El Ayuntamiento de Valencia tiene a 40 mandos intermedios de Policía Local en situación irregular

El Ayuntamiento de Valencia tiene a 40 mandos intermedios de Policía Local en situación irregular

Inspectores, oficiales y un comisario principal trabajan en puestos superiores desde hace más de dos años, superando el límite que prevé la ley de Función Pública

El futuro de la Policía Local de València, en el aire: jubilaciones, oposiciones recurridas y guerra judicial entre mandos

El Ayuntamiento de Valencia tiene a cerca de 40 mandos intermedios de la Policía Local en situación irregular: con la mejora de empleo caducada. Son comisarios principales, inspectores y oficiales que ejercen un cargo de responsabilidad superior sin haber pasado la oposición, a través de un sistema de acceso temporal que permite que adopten este puesto para cubrir necesidades del Cuerpo, de manera interina. El aspecto temporal es clave en este concepto: la ley prevé que el sistema de interinidad no dure más de dos años y que solo se use en casos excepcionales.

En concreto, son 15 intendentes y 23 oficiales con la mejora de empleo caducada desde hace más de un año, desde abril de 2024, según una respuesta al concejal del PSPV Borja Santamaría. Una situación de interinidad que se cronifica. A ellos se sumará a partir del 28 de diciembre uno de los cuatro comisarios principales de la capital, otro factor de desestabilización para la cúpula, entre recursos judiciales y jubilaciones próximas.

La interinidad en la Policía Local de Valencia afecta a buena parte de los mandos intermedios y superiores, que gestionan una plantilla de unos 1.800 agentes. Más sangrante aún es la situación en intendentes, inspectores y oficiales, las escalas que están más cerca de los policías de base. Según una respuesta del pleno al concejal socialista Borja Santamaría, entre los 9 comisarios hay tres nombrados en mejora de empleo, pero ninguno supera aún el plazo previsto. Un escalón por debajo, 10 intendentes están nombrados en mejora desde el pasado julio, de entre las 29 vacantes, todos dentro de plazo. Entre el cuerpo de Inspectores, de cerca de 50, hay 21 que ejercen con mejora de empleo, de los que 15 superan los dos años desde junio de 2024. Y en el caso de los oficiales, hay 40 nombrados en mejora de empleo, de los que más de la mitad -en concreto, 23- superan los dos años desde abril de 2024.

“Es una situación atípica”, comentan los sindicatos. Las mejoras deben justificarse por urgente necesidad y funcionalidad del Cuerpo, siempre de manera provisional, con fecha de caducidad. Limita las opciones de los agentes después para presentarse a procesos internos. El decreto que regula las plazas de policías locales en la Comunitat valenciana es bastante contundente. Señala: “El nombramiento por mejora de empleo se podrá utilizar solo excepcionalmente, cuando por especificidad de las funciones o déficit de efectivos de personal en la categoría funcionarial de que se trate, se acredite documentalmente en el expediente, la imposibilidad de cubrirlo con personal funcionario de carrera mediante alguno de los sistemas de provisión voluntaria previstos en la normativa vigente”. La ley de Función Pública de la Generalitat, en la que se basa este decreto, establece que no se podrá permanecer más de dos años en mejora de empleo en los puestos de trabajo vacantes.

Un Cuerpo en interinidad permanente

La inestabilidad en la plantilla se observa de pleno en la cúpula policial. El consistorio ha aprobado, con los plazos apurando, la convocatoria de un puesto de comisario principal jefe, que ocupa desde abril en comisión de servicios Ángel Albendín. Aunque se trata de una convocatoria pública, el jefe de Policía no tiene rival para consolidar su puesto en la ciudad.

De cinco comisarios principales en València, tres están en mejora de empleo, lo que impide que se presenten: uno a punto de caducar -en vigor hasta el 29 de diciembre-, otro acaba de jubilarse este octubre y el tercero tiene aún 9 meses con su nombramiento en vigor. Entre los dos restantes, ya con plaza en propiedad, uno tiene problemas de salud. Albendín es el único con plaza en propiedad -y además sin conflictos jurídicos a la vista-. La plaza definitiva acaba de salir a convocatoria pública y, visto el panorama, no tiene competencia. Tampoco por el escalón inferior, cuyas oposiciones llevan paralizadas meses; la última razón es que la Generalitat debe aprobar un decreto cambiando los baremos de méritos a raíz de una sentencia judicial. En paralelo, planean recursos sobre el nombramiento del tribunal de selección de las oposiciones de los mandos.

Sin embargo, el Ayuntamiento no parece tener entre la lista de prioridades resolver esta cuestión, pese a que los próximos presupuestos prevén aumentar la plantilla. Con estos datos sobre mejoras de empleo, el edil socialista presentó una moción en la comisión de Seguridad, donde reclamó un plan de estabilización. “Es necesario que se impulse un plan de actuación específico que garantice la cobertura definitiva de las plazas actualmente en mejora de empleo, avance en la estabilización de la plantilla y asegure que la Oferta de Empleo Público 2025 se aplica con prioridad a esta necesidad estructural”, dice el texto.

La propuesta insta al Ayuntamiento a hacer un inventario de necesidades y un cronograma para las oposiciones, priorizar en los procesos selectivos la cobertura de plazas derivadas de mejora de empleo que superan o se aproximan al límite de dos años y garantizar que la plantilla de la Policía Local disponga de los recursos humanos necesarios para mantener su capacidad operativa durante dicha regularización de la situación descrita. Fue rechazada con los votos de PP y Vox, el equipo de gobierno de María José Catalá. En su lugar, se aprobó un texto que instaba a “seguir priorizando” en los procesos la cobertura de las plazas ocupadas por mejora y “continuar reforzando plantilla”. Este lunes tomarán posesión los 200 policías que se anunciaron al principio del mandato, hace más de dos años, con una convocatoria que bebe del gobierno anterior. A este ritmo, la inestabilidad de la plantilla parece volverse crónica.

A ello se suman las previsiones de jubilaciones en mandos altos e intermedios, que dejan la cúpula con una necesidad urgente de renovación. Y al Cuerpo en general con una serie de vacantes importante. En 2027 se deben jubilar forzosamente -por razones de edad- 31 agentes, un tercio de la plantilla lleva más de 25 años de servicio y aquellos de más de 55 años pueden optar por la segunda actividad; es decir, estar en trabajo de oficina. Además, en las unidades de distrito hay 175 agentes menores de 55 años que están en puestos administrativos.