Las víctimas de Franco en el Parlamento Europeo ante los 50 años de impunidad del franquismo: “Tener esperanza es revolucionario”

Las víctimas de Franco en el Parlamento Europeo ante los 50 años de impunidad del franquismo: “Tener esperanza es revolucionario”

Bruselas celebra las décimas jornadas de Memoria Histórica en la Eurocámara con la denuncia viva de la “anomalía democrática” de España y el “avance del neofascismo”

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“¿Cómo es posible que no sepamos dónde están nuestros hijos?”, dicen las madres de bebés robados. “Y nuestros muertos”, apuran quienes tienen desaparecidos en fosas comunes. Las víctimas de Franco han denunciado en el Parlamento Europeo los 50 años de impunidad del franquismo y cómo la desmemoria atraviesa la Querella Argentina, Cuelgamuros, los presos políticos, el expolio a los derrotados… Y han cedido, también, un remedio: “Tener esperanza es revolucionario”.

Los diez años para “europeizar” la Memoria Histórica en Bruselas (Bélgica) rozan el 50 aniversario de la muerte del dictador español. Y los testimonios vitales han puesto rostro a las víctimas de Franco en la decena de jornadas organizadas por el Grupo de Memoria Democrática Antifascista en la Eurocámara desde 2015.

“La impunidad de los crímenes del franquismo es el pilar fundamental de la Transición sangrienta y del olvido impuesto”, sostiene Rosa García, que recibió torturas del policía Billy el Niño en la sede de la Comunidad de Madrid, el ‘kilómetro 0’ de la violencia franquista. “La ley de Memoria”, continúa, “no ha resuelto ese problema, son 50 años de impunidad”.

Las declaraciones de las víctimas evidencian la rareza española en la gestión de su “trágico” pasado reciente. “¿Cómo es posible que haya miles de personas que no conocen su identidad? ¿Cómo es posible que la ley de bebés robados no esté aprobada?”, tercia Soledad Luque, de la Asociación ‘Todos los niños robados son también mis niños’. “La única respuesta posible es que importamos poco”, al Estado español, señala.

El legado del olvido

La última cita memorialista en el Parlamento Europeo, que coincide en el diagnóstico de las víctimas, ha sido convocada bajo el título ‘Franquismo sin Franco’, legado autoritario, impunidad y olvido’. El encuentro afina un doble análisis, entre la “anomalía democrática” de España y el “avance del neofascismo” en el mundo. Y ha dado de sí para combatir los “monstruos del pasado”.

“Hace años clamábamos en el desierto, hoy la Memoria ha permeado en la gente”, destaca Rosa García, víctima de Billy el Niño –el torturador franquista que murió condecorado y sin ser juzgado– y presidenta de La Comuna, Asociación de Presxs y Represaliadxs del Franquismo. “Éramos muy jóvenes (dice de cuando sufrió torturas policiales), fue una experiencia difícil, pero hoy la gente joven debe saber lo que significa vivir en una dictadura”, para no caer en la “trampa” de los discursos de odio“, explica.

“Siempre que hubo represión es porque hubo lucha”, asume. Y el presente, enlaza, es “uno de esos tiempos en la historia en que tener esperanza es revolucionario”. Una pugna contra el legado del olvido en el que hay quienes se sienten doblemente desamparadas. “Las víctimas de bebés robados todavía esperan reencontrarse con sus familias y recuperar su identidad”, reclama Soledad Luque.

La desaparición forzada de menores es “un crimen atroz de quienes tenían el poder contra quienes no lo tuvimos nunca” y unos delitos que corresponden al franquismo “y con su herencia, hay que tocar la Transición y primeros años de democracia”, extiende. La razón, entiende, o una de ellas, del desamparo que sufren al quedar incluso fuera de la Ley de Memoria. “La ley de bebés robados no sale por la ausencia de voluntad política para llevarla adelante, es una vergüenza para España”, sostiene.


Las víctimas del franquismo llevan su voz al Parlamento Europeo.

Impunidad del franquismo

Porque la impunidad de los crímenes del franquismo “no tiene explicación en un estado democrático”, en palabras de Carlos Babío, uno de los investigadores que propicia la recuperación pública del Pazo de Meirás, del que se apropió el dictador y que regresó al Estado tras 82 años de ocupación franquista y una histórica sentencia, y es un símbolo de la lucha memorialista: “fue la primera vez que conseguimos sentar al franquismo, y debatir sus crímenes, en un juzgado”.

El emblemático palacio es la punta de iceberg de la larga lista de “bienes expoliados” que siguen “en manos de los golpistas” y sus herederos, con ejemplos repartidos por todo el país. El propio Grupo de Memoria Democrática del Parlamento Europeo visitó el Pazo de Meirás –con un guía que admitía ser admirador de Franco, año 2018–, las fosas del franquismo desde Andalucía, respalda la Querella Argentina y denunció, con ocho europarlamentarios de diferentes países, el entonces Valle de los Caídos como “un insulto a las víctimas y Europa debe conocer este problema”.

“Somos la voz de las víctimas del franquismo en Europa”, señala la eurodiputada Ana Miranda (BNG). Los crímenes de lesa humanidad de Franco “no fueron juzgados” y por eso, recuerda, “la lucha continúa”. El Grupo de Memoria Democrática en el Parlamento Europeo –formado por eurodiputados de diferentes sensibilidades políticas de los grupos parlamentarios de S&D (Socialistas y Demócratas), Verdes/Alianza Libre Europea (Greens/EFA), Renew Europe y La Izquierda (The Left)– ha ido colocando esos hitos en el mapa de la impunidad del franquismo.

Las décimas jornadas en Bruselas han servido para reconocer el trabajo de exparlamentarios europeos presentes en la cita memorialista, como Miguel Urbán, uno de los artífices del Grupo. Y la cita ha sumado, además, el homenaje a quienes ya no están, víctimas que “europeizaron” la Memoria Histórica con su testimonio. Como José María ‘Chato’ Galante, Felisa Echegoyen ‘Kutxi’ o el abogado Carlos Slepoy. La impunidad está vigente pero la lucha sigue, sostienen. Como decía Chato Galante, y se enarboló en Bruselas: “Aquí no se rinde nadie”.