Telefónica busca crecer su negocio con la IA y la ciberseguridad y reduce a la mitad su dividendo para 2026
El presidente Marc Murtra presenta un nuevo plan estratégico centrado en modernizar y aumentar la rentabilidad de la operadora, que perdió 1.080 millones de euros hasta septiembre
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Marc Murtra ya ha revelado su plan para modernizar Telefónica. El presidente ejecutivo, que llegó al cargo en enero tras la salida de José María Álvarez-Pallete, ha presentado una hoja de ruta para los próximos tres años de la operadora que implica “decisiones difíciles” y que conlleva una importante reestructuración y optimización de la plantilla, así como del modelo operativo de la compañía. El objetivo es hacer crecer a Telefónica, que sea más rentable, centrándose en áreas tecnológicas como la ciberseguridad y la inteligencia artificial y aumentando su negocio en Europa.
Otro de los puntos clave del plan es la reducción del divideno de 2026 a la mitad, a 0,15 euros por acción, desde los 0,30 que se pagarán este 2025. El mercado esperaba con particular interés las decisiones sobre la retribución al accionista, uno de los aspectos más sensibles del plan. La reducción requiere el consenso de los grandes accionistas: la SEPI (10%), la saudí STC Group (9,5%), BBVA (9%), CriteriaCaixa (5%) o BlackRock (4,2%).
La reducción del dividendo resulta clave en la estrategia de Murtra para financiar sus ambiciones de crecimiento sin disparar el endeudamiento de Telefónica, una de las operadoras europeas con mayor deuda relativa: 28.233 millones de euros a 30 de septiembre. La remuneración al accionista para los ejercicios de 2027 y 2028 será de entre el 40% y el 60% del flujo de caja libre, ha explicado.
Telefónica también ha presentado este martes sus resultados del tercer trimestre. La compañía perdió 1.080 millones de euros hasta septiembre, frente a los 954 millones que ganó en los nueve primeros meses de 2024, como consecuencia del impacto de las ventas en Latinoamérica. Entre julio y septiembre, la compañía obtuvo un beneficio neto de 276 millones de euros.
Telefónica ha abandonado ya los mercados argentino, uruguayo, ecuatoriano y peruano. La venta de su filial colombiana está pendiente de la aprobación por las autoridades de competencia del país. Cuando reciba luz verde, la presencia de la teleco en Latinoamérica quedará reducida a Brasil, considerada un mercado estratégico, y Venezuela. Diversas informaciones apuntan a que Telefónica querría abandonar también el país dirigido por Nicolás Maduro, pero está teniendo problemas para encontrar un comprador debido a la inestabilidad política y las dificultades para repatriar los dividendos.
Crecimiento y nuevas tecnologías
La idea sobre la que pivota el plan de Murtra es el crecimiento de Telefónica. El nuevo plan contempla un crecimiento de hasta el 2,5% anual hasta 2028 tanto en ingresos como en ebitda (beneficio bruto antes de amortizaciones), llegando hasta el 3,5% para 2030.
La teleco quiere aumentar su negocio en los mercados clave (España, Reino Unido, Alemania y Brasil). Durante meses se ha especulado con posibles adquisiciones como Vodafone España —ahora en manos del fondo Zegona—, la alemana 1&1 o incluso el grupo rumano Digi, operaciones que permitirían a Telefónica reforzar su posición en estos mercados. Murtra había adelantado que buscaría “consolidaciones rentables” centradas primero a nivel intramercado y después europeo, aunque siempre manteniendo la “disciplina financiera de hierro” que anunció en la junta de accionistas de abril.
La compañía cree que una eventual consolidación en sus mercados clave podría generar sinergias de entre 18.000 y 22.000 millones de euros, según analistas financieros y expertos del sector. La nueva estrategia no incluye en qué operaciones está trabajando Telefónica, pero sí asegura que la compañía estará preparada para las posibles oportunidades que se presenten en el horizonte del plan. La teleco lamenta que “la falta de consolidación del mercado europeo de telecomunicaciones ha generado inversiones ineficientes frente a Estados Unidos y China, y una creciente dependencia tecnológica en áreas críticas”.
Por ello, Murtra apuesta por impulsar áreas tecnológicas clave como la inteligencia artificial y la ciberseguridad. Su objetivo es posicionar a Telefónica como un actor preponderante en la ciberdefensa del continente, lo que implica que no solo se encargará de proteger sus propias redes, sino que también reforzará su negocio de servicios a empresas en esta área. Esto incluye la gestión de riesgos, la seguridad en la red y la inteligencia de amenazas, a través de su unidad Telefónica Tech.
Moncloa apoyó la llegada de Murtra a Telefónica desde Indra, que el Gobierno quiere convertir en un gigante del sector de la Defensa. Las sinergias entre las dos multinacionales españolas son notables e inciden en uno de los objetivos del Ejecutivo, que es destinar buena parte del crecimiento de las partidas de Defensa a la ciberseguridad.
Por otro lado, el plan contempla el uso de la IA como el motor interno para que la compañía sea más eficiente. Telefónica empleará esta tecnología para modernizar sus procesos y sus redes, lo que espera que se traduzca en una reducción de costes y un mejor servicio al cliente. Por un lado, la IA se implementará para automatizar operaciones, eliminando tareas manuales y permitiendo que la compañía sea más rápida y simple. Por otro, la IA se usará directamente para mejorar la experiencia digital de los clientes, “permitiendo una atención más fluida y una hiperpersonalización de los servicios”.
Redimensionamiento del centro corporativo
Telefónica celebra este martes su Capital Markets Day, cerrando meses de especulaciones sobre el futuro de la compañía bajo el liderazgo de Murtra. La nueva estrategia se basa en seis pilares fundamentales: “ofrecer la mejor experiencia al cliente”, aumentar la oferta de servicios al consumidor, escalar su negocio de productos para empresas, “desarrollar las capacidades tecnológicas” de la operadora, “simiplificar el modelo operativo de Telefónica” y desarrollo del talento.
Dentro del pilar sobre la simplificación del modelo operativo, Murtra prevé redimensionar tanto el centro corporativo de Telefónica como sus unidades globales, descentralizando operaciones a los países. Otro objetivo clave de este pilar es una reducción del OpEx (gastos operativos) del 25% proveniente del centro corporativo y las unidades de negocio globales para 2028.
Además, planeaba sobre la presentación la sombra de un posible nuevo expediente de regulación de empleo que podría afectar a unos 6.000 trabajadores, tras el ERE de 2024 que supuso la salida de 3.640 empleados con un coste de 1.300 millones de euros. Todos estos elementos configuran una transformación de Telefónica que Murtra anunció tras su llegada al cargo pero cuyos detalles ha mantenido en secreto hasta ahora. El plan no especifica el número de trabajadores que podrían quedar afectados.
Otra gran incógnita era si la compañía recurriría a una ampliación de capital, cifrada por algunos bancos de inversión en hasta 10.000 millones de euros. Otra de las opciones que baraja la teleoperadora es la venta de su histórica sede de la Gran Vía de Madrid, un rascacielos de 90 metros, construido en 1930 y valorado en 300 millones de euros.
El objetivo es recuperar la confianza del mercado y revertir la tendencia a la baja de las acciones, que este lunes cerraban a 4,29 euros por título tras dejarse un 6,5% en la pasada semana, lejos de los más de 6 euros previos al plan de 2019.