Desde la calidad del sueño a la salud de nuestros ojos: los motivos por los que deberíamos salir más a la calle

Desde la calidad del sueño a la salud de nuestros ojos: los motivos por los que deberíamos salir más a la calle

¿Has notado que te sientes mejor cuando estás al aire libre? Hay razones científicas que demuestran que pasar tiempo fuera tiene un efecto positivo en nuestro bienestar general

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Los días son más cortos, el clima empieza a ser más frío y la tentación de quedarnos en casa aumenta. Probablemente, si nos paramos a pensar en el tiempo que nos pasamos en casa o en el trabajo nos daremos cuenta de la cantidad de horas que permanecemos en un espacio cerrado. De acuerdo con un informe de la agencia medioambiental estadounidense, la Environment Protection Agency (EPA), pasamos alrededor del 90% de nuestro tiempo en interiores, ya sea en el hogar, en la oficina, el transporte u otros espacios cerrados. 

Una cifra elevada teniendo en cuenta que resulta que pasar tiempo al aire libre es una muy buena manera de mejorar nuestro estado general. Así lo demuestran varias investigaciones, como este estudio publicado en Nature según el cual pasar al menos 120 minutos a la semana al aire libre, sobre todo en entornos naturales como parques o playas, puede mejorar de manera significativa nuestra salud y bienestar. 

En Estados Unidos, una organización se ha propuesto colaborar con profesionales médicos para “recetar” a sus pacientes que pasen más tiempo al aire libre como parte de su tratamiento o rehabilitación, según ha informado la agencia Associated Press.

Refrescar el cuerpo y la mente

Tanto si se trata de una excusión por un parque como de un simple paseo por una calle de nuestra localidad, las investigaciones demuestran que disfrutar del aire libre nos ayuda en nuestra salud mental y física. Y muchas veces ni siquiera es necesario estar fuera mucho tiempo para notar los efectos positivos de la luz natural y un cambio de entorno. Nos servirán solo unos minutos cada día.

Porque pasar tiempo al aire libre es como refrescar el cuerpo y la mente. Podemos dedicar unos 30 minutos diarios: perfecto para un recado rápido, una visita a una tienda que nos guste o simplemente tomar un poco de aire fresco ahí donde estemos. Debemos aprovechar cualquier oportunidad para pasar tiempo fuera. Si vamos en coche o tren al trabajo, podemos adaptar la ruta para recorrer calles secundarias más tranquilas y con árboles y, si quedamos con amigos, podemos considerar hacerlo en un parque.

Y, a pesar de que la investigación demuestra que estar en la naturaleza es particularmente bueno para nuestra salud mental, los beneficios del mundo exterior podrían tener menos que ver con los árboles y más con la rutina y las interacciones que nos proporcionan las cosas que suceden fuera de las cuatro paredes de una habitación. 

¿Por qué deberíamos tomarnos la molestia de salir más a la calle y vencer la tentación de quedarnos en casa mirando nuestra serie favorita o navegando por redes sociales?

Mejora la calidad del sueño

Seguramente nos habremos dado cuenta de que, después de pasar un día al aire libre, en la playa o simplemente en el jardín o la terraza de casa, dormimos profundamente. Nuestro ritmo circadiano, también conocido como nuestro reloj interno, regula el funcionamiento de nuestro cuerpo, y la investigación señala que este se ve afectado directamente por la cantidad de luz solar a la cual estamos expuestos. La luz durante el día nos ayuda a sentirnos más alerta y despiertos y nos puede ayudar a mantenernos más cansados durante la noche y, por tanto, a dormir mejor.

Disminuye la probabilidad de depresión

Los datos de este estudio publicado en Journal of Affective Disorders demuestran, tras analizar más de 400.000 participantes que pasaban una media de dos horas y media al aire libre, que cada hora adicional se asocia a menos riesgo de depresión y de uso de antidepresivos, así como menor desánimo y mayor felicidad autopercibida.


Pasar tiempo al aire libre es como refrescar el cuerpo y la mente.

Corroboran estos resultados otros estudios, como este que demuestra que una mayor exposición a espacios verdes en entornos urbanos, como parques o jardines, tiene efectos positivos sobre el estado de ánimo y reduce los síntomas de depresión y ansiedad. Incluso la actividad al aire libre también puede mejorar la autoestima: pasar apenas cinco minutos cerca de un espacio verde puede dar un impulso de confianza. 

Y no es necesario realizar actividad física de alta intensidad para notar estos beneficios: acciones más relajadas, como caminar, ir en bicicleta o estar en el jardín parecen que funcionan aún mejor.

Mejora la salud visual, especialmente de los niños

La miopía, sobre todo en los niños, ha aumentado de manera significativa en los últimos años. Los científicos creen que puede haber una conexión entre este problema de salud visual y el poco tiempo que pasan al aire libre: según esta encuesta, solo el 27% de los niños juegan regularmente al aire libre (uno de cada cuatro lo hace en la calle) en comparación con el 80% de la generación de sus abuelos, que jugaban al aire libre unas cuantas veces por semana.

¿Y qué podemos hacer para revertir esta situación? Algo sencillo. Al menos es lo que dicen varias investigaciones, como esta, que concluye que aumentar el tiempo que pasamos al aire libre reduce el riesgo de aparición de miopía, sobre todo en niños no miopes. Este efecto protector, aseguran los expertos, está relacionado con la duración de la exposición y la intensidad de la luz. 

Aumentan los niveles de vitamina D

Pasar más tiempo al aire libre nos expone a la luz solar, que ayuda a nuestro cuerpo a producir vitamina D, un nutriente esencial y vital para el desarrollo de huesos y músculos, el sistema inmunitario, la salud mental y otros procesos corporales. La falta de vitamina D, en cambio, puede relacionarse con fatiga, cambios de humor, debilidad muscular o articular.

Según este estudio de la Biblioteca Nacional de Medicina, el 42% de los adultos no reciben suficiente vitamina D. La exposición a la luz solar es una manera fácil de aumentar los niveles de esta vitamina.

Reduce el estrés

Los estudios también demuestran que la exposición a la luz natural, el aire fresco y a los espacios verdes puede mejorar la función cerebral y la estabilidad del estado de ánimo. Se ha descubierto además que pasar solo 30 minutos al aire libre, ya sea en un parque o caminando por una ciudad, ayudaría a reducir las hormonas del estrés y los niveles de cortisol