El Gobierno calibra cuándo presentar los Presupuestos incluso sin apoyos
En el Ejecutivo abren la puerta a que la presentación de las cuentas se retrase a principios de 2026, pese al compromiso de hacerlo antes de que acabara el año. Lo atribuyen al ajustado calendario parlamentario, aunque pulsar la relación con Junts y medir los tiempos electorales también pesa en la decisión
Hacienda cita el lunes a las comunidades autónomas para abordar el déficit y la nueva financiación
Pedro Sánchez se comprometió a presentar los Presupuestos Generales del Estado para 2026 antes de que acabe el año. “Vamos a sudar la camiseta”, dijo a principios de octubre, tras asegurar que su intención era agotar la legislatura con o sin cuentas públicas renovadas. Ahora, con el calendario despejado después de que el Ministerio de Hacienda haya convocado a las comunidades autónomas para presentar la senda de estabilidad, nadie en el Gobierno se atreve a reiterar ese compromiso. “Va a ser muy difícil”, explican en Moncloa, donde atribuyen la posible demora al ajustado calendario parlamentario, aunque pulsar la relación con Junts y medir los tiempos electorales también pesa en la decisión.
El Gobierno dilató la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), que marca el arranque de la tramitación parlamentaria del nuevo marco presupuestario dado que, una vez presentado a las comunidades, debe pasar por el Congreso. El Ejecutivo no ha explicado los motivos que han provocado ese retraso, pero hace más de un mes que aseguraban que la presentación de la senda de déficit (el desequilibrio entre los ingresos y los gastos respecto al PIB) era prácticamente inminente. A partir de ahí, la dilación va en cadena. Tras el CPFF, el Consejo de Ministros aprobará el techo de gasto el martes y lo enviará al Congreso.
En el Gobierno dan por hecho que no se aprobará la senda de déficit, y mucho menos tras la ruptura de Junts, aunque subrayan que los Presupuestos se pueden elaborar con el marco anterior y que incluso les resulta beneficioso. La intención del Gobierno es presentar unas cuentas expansivas gracias al crecimiento económico. Lo que establece el procedimiento es que tras el primer rechazo del Congreso, se devuelve la senda de déficit al Gobierno, que tiene que volverla a aprobar en Consejo de Ministros y remitirla de nuevo al Parlamento, que la volverá a tumbar.
No hay plenos suficientes
En Moncloa asumen que es prácticamente imposible que dé tiempo a presentar los Presupuestos en la última reunión del gabinete con esos trámites resueltos y lo achacan al acortamiento del calendario legislativo debido a la convocatoria de las elecciones en Extremadura. Y es que solo quedan tres plenos: el de la semana que viene, el de la siguiente, y un último la segunda semana de diciembre.
Y en el Ejecutivo dicen que hasta que no esté ese trámite completado, no se van a presentar los Presupuestos, aunque algunas fuentes apuntan a que no sería necesario esperar que termine todo el proceso. Por tanto, en Moncloa no descartan que el proyecto presupuestario se presente más tarde de lo comprometido, aunque las fuentes consultadas aseguran que se hará lo antes posible y apuntan al mes de enero de 2026, que en principio es inhábil en el Congreso.
En el calendario encuentran, por tanto, en Moncloa el argumento perfecto para explicar el retraso sobre el plan previsto inicialmente, aunque le restan importancia dado que el plazo legal, en todo caso, ya se ha superado porque la ley establece que los Presupuestos se presenten, como tarde, el 30 de septiembre.
Manejar los tiempos
No obstante, el Gobierno también quiere ver hasta qué punto llega la ruptura de Junts, aunque los de Carles Puigdemont no han podido ser más claros. “Si estos tíos tienen que celebrar que una enmienda de 400 cae, cuando se metan la hostia va a ser mucho más dura”, señalaban fuentes del grupo después de la votación de las enmiendas de la ley de movilidad sostenible en las que los siete diputados independentistas acabaron salvando a Sánchez de una derrota relacionada con el calendario de cierre de las nucleares que había introducido el PP en el Senado.
En todo caso, en el Ejecutivo están convencidos de que pueden seguir adelante sin unos nuevos Presupuestos, a pesar de que eso suponga estar todo un mandato sin renovar las cuentas públicas. En la práctica, sostienen que los aprobados en 2023, que todavía eran de la post-pandemia, dan mucho margen de maniobra para introducir cambios y, en cuanto al relato, lo que creen en Moncloa es que es un asunto que no hace mella electoral, sino que se trata más bien de una burbuja mediática.
La mayoría de socios, sin embargo, está a la expectativa del discurrir de las próximas semanas y meses y consideran que Sánchez ha activado ya el modo electoral y que los Presupuestos fracasados serán uno de los primeros argumentos de una campaña, que ven antes de 2027, pese a que el mensaje del presidente y de su equipo es que agotarán el mandato.