El Real Madrid cambia macroconciertos por eventos privados para amortizar la millonaria remodelación del Bernabéu

El Real Madrid cambia macroconciertos por eventos privados para amortizar la millonaria remodelación del Bernabéu

El club reorienta la explotación del coliseo blanco hacia actos corporativos, celebraciones de empresas y entretenimiento familiar para amortizar la inversión de más de 1.300 millones en su reforma, a la espera de poder recuperar los macroconciertos

Insonorizar el Bernabéu, una tarea “casi imposible” según los expertos

Cuando el Real Madrid presentó la remodelación del Santiago Bernabéu, una de las principales líneas de explotación económica anunciadas eran los grandes conciertos. El estadio, reformado con un coste estimado de 1.347 millones de euros, contaría con un techo retráctil y un sistema de césped desmontable que permitirían alternar partidos y espectáculos musicales sin afectar a su actividad deportiva. La previsión era que los macroconciertos se convirtieran en una fuente estable de ingresos, capaz de pagar las nóminas de los mejores jugadores del mundo, y en un reclamo internacional.

Sin embargo, ese modelo no se ha consolidado. Después las primeras citas musicales, los vecinos del entorno del estadio trasladaron al Ayuntamiento de Madrid y al club diversas quejas relacionadas con el ruido por las pruebas de sonido, los conciertos y durante el desmontaje nocturno de los escenarios, que podía prolongarse hasta la madrugada. La situación generó tensiones, denuncias y una demanda abierta en los tribunales que obligó al Real Madrid a detener de golpe los conciertos en el estadio, después de que la mano derecha del presidente del club fuera amenazado con la cárcel. Desde entonces, la programación musical de gran formato ha quedado congelada.

Pero la retirada de los macroconciertos no ha frenado la explotación del recinto, porque el club está buscando otras vías de ingresos que intenten paliar la falta de ingresos por las actuaciones musicales. Por ello, desde hace algunas semanas, el Bernabéu se ha convertido en un espacio para eventos corporativos privados de gran escala, celebraciones de empresas e incluso entretenimiento.

El caso más reciente es el de AIA Thailand, una aseguradora asiática que alquiló el pasado mes de octubre el estadio para celebrar una cena de gala con 230 mesas instaladas sobre el terreno de juego y capacidad para alrededor de 5.000 personas. El evento requirió tres días de ocupación para el montaje, la propia celebración del acto y el desmontaje, y, según estimaciones del sector, contó con un presupuesto que puede ascender al medio millón de euros, dependiendo de las exigencias técnicas contratadas.

El club ofrece estos servicios de forma estructurada. La página web del Bernabéu incluye un catálogo de espacios disponibles, desde el campo hasta el palco de honor (para 500 personas) o la zona mixta y sala de prensa (hasta 300). El objetivo es mantener el estadio activo durante todo el año, con independencia del calendario deportivo.


Una de las cenas corporativas celebradas en el estadio del Real Madrid

En la propia web del estadio, la oferta se presenta con un enfoque aspiracional. La comercializadora del recinto, Real Madrid Estadio SL, lo define como un espacio para “eventos de categoría mundial para clientes de primera clase”, situado en una localización estratégica —en pleno centro de Madrid y a 15 minutos del aeropuerto— y dotado de “espacios versátiles, equipados con la última tecnología”. Aseguran que cualquier acto, desde una reunión corporativa hasta una ceremonia multitudinaria, puede adaptarse a las características del estadio, y el límite es “la imaginación” del cliente.

La solicitud de reserva se articula mediante un formulario en el que la empresa interesada debe detallar no solo el tipo de evento, sino todos los servicios complementarios necesarios. El catálogo es amplio: se ofrecen opciones de catering, desde cafés de bienvenida o cócteles hasta cenas de gala, servicios audiovisuales como pantallas, sistemas de traducción, grabación y streaming, paquetes de experiencia vinculados al club con visitas guiadas o merchandising corporativo, así como un abanico de servicios opcionales que van desde fotógrafo oficial, proyección en videomarcadores, iluminación del estadio, participación de leyendas del Real Madrid, actuaciones musicales, servicios de DJ o incluso árbitros y entrenadores para actividades de team building. Cada añadido eleva el presupuesto, lo que permite ajustar la factura final a las dimensiones y ambiciones de cada cliente.

La apuesta por los eventos privados responde a una lógica económica. La remodelación del estadio ha obligado al club a buscar fuentes de ingresos constantes y relativamente previsibles que le permiten los eventos corporativos, con unos ingresos notables aunque inferiores a los de los macroconciertos y las ventas que generan figuras como Taylor Swift u otras artistas que llenaron varios estadios en sus giras del año pasado.


Otro de los eventos celebrados en el campo de juego

Basta observar los datos de la taquilla. Karol G ofreció cuatro conciertos en el Bernabéu en 2024, con más de 240.000 entradas vendidas a precios que oscilaban entre los 58 y los 420 euros. El precio medio estimado del sector, considerando distribución de gradas y pista, se sitúa entre 120 y 180 euros. Con esa horquilla, los ingresos totales por entradas oscilaron entre 28,8 y 43,2 millones de euros. Aunque el Real Madrid no percibe toda esta cifra —que corresponde principalmente a la promotora— sí obtiene ingresos relevantes por alquiler, personal, servicios e infraestructuras, que en conciertos de este tamaño suelen situarse entre 1 y 3 millones de euros por noche. Es decir: los cuatro conciertos pudieron aportar al club entre 4 y 12 millones de euros.

Frente a eso, un evento corporativo como el de AIA Thailand mueve entre 200.000 y 500.000 euros. Para igualar lo que aporta un solo concierto de primer nivel, el club tendría que organizar entre 4 y 10 eventos privados en su lugar. La diferencia está en la regularidad. Mientras un macroconcierto requiere meses de planificación, permisos especiales y medidas extraordinarias de seguridad, un evento corporativo puede repetirse varias veces por semana sin conflictividad externa. El club, en la práctica, está sustituyendo un modelo basado en picos de ingresos extraordinarios por otro de actividad continua, menos espectacular pero más estable.

Según el presupuesto que Florentino Pérez presentará a los socios el próximo 23 de noviembre, la explotación del estadio será uno de los principales motores de ingresos del club en la temporada 2025-26. El presupuesto total ascenderá a 1.248 millones de euros, un 5 % más que el anterior, impulsado por los 402 millones previstos de explotación del estadio y los acuerdos comerciales, sin contar los traspasos. El documento, al que ya han accedido varios socios representantes, señala que el crecimiento se explica por la celebración de eventos internacionales, la apertura de las áreas de restauración y la activación completa de los espacios VIP, todavía en fase de lanzamiento.

Los datos de la última temporada reflejan el punto de partida de ese salto. En 2024, el tour del Bernabéu generó 52,6 millones de euros, mientras que los eventos apenas aportaron 15,4 millones, una cifra condicionada por la suspensión de los macroconciertos. La restauración, aún en fase inicial, sumó 10,3 millones. El club confía en que, con el estadio plenamente operativo y la reactivación progresiva de sus distintas áreas, estas partidas crezcan de forma sostenida a partir del próximo año.

Nuevos formatos de explotación

A esta estrategia se suman proyectos orientados al público general. Entre el 24 y el 31 de diciembre de 2025, el Bernabéu acogerá Mavidad Bernabéu, una feria navideña inmersiva que convertirá el estadio en un espacio temático con actividades, instalaciones escenográficas y oferta gastronómica. Las entradas para adultos oscilan entre 25 y 30 euros, y para niños entre 20 y 25, a los que se añaden los gastos de gestión. Muchas de las sesiones iniciales se agotaron pocas horas después de ponerse a la venta el 7 de noviembre.

La propuesta está articulada como un recorrido experiencial en torno al universo de los Mavix, unas criaturas representadas como copos de nieve que acompañarán a los visitantes a través de distintos espacios temáticos. El itinerario incluirá, entre otras áreas, la Plaza de los Sueños, presidida por la que se presenta como la bola de Navidad más grande del mundo, así como la Galería de los Copos, en la que se podrá acceder a puestos artesanales y espacios de compra vinculados a la temporada festiva. Además, habrá pista de patinaje y toboganes gigantes. El objetivo es que el estadio funcione como un gran contenedor cultural y familiar durante una semana completa, en un periodo del año tradicionalmente inactivo para el fútbol.


Plano de lo que será ‘Mavidad’, la feria navideña del Bernabéu

Otro eje de diversificación será el desembarco de la NFL, que celebrará por primera vez un partido oficial en España el 16 de noviembre de 2025, en el mismo Bernabéu. El encuentro entre los Miami Dolphins y los Washington Commanders ha vendido más de 80.000 entradas, con precios comprendidos entre 85 y 395 euros. Además, el Ayuntamiento de Madrid aportará 1,8 millones de euros dentro de su estrategia de promoción internacional de la ciudad y de atracción de eventos deportivos globales.

El partido no solo supone un hito deportivo, sino también un retorno al terreno de los espectáculos de gran alcance. Durante el descanso se celebrará el primer show musical en el estadio tras más de un año de parón, con la presencia de Daddy Yankee y Bizarrap en el espectáculo de medio tiempo. Con el concierto, el club podrá poner a prueba el comportamiento acústico del estadio y avanzar en su estrategia de compatibilización de este tipo de eventos con los conflictos vecinales que provocó en su momento el ruido generado.

Objetivo: recuperar los conciertos

La continuidad de los conciertos depende del ruido que generan y de los conflictos que han provocado con los vecinos, hasta el punto de paralizar la actividad musical. El arquitecto responsable de la reforma, Josep Ribas, reflexionó este jueves en el programa Tot es mou de 3Cat sobre la posibilidad de recuperarlos: “Este estadio está preparado para acoger todo tipo de espectáculos. El fútbol es la base, pero son solo cincuenta partidos al año. Un estadio como este debe funcionar los 365 días del año; de lo contrario, no es rentable. El Real Madrid lo entendió desde el primer día”. El problema es cómo hacerlo sin afectar a las personas que viven en el barrio.

El Real Madrid optó por suspender hace ahora un año los conciertos en el Bernabéu ante la demanda judicial por parte de la Asociación de Vecinos afectados por el Bernabéu. La decisión se tomó inicialmente como una pausa temporal, a la espera de encontrar soluciones técnicas y normativas, pero la situación continúa sin resolverse. A la espera del recorrido judicial de las denuncias por los conciertos del año pasado, no se vislumbra una fórmula clara para recuperar los espectáculos.

La Comunidad de Madrid también está implicada en la búsqueda de una salida. La presidenta Isabel Díaz Ayuso encargó al consejero de Medio Ambiente, Carlos Novillo, estudiar la posibilidad de flexibilizar a través de la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas los límites de ruido permitidos. Sin embargo, ese intento está encallado. La ley autonómica regula aforos y seguridad, pero no puede modificar los niveles máximos de decibelios, que dependen de la normativa municipal de ruido. Desde el Gobierno autonómico señalan que se podría actuar sobre otros aspectos, como el régimen sancionador, pero no sobre el elemento central del conflicto.

La situación se encuentra, por tanto, en un punto muerto. Gobierno regional, Ayuntamiento y club mantienen conversaciones desde hace meses, pero el objetivo de contar con un marco legal que permitiera retomar los conciertos antes de 2026 parece haberse diluido. Mientras tanto, el Real Madrid continúa tratando de reforzar la insonorización del estadio, con nuevas capas acústicas y ajustes en la cubierta retráctil. Tal vez el volumen sonoro que alcance la música de Bizarrap en el exterior del estadio sea una buena vara de medir los efectos de estas nuevas medidas.