Un grupo de estadounidenses cruza ilegalmente la frontera de México para colocar señales de «zona restringida»
La Marina de México y la propia presidenta mexicana Claudia Sheinbaum han confirmado los hechos después de que se retirasen los carteles, que fueron colocados por una empresa privada contratada por las autoridades estadounidenses
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Un grupo de al menos seis personas de origen estadounidense cruzó de forma irregular este lunes a primera hora de la mañana el Río Bravo que separa México de Estados Unidos a la altura de la playa Bagdad, en el municipio de Matamoros del Estado de Tamaulipas, para colocar al menos seis señales de advertencia que señalaban la zona como “Zona Restringida” y citando órdenes del Departamento de Defensa de EEUU.
Los carteles fueron instalados sobre las 10.00 (17.00h en la España peninsular) en territorio mexicano, en la zona de desembocadura del Río Bravo en el Golfo de México, y algunos de ellos quedaron incluso colocados incluso dentro del mar, según la denuncia realizada en redes sociales por la ONG ambientalista mexicana Conibio Global A.C. este lunes.
La ONG quiso hacer público lo sucedido y notificó a las autoridades mexicanas, ya que, según informaron en la red social Facebook “esta zona forma parte de un espacio ecológicamente sensible” en el que ha sido documentada la presencia de diferentes especies, algunas de ellas protegidas, como aves migratorias, cocodrilos, tortugas marinas o manatíes.
Un grupo de estadounidenses coloca un cartel de «zona restringida» en la Playa Bagdad de Matamoros, en suelo mexicano.
Minutos después, soldados de la Marina de México se personaron en el lugar y retiraron los carteles de advertencia, como se puede apreciar en las imágenes hechas públicas por la ONG Conibio Global A.C. El Gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Marina y de la Secretaría de Relaciones Exteriores, emitió un comunicado oficial en la tarde del lunes en el que confirmó la retirada “de manera preventiva” de los seis letreros y señaló “dudas” sobre su instalación previa por parte del grupo no identificado de estadounidenses así como “su procedencia y su ubicación en el territorio nacional”.
En primer lugar, según informó el gobierno mexicano, se realizaron una serie de consultas preliminares por parte del Consulado de México en Brownsville y “no se identificó confirmación de que los señalamientos hubieran sido colocados por alguna autoridad estadounidense”.
También se informaba en ese comunicado que la Secretaría de Relaciones Exteriores de México ha establecido contactos con la Embajada de EEUU en el país acerca del incidente y de que se ha dado inicio a las consultas técnicas necesarias para esclarecerlo por parte de la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha hecho referencia al asunto este martes durante una de sus habituales ruedas de prensa “mañaneras” y ha reiterado que estos letreros se retiraron después de consultar con las distintas autoridades estadounidenses y tras comprobar que no existía una orden oficial para su colocación por parte de las autoridades del país vecino. Sin embargo, Sheinbaum también agregó que EEUU confirmaría después que sí había contratado a una empresa privada para la colocación de dichos carteles y enfatizó la necesidad, como ya establecía el comunicado oficial, de revisar la delimitación que establecen los tratados vigentes de límites y aguas de los mapas e instrumentos que delimitan la frontera entre ambos países.
La ONG Conibio Global A.C., que tomó imágenes de las seis personas que cruzaron la frontera desde Estados Unidos a bordo de una lancha, señala que este área es “fundamental” para el seguimiento de la fauna silvestre en el corredor costero del Golfo de México, por lo que la instalación de estas señales en territorio mexicano “genera preocupación debido a las implicaciones ambientales y jurisdiccionales que representa”.
Los letreros colocados indican que dicha zona ha sido declarada como restringida “por autoridad del comandante, con base en una directiva del Secretario de Defensa estadounidense y en disposiciones de la Ley de Seguridad Interna de 1950, prohibiendo la entrada no autorizada”, según las imágenes publicadas por la organización en su cuenta oficial de Facebook.
El cartel que colocó una empresa privada por orden de las autoridades de EEUU en territorio mexicano.
Denuncias previas por contaminación ambiental
Precisamente este viernes se conocía que la ONG Conibio Global A.C. había presentado una denuncia ante la Procuradoría Federal de Protección al Ambiente por una “incursión no autorizada” de la plataforma estadounidense ‘L/B JILL’ en aguas mexicanas donde habría realizado “maniobras de extracción de desechos espaciales” sin la autorización federal mexicana en junio de 2025.
En el escrito entregado por esta asociación a la titular de la Procuradoría, Mariana Boy Tamborrel, se aportan además pruebas de la llegada de restos de material plástico y metálico desde el año 2024 compatibles con el sistema contra incendios internos o de propulsión de los cohetes Starship, de la compañía SpaceX, fundada por Elon Musk.
En una expedición científica realizada el pasado 5 de noviembre con un equipo de monitoreo de honda proporcionado por la Universidad Autónoma de Tamaulipas para analizar el fondo marino mediante imágenes tridimensionales, la asociación Conibio Global recabó pruebas de socavones de hasta 15 metros de diámetro y hasta 2 metros de profundidad en el lecho marino donde la plataforma se había situado y que habrían generado “un daño estructurale evidente en el sustrato y en sus hábitats bentónicos” en una zona de especial protección ambiental.