20% de las emisiones de CO2”, afirmó Ignacio Rodríguez Solana. “Haría falta un plan de recarga efectivo en localizaciones específicas en donde puedan cargar porque son vehículos profesionales que están el 90 o 95% del tiempo en uso”, apuntó. 

Sobre el mismo tema, Miguel Carpintero quiso añadir la importancia de la autorrecarga de los coches eléctricos en el caso particular de la conducción de última milla: “Dada la todavía escasa penetración que tiene, no estamos viendo toda la casuística que vamos a tener, las necesidades de estos vehículos van a ser muy distintas a las de una conducción en carretera”, afirmó.

En la recta final del debate, se abordó el papel del ciudadano, sobre él Miguel Carpintero destacó: “Los ciudadanos tienen una responsabilidad última en muchos sentidos, al final todas las políticas tienen que ser aceptadas y adoptadas por el ciudadano. El consumidor elige y apuesta por lo ecológico pero no podemos pedirle que sea un valiente, hay que incentivarlo con una política de incentivos fiscales”.