Crece el caso por presuntas agresiones sexuales en una guardería de Zaragoza: seis denuncias ya y el centro, cerrado
La escuela infantil Waldorf Munay de la capital aragonesa ha sido clausurada y toda la cartelería eliminada, mientras los padres del otro centro de esta disciplina educativa muestran su preocupación
Los presuntos abusos sexuales en la guardería Waldorf Munay de Zaragoza: las familias se unen para “buscar justicia”
Desmantelada. La escuela infantil Waldorf Munay de Zaragoza, salpicada por un escándalo de presuntas agresiones sexuales a niños y niñas por parte de un trabajador del centro, ha cerrado sus puertas y eliminado toda la cartelería. Esto sucede mientras aumentan las denuncias: ya son al menos seis, y hay más familias valorando si acudir también a los tribunales, como explican en una carta una veintena de padres de O Farol, la otra guardería vinculada con la metodología Waldorf en la capital aragonesa. El abogado de la defensa, sin embargo, asegura que “no hay nuevas pruebas”.
Hay que recordar que el investigado llevaba a cabo labores docentes y ha llegado a estar a cargo de “pequeños de 11 a 15 meses” de edad en la Waldorf Munay, que acogía a niños y niñas de entre 0 y 6 años sin ningún control por parte del Ayuntamiento de Zaragoza o del Gobierno de Aragón. La Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) se encarga de las pesquisas.
Tras estallar el escándalo, algunos padres de la Munay llevaron a sus pequeños al otro centro con metodología Waldorf en Zaragoza. Ahora, un grupo de 20 familias de O Farol han enviado una carta a todos los progenitores de este centro en el que indican que una de las defensas ha pedido nuevas medidas cautelares, entre ellas “prisión provisional” para el investigado, algo sobre lo que el juez resolverá “en los próximos días”.
“Sentimos la obligación moral y la necesidad de compartir con todas vosotras cierta información que consideramos importante que conozcáis”, explican al principio en la misiva. En ella confirman el aumento en el número de denuncias y que hay “otras familias en proceso de denuncia”, y que además hay “otros casos de niños y niñas que presentan cierta sintomatología compatible”.
“Conductas aberrantes”
A continuación, relatan que “la primera niña denunciante” ya ha “declarado ante el juez y ante las psicólogas especializadas del Instituto de Medicina Legal de Aragón”, e inciden en que los “testimonios de otros menores denunciantes” incluyen presuntos “abusos sexuales de extrema gravedad y otras conductas aberrantes”.
Los padres acusan asimismo a las dos responsables del centro, familiares de la persona investigada, de una supuesta “aquiescencia” con los hechos denunciados, y en cualquier caso “un incumplimiento de sus obligaciones de custodia y protección”. “Las familias afectadas nos sentimos sometidas a una presión constante, añadida al dolor propio de esta situación, especialmente al tener que compartir espacios comunes en determinadas actividades, entradas y salidas a la escuela o celebraciones, sin haber recibido por parte de dicha familia ninguna muestra de empatía ni disposición a velar por el bienestar de las víctimas”, exponen a continuación.
Fuentes del centro Waldorf Munay han confirmado a elDiario.es el cierre de la instalación y lo han vinculado a “unos actos vandálicos” en forma de “pintadas” en las paredes del centro, según su testimonio. “Era insostenible”, aseguran. Fue este pasado fin de semana cuando clausuraron la escuela infantil, algo que han hecho “con mucha pena”.
“No hay nuevas pruebas”
Por su parte, el abogado de la defensa, José María Bayod, ha confirmado las pintadas tanto en la escuela como en la casa del acusado y ha revelado que hay interpuestas sendas denuncias ante la Policía Nacional y la Guardia Civil por este motivo. Respecto a las acusaciones de los padres del O Faro, el letrado precisa que “el Juzgado no ha decretado nada” por el momento y que “no hay nuevas pruebas”. Tras la primera denuncia, a principios de septiembre, el Ministerio Fiscal no solicitó la prisión y el Juzgado decretó su libertad provisional con la prohibición de acceso al centro educativo. “Estamos a la espera de las valoraciones de los peritos, y a partir de ahí el juez determinará. Solo hay nuevas acusaciones que se han incorporados porque las partes se han personado con abogados”, ha explicado el representante de la defensa.
Semanas atrás, una de las progenitoras cuya hija ya no está en el centro contó a este periódico su experiencia. “Ofrecían un ambiente familiar y respetuoso, daban comida casera… Estas cosas nos convencieron de llevarla ahí”, explicó. La situación se torció al poco tiempo. “El carácter de la niña cambió radicalmente desde que la metimos: de entrar muy feliz pasó meses después a estar temerosa y tener ansiedad”, relató.
Posteriormente, las dos fundadoras de la Waldorf Munay, Karen O. y Andrea C., hicieron público un comunicado en el que defendían que habían colaborado con las autoridades “desde el primer momento” y aseguraban que vivían los hechos denunciados “con sorpresa y responsabilidad”. En relación con la denuncia, calificaban de “inesperada” su publicación t aseguraban que “desde el primer momento” se habían comunicado con las familias “para informar lo ocurrido y transmitir tranquilidad”.