La llamada de la teleasistencia a una víctima de la dana: «Intente ponerse en alto. Por favor, contésteme»
La jueza de la dana incorpora a la causa otra transcripción de las comunicaciones con un hombre con movilidad reducida de Catarroja y con sus familiares, desesperados por no poder auxiliarlo
“Es un poco exagerado”: el mensaje del jefe de Emergencias de Mazón la víspera de la dana al saber que cerraban colegios
La jueza de la dana acumula transcripciones de las llamadas de víctimas de la dana al servicio de teleasistencia de la Generalitat. La magistrada ha incorporado a la causa una nueva transcripción, elaborada por la Letrada de la Administración de Justicia, correspondiente a las llamadas de un hombre de Catarroja con movilidad reducida. En la primera llamada, la operadora del servicio contacta con el hombre, que alerta: “Tengo medio metro de agua en casa”. La operadora le pide que “intente ponerse en un sitio alto” y le anuncia que va a llamar a sus hijos. El hombre dice que quizá no puedan llegar en coche sus hijos y la operadora lamenta: “No cogen el teléfono en los servicios de emergencias, están saturados”.
El segundo audio transcrito denota la desesperación de la trabajadora de la teleasistencia cuando pierde la conexión con el hombre con movilidad reducida:
—¿Tiene el móvil en la mano? Su hija está yendo para allá ¿vale? Para intentar sacarle de allí. Quiero que tenga el móvil en la mano en todo momento, ¿me escucha? … Luis, por favor, contésteme…. Hola, ¿Luis?
Se trata de la última vez que el servicio pudo contactar con el usuario. Las siguientes llamadas son con los hijos del hombre, que vivía en una casa de tres plantas. La hija le informa de que tratan de contactar con una tía que vive en la misma calle. Sin embargo, el hombre con movilidad reducida ya no tiene conexión: “Se han mojado los enchufes y ya no funciona el teléfono”.
La hija trataba de llegar en coche a la vivienda de su padre, aunque no sabía hasta qué punto podrían llegar. Las siguientes transcripciones son de los intentos de contactar con los servicios de emergencia. “Lamentablemente el sistema no puede procesar su solicitud de servicio en este momento, por favor”, indica la transcripción.
El 112 no atiende la llamada
El siguiente audio reza así: “Ha contactado con 112 Comunidad Valenciana, nos encontramos en un episodio de lluvias y tormentas. Si tiene una emergencia, espere. En caso contrario, deje la línea libre”.
En la séptima grabación, la operadora contacta con el hijo del hombre con movilidad reducida, que se encontraba atrapado en la carretera tratando de llegar al domicilio familiar en Catarroja para auxiliar a su padre:
—No podemos acceder porque el agua ya… es que no sé si nos vamos a cubrir de agua nosotros también.
—Madre mía…
—No podemos. Mi padre es de movilidad reducida, y…
—Sí, lo sé, me lo ha contado Celia. Es que, ¿sabes qué pasa? Que el 112 no nos… 112 no coge el teléfono. Dime.
—¿Y los bomberos? Ya.. no coge ya el teléfono porque se ve que habrá llegado el agua a los enchufes y ya no va. Entonces, es por si los bomberos… ¿lo saben? Es que…
(…)
—Ya.. no, si estoy totalmente desconectada de él, ya no sé si…si… no lo sé, ya nada, no puedo hablar con él por teléfono… nosotros no podemos llegar hasta allí.
—Ah, ¿él está solo en la casa?
—Claro, él está solo en la casa. Él está solo. Entonces…yo la última vez que pude hablar con él dice que el agua le llegaba a las rodillas, pero…
—Ay, madre de mi vida.
—Y a tu compañera se lo he dicho, ya lo sabe, que está solo.
—Ah, no, pero yo ese detalle no lo sabía. Pero ella sí lo sabe. Está haciéndolo ella, no te preocupes.
—Vale, vale, gracias. Es que él no puede caminar tampoco.
—Ay, madre mía. Esto parece el fin del mundo, eh.
—Ya, es una locura.
—Está toda Valencia igual.
—Hemos llegado llegar hasta la rotonda, y ¡qué va! Si ya el agua nos llegaba, hemos podido girar, sube por minutos el agua, yo no sé… si mi padre cogiéndose a las paredes, el pobre, pues… pero es que tiene un 66% de discapacidad.
—Ay, qué lástima, mira, ay, mira, mira, mira, mira, mira. Ay, calla, calla, calla, calla, por Dios.
—Yo no sé si va a poder, no lo sé…es que me…
—Sí, mujer. Que va a poder, ahora voy a decírselo a Celia otra vez, ¿vale?
—Vale, vale, te lo agradezco.
—Venga, nada, hasta ahora.
—Venga , gracias, hasta ahora.
“Estoy a la altura de la Torre y no puedo avanzar”
Luego se produjo otro intento infructuoso por parte de la operadora de la teleasistencia de contactar con el 112. A continuación, volvió a llamar a la hija del hombre con movilidad reducida atrapado en su vivienda de Catarroja para preguntarle si habían llegado los servicios de emergencia.
“Es que… a ver”, responde la hija, “yo estoy en Valencia, no podemos pasar. (…) Yo no lo sé si ha llegado. Está solo mi padre, yo no puedo llegar hasta él. Lo hemos intentado, pero aquí ya está cortado por todos los sitios. Los coches inundados, estropeados… Estoy a la altura de la Torre, y yo no puedo avanzar”.
La mujer lamentaba que ni el 112, ni los bomberos ni la Policía Local contestaba. “Y no para de subir el nivel, me está diciendo mi marido, que estamos… es que… yo el problema que él, si ya hay agua dentro de casa, como tienen tanta movilidad reducida, él ya no puede avanzar ni caminar, es que…”.
“En el 112 están colapsados y ni lo cogen”
La trabajadora de la telasistencia seguía intentando contactar con Emergencias. En la siguiente llamada, la hija seguía completamente desesperada y muy nerviosa. “No sabemos nada. Estamos intentando llamar al 112, y dice que, o sea, 112 y pone ”Este número no existe“. Están colapsados y ni lo cogen”, decía.
—Por favor, porque es que, es que está él solo, y es lo que te he comentado, de movilidad reducida. Entonces…
—Comprendo.
—No tenemos ninguna vía de comunicación con él, y no sé… es que encima nosotros no… hemos llegado hasta la Torre, pero es que cada vez sube más el nivel del agua y ya peligrábamos nosotros.
—Ustedes vayan también con cuidado.
—Ya…
—Están avisados del 112, ahora reclamo el aviso, ¿de acuerdo?
—Ya.
—Gracias.
—Vale, muchas gracias, hasta ahora.
—Hasta ahora.
“Es apocalíptico”
Tras otro intento fallido de contactar con el 112, la hija cuenta a una segunda operadora, pasadas las 21.30, que está tratando de contactar con vecinos de su padre para que le informen de cómo estaba la situación en la zona de la casa de su padre.
—Nos hemos quedado atascados en… bueno, mucho más lejos, en La Torre con todos los coches, bueno… flotando por allí. Ha sido… bueno… Es apocalíptico, la verdad. Y la cuestión es que estoy llamando para… no, no, no, está todo cortado, ¿verdad? Para saber en qué…
—Sí, sí, correcto. No, no, es que la pista de Silla está inaccesible, porque a la altura de Massanassa por el Ikea y todo, ha desbordado el barranco.
—Ha desbordado. La pista de silla desbordada, vale, vale.
—Sí, toda, o sea, está toda la pista de silla desbordada. La A3, que es toda la que va por Torrent, etcétera, también está desbordada. Correcto, están todas cortadas.
—Vale.
—Si no es por inundación es porque se ha tumbado un camión, o porque tal…
—Han tumbado camiones y todo.
—Sí, sí.
—Bueno, pues nada. Yo me imagino que mi padre, aun a malas, subiendo sentado en las escaleras con el culo subiendo para arriba a lo mejor ha podido ir subiendo, ¿sabes? No sé. Esperemos a ver que todo vaya bien. Estamos super preocupados.
—A ver, yo entiendo, yo entiendo…Está todo el mundo igual, pero es que no…es que a las siete de la tarde ya ha habido accesos a domicilios que los bomberos nos han dicho que no podían acceder.
—No podían acceder.
—Estamos hablando de las siete de la tarde.
—Ya, vale.
—En algunos sitios, sobre todo por la Ribera. Por aquí por l’Horta Sud ha empezado todo el desastre sobre las siete y media, ocho, sobre las ocho, pero es que por la Ribera llevan desde esta mañana con los desbordamientos.
—Desde esta mañana. Vale, vale, pues nada. Te agradezco la información.
—Nada. En el caso de que supiéramos cualquier cosa, nosotros te llamaríamos.
—Vale, vale, estoy pendiente, muchas gracias.
—Vale, buenas noches.
No constan transcritos más audios.