Las víctimas reclaman en el funeral de la dana que prevalezcan “la verdad y el respeto» y señalan a «quien omite su deber»
Tres familiares de fallecidos intervienen en el funeral de Estado para recordar a las víctimas: «Unidos haremos justicia»
Gritos de “asesino” y “traidor” a la entrada de Mazón en el funeral por las víctimas de la dana
Los familiares de las víctimas de la dana reclaman en el funeral de Estado que prevalezca “la verdad, el respeto y la humanidad” y han señalado a “quien omite su deber”. El día en el que se cumple un año de la riada que se llevó la vida de 237 personas, tres familiares han intervenido en el homenaje que se celebra en València, ante más de 600 parientes de los fallecidos.
Andrea Ferrari, Naiara Chuliá y Virginia Ortiz han tomado la palabra en el auditorio de la Ciudad de las Artes y las Ciencias que acoge el acto, presidido por los reyes, una presencia que no ha evitado las críticas a Carlos Mazón. El president de la Generalitat ha sido recibido con gritos de “cobarde” y “asesino” al comienzo del funeral.
Andrea Ferrari perdió a su madre, Eva María Canut Montoro, en València. “Hablar de ella es hablar de luz y amor en estado puro”, ha asegurado su hija, que ha empezado su discurso recordando que las victimas aún sienten “el vacío” de los días de la dana. “Como mi madre, cada persona que perdimos deja un recuerdo imborrable, una familia rota que la echa de menos y una historia por terminar.
“Mientras exista memoria no habrá olvido”, ha asegurado Ferrari. En su discurso, ha destacado que el funeral de Estado “no es solo un acto de recuerdo, sino un acto que nos ayuda a vivir con la misma valentía, la misma fuerza y la misma luz con la que [las víctimas] vivieron”. “Un año después, todavía no ha llegado la calma, pero sabemos que esta no viene sola, sino que se construye con esfuerzo, con esperanza y con unión”. “Lo más importante ahora mismo es que prevalezca la verdad, el respeto y la humanidad”, ha cerrado Ferrari.
Naiara Chulià perdió a su marido, Slim Regaieg, padre de sus dos hijos. Regaieg murió cuando trataba de llegar a su casa, en Bétera (València). La mujer ha recordado durante su intervención que su marido llegó de Túnez hace 25 años: primero a Mallorca, donde se conocieron; después, a Valencia, la tierra de Chulià, donde compraron una casa y se establecieron. “Y cuando todo iba bien, cuando nos estábamos estabilizando con unos hijos maravillosos y muchos sueños por cumplir, un día te vas de casa… Y no vuelves”. Fue el 29 de octubre de 2024.
“Hay muchas almas rotas aquí hoy, unidas por el dolor, pero tengo la esperanza de que algún día encontremos una razón para seguir adelante”, ha asegurado Chulià. “En mi caso, son mis hijos. Han perdido a su padre; no pueden perder también a su madre. Es duro educar lejos del dolor, de la rabia y de la tristeza cuando tú te sientes así”.
Chulià ha mostrado su agradecimiento a todos aquellos que escuchan y recuerdan a las víctimas. “Que el recuerdo de quienes amamos sea siempre luez en nuestros días más oscuros”, ha asegurado. “Me invade la tristeza cuando veo que la vida sigue, aunque tú no estés”.
“Las inundaciones son en España el fenómeno natural que más muertes provoca, pero no fue este fenómeno el causante de la catástrofe que hemos sufrido”, ha asegurado Victoria Ortiz, sobrina de una de las víctimas de Letur. “Es quien omite su deber, a sabiendas de que su omisión puede suponer la pérdida de vidas humanas, quien comete el acto primigenio que deriva en esas muertes”.
“Unidos haremos justicia”, ha dicho Ortiz en su breve y contundente discurso. Una intervención en la que ha reclamado querer “vivir en paz”, una paz que “solo es posible en sociedades que disponen de libertad, igualdad, dignidad y seguridad”. “No debemos dejar el rumbo de nuestra sociedad en manos de quienes nos alejan de ese concepto pleno de paz. El poder siempre ha sido nuestro”.
El rey Felipe VI ha sido el encargado de cerrar el acto. Lo ha hecho con un breve discurso en el que ha exigido “que algo así no vuelva a ocurrir”.