Cómo hacer la poda de invierno, según el jardinero Oleguer Grau: «Es una época de letargo vital para muchas plantas»

Cómo hacer la poda de invierno, según el jardinero Oleguer Grau: «Es una época de letargo vital para muchas plantas»

La poda de otoño es una parte importante del cuidado del jardín y terraza ya que promueve el crecimiento saludable de las plantas y árboles, controla el tamaño y mejora la apariencia

Desde la calidad del sueño a la salud de nuestros ojos: los motivos por los que deberíamos salir más a la calle

El otoño es una época de mucha actividad en el calendario de poda, el momento perfecto para eliminar los brotes viejos y dar forma a las plantas. Estamos en un tiempo de transición en el que la naturaleza empieza a prepararse para el descanso invernal. Por tanto, es el tiempo perfecto para empezar a intervenir con una poda específica de algunas plantas, arbustos y árboles, que se pueden beneficiar de cortes bien ejecutados. 

“Con el otoño, empieza una época de letargo vital para muchas plantas”, nos cuenta Oleguer Grau, jardinero, y por ello es clave “darles todos los cuidados que hagan falta”.

¿Por qué es necesario podar en otoño e invierno?

Muchas de las plantas y árboles que han tenido un verano esplendoroso necesitarán una poda en otoño: corte de los tallos muertos y el crecimiento superior para evitar la aparición de enfermedades fúngicas y que la planta pueda afrontar los fríos meses de invierno y prepararse para el posterior renacimiento primaveral. “Es el momento para eliminar ramas que han crecido ‘mal’, en el interior, ramas débiles, o donde no tendrían que estar”, afirma Grau.

La poda de otoño es como una especie de limpieza general, en la que se eliminan las partes de las plantas que el calor del verano ha dejado secas. Se trata de partes que no aportan nada a la planta, pero sí les roban. La poda ayuda también a controlar el crecimiento y mejora la salud general de las plantas. Para Grau, “es importante que tengamos en mente que la poda empieza ahora y puede alargarse hasta finales de febrero, en función del tiempo”.

Cuáles son las plantas que sí o sí deben podarse en otoño

No todas las plantas necesitan los mismos cuidados. De hecho, podar de forma incorrecta —o en el momento equivocado— puede reducir las floraciones del año siguiente o perjudicar la salud de las plantas. “Algunas solo necesitan una poda muy básica (más bien una limpieza otoñal), mientras que otras necesitan algo más trabajado”, afirma Grau. 

Pero para decidir qué plantas tienen que empezar a podarse en otoño, primero debemos tener en cuenta diversos factores como el estado de salud, la edad y las necesidades de la planta, o el grado de humedad de la zona. También es esencial saber qué especies se pueden podar en otoño.

Debemos aprovechar esta época para podar setos, limpiar arbustos y abrir la copa de algunos árboles y plantas frutales. ¿Qué podemos empezar a podar en otoño?:

Coníferas como el abeto o el ciprés, leylandis, tuyas o juniperus, entre otras.
Árboles de hoja caduca, como el roble, el tilo, el sauce, el aliso. A medida que las hojas cambian de color y caen, es el momento adecuado para podarlos. ¿Debemos esperar a que caigan las hojas antes de podar? “Por supuesto, porque cuando hay hojas significa que aún hay circulación de savia por la rama, es decir, si podamos cuando hay hojas en realidad estamos haciendo una herida que es posible que no cicatrice bien. En cambio, si esperamos, el árbol ya ha entrado en hibernación y está a punto”, explica Grau. 
Árboles de hoja perenne, como acebos, laurel o magnolias. “Aunque tengan las hojas verdes, ahora circula menos savia, por tanto, también pueden empezar a podarse”, afirma Grau.
Algunos árboles frutales como manzanos, perales y muchos cítricos: aunque es habitual esperar al invierno para podarlos, en el caso de los árboles ya grandes, podemos optar por la poda en otoño para reducir el vigoroso crecimiento, además de que permite que las plantas se concentren en la floración y la fructificación en primavera. 
Rosales. Es importante eliminar las flores marchitas de esta planta. “La clave es eliminar los brotes débiles, los del año anterior y dejar los fuertes. Es importante eliminar los tallos que salen por debajo del injerto”, dice Grau.
Hortensias. En este caso, cortaremos solo los tallos que hayan florecido hasta formar un conjunto de capullos gruesos. “Se tienen que eliminar los tallos florecidos hasta la base y dejar los tallos nuevos más potentes porque la flor está en la planta”, según Grau.
Arbustos de flor como hamamelis o avellano de bruja. Es lo mismo que los frutales, por tanto, la poda será similar. En estos casos, “es fundamental dejar la rama pequeña y la nueva, eliminarla”, afirma Grau. 
Geranios. Ahora también es el momento de darles un poco de mimo y cuidado, de eliminar las partes muertas. En algunos casos es posible incluso cortarlos hasta la base. 

Sea cual sea la planta o el árbol, para Grau la clave es “observar, mirar si es necesario podar. Debemos evitar podar por podar, porque no siempre es necesario”, advierte Grau. “Lo sabremos si hemos observado todo lo anterior: si hay ramas secas, muertas, si la estructura es la correcta, si está excesivamente denso… todo esto debemos valorarlo antes de empezar a cortar”, indica Grau.

¿Hay distintos tipos de poda? Cómo hacerlo para no dañar la planta


La higiene de las herramientas es una parte fundamental de la poda.

Deben eliminarse las ramas enfermas y los ‘chupones’, que aparecen alrededor de la base de las plantas injertadas, como los cítricos y los frutales de hueso. También deben eliminarse los brotes de agua, que son crecimientos vigorosos y erguidos en el tronco o las ramas, que suelen aparecer en eucaliptos y olivos. 

¿Qué es importante tener en cuenta cuando podamos?:

Usar herramientas afiladas: “esto es básico”, advierte Grau porque, de no ser así, podemos dejar heridas que pueden ser puntos de entrada de hongos o enfermedades en la planta. Las tijeras tienen que ser de las que “tienen las dos partes cortantes, es decir, es mejor evitar tijeras de yunque, las que tienen una parte plana, porque aplastan el tallo”, afirma Grau, que admite además que, “si no cortan, se pueden afilar”.
Usar herramientas adecuadas y limpias: las tijeras de podar son ideales para ramas de menos de dos centímetros de diámetro. Para un crecimiento mayor, es recomendable usar tijeras de podar, una sierra de podar o un serrucho. La higiene de las herramientas es también una parte fundamental porque “si usamos una herramienta en un árbol enfermo de virus y no la limpiamos, podemos propagarlo a otras plantas sanas”, advierte Grau.
Podar por encima de la yema, a un centímetro aproximadamente, en la parte exterior del tallo, para estimular el nuevo crecimiento lejos del centro de la planta. También es importante inclinar el corte unos 45 grados para evitar la pudrición y los problemas de hongos. “Esta inclinación permite un mejor drenaje del agua de lluvia”, afirma Grau. “Si el corte es plano, el agua se estanca y la rama se pudre”.