Un estudio demuestra que los chimpancés pueden razonar y revisar sus creencias al recibir nueva información
Los investigadores aseguran que «este tipo de razonamiento flexible es algo que solemos asociar con niños de cuatro años» y que estos animales aplican estrategias inteligentes y adaptativas
Hemeroteca – Los chimpancés darían positivo en alcoholemia: consumen el equivalente a 2,6 copas de vino al día
Los chimpancés pueden revisar racionalmente sus creencias cuando se les presenta nueva información, según un nuevo estudio publicado este jueves en la revista Science. El trabajo, liderado por un equipo de investigadores de la UC Berkeley y la Universidad de Utrecht, concluye que —al igual que los humanos— estos primates pueden cambiar de opinión en función de la solidez de la evidencia disponible, una característica clave del pensamiento racional.
Sus hallazgos se basan en una serie de cinco experimentos realizados con un grupo de 15 chimpancés del santuario de la isla Ngamba, en Uganda, que iban creciendo en dificultad. El diseño básico del experimento consistía en presentar dos cajas a los primates, solo una de ellas con comida.
Inicialmente, los animales recibieron una pista que sugería qué caja contenía la recompensa. Más tarde se les proporcionaba evidencia más contundente, como mover la caja y hacer sonar su contenido, que mostraba que la comida estaba en la otra. O se les daba una pista de que el premio no estaba en esa caja y se les dejaba elegir una segunda vez. Lo que vieron los investigadores fue que, en respuesta a las nuevas pistas, los animales cambiaban frecuentemente de opinión.
En el experimento número 3, por ejemplo, se presentaban tres cajas a los chimpancés. Estos recibían dos pruebas para dos de las cajas —una sólida y otra débil—, mientras que la tercera caja se mostraba sin pruebas. A continuación, se retiraba la caja con la prueba sólida y se les daba la oportunidad de elegir y recibir la recompensa correspondiente a la caja elegida. Los científicos creen que los chimpancés eran capaces de representar y sopesar las diferentes pruebas razonando porque elegían la caja con la prueba débil con una frecuencia mayor a la esperada por azar (1/2):
El experimento más ambicioso e interesante era el número 5, que consiste en ver qué hacen los chimpancés cuando les haces perder la confianza en la fuente de la evidencia, poniendo por ejemplo una foto de la fruta en vez de un premio real. “Los chimpancés respondieron a las contraevidencias: mantuvieron su creencia inicial cuando las evidencias que la respaldaban eran más débiles, pero la revisaron cuando las evidencias de apoyo eran más sólidas”, describen los autores. “Estos resultados sugieren que los chimpancés evalúan metacognitivamente las evidencias contradictorias mediante un proceso reflexivo”.
Un fotograma del experimento 5, en el que el chimpancé se da cuenta de que la fruta que le han enseñado es un engaño.
“Los chimpancés fueron capaces de revisar sus creencias cuando dispusieron de mejores pruebas”, asegura Emily Sanford, investigadora del Laboratorio de Orígenes Sociales de la UC Berkeley. “Este tipo de razonamiento flexible es algo que solemos asociar con niños de cuatro años. Fue emocionante demostrar que los chimpancés también pueden hacerlo”.
Mediante modelos computacionales, los autores descartaron explicaciones más simples, como que los chimpancés prefirieran la señal más reciente (sesgo de actualidad) o reaccionaran ante la señal más evidente. Los modelos confirmaron que la toma de decisiones de los chimpancés se ajustaba a estrategias racionales de revisión de creencias.
Puede que los chimpancés no sepan qué es la ciencia, pero se desenvuelven en entornos complejos con estrategias inteligentes y adaptativas
El estudio cuestiona la visión tradicional de que la racionalidad —la capacidad de formar y revisar creencias basándose en la evidencia— es exclusiva de los humanos. Para Sanford, la conclusión general de estos experimentos es que los animales son capaces de mucho más de lo que suponemos. “Puede que no sepan qué es la ciencia, pero se desenvuelven en entornos complejos con estrategias inteligentes y adaptativas”, defiende. “Y eso es algo a lo que vale la pena prestar atención”.
Pruebas de metacognición
Antonio José Osuna Mascaró, doctor en Biología y especialista en comportamiento animal, cree que el estudio es muy interesante y va mucho más allá de la simple pregunta de si los chimpancés razonan o no. “Ya sabíamos que pueden razonar; de hecho, tenemos evidencias de ello en aves, perros, ratas e incluso insectos. Lo que no sabíamos era hasta qué nivel pueden hacerlo”, explica. “Aquí queda demostrado que son capaces de revisar sus creencias previas de acuerdo a la nueva información con la que puedan encontrarse”.
Los chimpancés no solo representan lo que saben, sino también cómo lo saben. Pueden usar información de segundo orden, es decir, información sobre la propia información
Para el especialista, lo que este estudio logra es ir más allá en cuatro aspectos clave: demuestra que los chimpancés comparan evidencias, que las representan simultáneamente en su mente, que evalúan su fuerza individualmente, y, sobre todo, que lo hacen de forma reflexiva, evaluando las evidencias mismas y su fiabilidad. “Se puede resumir así: los chimpancés no solo representan lo que saben, sino también cómo lo saben”, sentencia. “Esto se demuestra en el experimento 5, en el que los chimpancés pueden usar información de segundo orden, es decir, información sobre la propia información”.
Miquel Llorente, primatólogo y profesor del departamento de Psicología de la Universitat de Girona (UdG), recalca que es la primera vez que se demuestra de forma tan clara que los chimpancés revisan sus creencias de manera racional cuando se enfrentan a evidencia contradictoria. “El trabajo está muy bien hecho: cinco experimentos (muchos) impecablemente diseñados que demuestran, además, que los animales distinguen entre pruebas nuevas y redundantes y son capaces de valorar evidencia sobre la evidencia, lo que implica un nivel de reflexión sorprendente”, explica a elDiario.es. “Hay humanos que son mucho más irracionales en sus decisiones y creencias, a pesar de las evidencias”.
Hay humanos que son mucho más irracionales en sus decisiones y creencias, a pesar de las evidencias
Más allá de los datos, Llorente cree que este trabajo reabre un debate muy interesante sobre la metacognición, es decir, la capacidad de pensar sobre lo que uno sabe. “Los chimpancés no solo reaccionan a lo que ven o escuchan, sino que parecen evaluar si su propia información es fiable y decidir en consecuencia. Esto es una reflexión racional, algo que, hasta ahora, creíamos exclusivo de los humanos y que nos da una pista de cómo pudieron surgir las raíces de la racionalidad en nuestra evolución y de todo lo que se deriva de ello”.
“De vez en cuando, es muy sano preguntarse: ¿Qué evidencias necesitaría para cambiar de opinión?”, comenta Osuna Mascaró. “Esto nos obliga a nosotros y a las personas con las que debatimos a evaluar nuestras propias creencias y a analizar si estamos siendo racionales”, resume. Ahora imagina que descubrimos que nuestro interlocutor no es de fiar y decidimos no tener en cuenta su opinión. Pues bien, los chimpancés de este experimento han demostrado todo esto a su manera: son capaces de evaluar sus propias creencias enfrentándolas en su mente y de cambiar de opinión si descubren que la fuente de dichas creencias no es de fiar“.