OpenAI completa su transformación en empresa privada y renueva su acuerdo con Microsoft
La organización creadora de ChatGPT dejará de depender de la entidad sin ánimo de lucro que debía asegurarse de que su tecnología fuera libre y abierta
OpenAI alcanza los 500.000 millones de valoración y ya es la mayor startup de la historia
OpenAI ha anunciado que ha completado su reestructuración para convertirse definitivamente en una empresa privada con fines de lucro con sus productos de inteligencia artificial, algo que tenía prohibido en sus estatutos fundacionales. Sam Altman, cofundador y director ejecutivo de la organización, llevaba años intentando sortear ese veto y dejar atrás el carácter de laboratorio original, lo que le ha valido varias demandas de Elon Musk, otro de los miembros del equipo fundacional.
La startup indicó que la entidad sin fines de lucro de la que hasta ahora colgaba toda la organización se llamará a partir de ahora OpenAI Foundation. Dejará de ser la responsable máxima de todas las actividades de la organización y pasará a tener un carácter de accionista en la empresa privada OpenAI. La fundación tendrá una participación equivalente a unos 130.000 millones de dólares en su división con fines de lucro, lo que la convierte en una de las organizaciones filantrópicas con mayores recursos de la historia, según la compañía.
“La misión de OpenAI es garantizar que la IAG beneficie a toda la humanidad y se impulsará tanto a través de la empresa como de la Fundación. Cuanto más éxito tenga OpenAI como empresa, mayor será el valor de su participación accionaria, que la organización utilizará para financiar su labor filantrópica”, explica la empresa en un comunicado.
Bajo la nueva estructura, la OpenAI Foundation tendrá una participación del 26% en la división con fines de lucro, con un 47% en manos de empleados e inversores actuales y anteriores.
Esta estructura dependiente de una organización sin ánimo de lucro tenía como objetivo que OpenAI se comportara como un laboratorio de inteligencia artificial que publicara sus descubrimientos de manera libre y abierta (de lo que deriva su nombre). Un propósito fundacional que quedó alterado cuando la estructura pasó a estar controlada por Altman, que creó una empresa privada bajo su paraguas con objetivo de rentabilizar productos como ChatGPT.
Nuevo acuerdo con Microsoft
Paralelamente, OpenAI ha anunciado un nuevo acuerdo con Microsoft, que abarca planes si se logra una inteligencia artificial general (IAG), un hipotético sistema que superaría las capacidades del cerebro humano y que, aseguran algunas empresas de la industria, podría llegar en la próxima década.
Microsoft, que ha invertido más de 13.000 millones de dólares en OpenAI y respalda a la compañía desde 2019, ha declarado que apoya la recapitalización de OpenAI y que ahora posee una participación valorada en otros 135.000 millones de dólares, o aproximadamente el 27% de la compañía tras la reconversión. Esto equivale a una reducción, ya que antes Microsoft mantenía una participación del 32,5% en OpenAI.
La noticia llega después de más de un año de negociaciones de OpenAI con las fiscalías generales de California y Delaware. Si no hubieran aprobado la reestructuración, OpenAI no habría podido seguir adelante.
Por su parte, Elon Musk ha demandado tanto a la empresa como a su director ejecutivo, Sam Altman, para intentar detener esta conversión. Musk cofundó OpenAI en 2015 como un laboratorio de investigación sin fines de lucro.
Microsoft ha asegurado que “una vez que OpenAI declare la IAG, dicha declaración será verificada por un panel de expertos independiente”. Además, la multinacional ha declarado que no pierde los derechos sobre la tecnología: “Los derechos de propiedad intelectual de Microsoft, tanto para modelos como para productos, se extienden hasta 2032 e incluyen modelos posteriores a la IAG, con las medidas de seguridad adecuadas”, según su comunicado.
No obstante, el medio especializado The Verge apunta que aún no se ha resuelto del todo si la entidad sin fines de lucro de OpenAI conservará el control sobre su tecnología subyacente, como el posible desarrollo futuro de la IAG. La IAG no solo es el objetivo de OpenAI, sino de todas las empresas involucradas en la carrera por convertirse en la IA dominante del mercado.