Brilla Carmen, pop electrónico para los temas que “no molan”: la enfermedad, la vejez y la despedida
Víctor Ballester, excantante del grupo deBigote, ha creado un nuevo proyecto para canalizar las canciones que compuso tras la muerte de su madre, una reflexión luminosa «sin victimismo» titulada ‘Ahí vos quedeu’
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Cuando murió Carmen, la madre de Víctor Ballester, él empezó a escribir las letras de las siete canciones de Ahí vos quedeu, el disco que acaba de publicar el excantante de deBigote. “Es una frase coloquial que usan muchas personas mayores en los pueblos valencianos. Mi madre la decía a veces. En castellano sería ‘ahí os quedáis’, una manera de decir adiós con actitud, como diciendo ‘apañaos, que yo me piro’. Me pareció perfecto para simbolizar una despedida, una manera de irse del mundo dejando claro que te vas y que los y las demás se apañen con lo que viene”.
Durante dos años, este castellonense, músico y profesor de diseño, escribió versos como “Cuideu-vos fills, ací ja és de nit” (en la canción homónima al título del disco y que cierra el álbum), en castellano: “Cuidaos, hijos, aquí ya es de noche”. “El disco entero es, en sí, una despedida, pero sin acritud”, explica el músico a las preguntas de elDiario.es.
“A partir de la muerte de mi madre, y tras años de enfermedad neurodegenerativa, sentí el impulso de poner el foco en ese contexto, ese proceso y ese desenlace como punto de partida para hablar de todo lo que yo, como persona, había vivido”, explica. Estas canciones podrán escucharse por primera vez en directo el 23 de noviembre en Loco Club (Valencia).
AHÍ VOS QUEDEU de Brilla Carmen
Al contrario de lo que se podría pensar, la escritura de este hermoso disco del mejor pop electrónico, cantado en valenciano con la inigualable voz de Víctor Ballester, “no ha sido traumática”, afirma. “No me he sentido vulnerable ni demasiado expuesto. Supongo que porque hablo de algo profundamente universal como la vejez, la enfermedad o los cuidados, pero no lo hago de forma solemne ni victimista. Obviamente, parto de mi experiencia personal con Carmen, con quien me unía un vínculo de amor y fraternidad excepcional, pero creo que las letras pueden leerse como ideas compartidas de lo que muchos y muchas vamos a vivir, ya sea a nuestro alrededor o en nuestra propia carne”.
“La vida és un infinit cul de sac / i un joc que no acaba mai. / I quan som grans i tot apunta a guanyar, / no queda temps per tirar” (“La vida es un infinito callejón sin salida / y un juego que nunca termina. / Y cuando somos mayores y todo apunta a ganar, / no queda tiempo para tirar”), canta en La vida (un tema producido por Tórtel y fffflashback). “Nuestros cuerpos y nuestras mentes van a enfermar, van a dejar de ser normativamente bellos, vamos a empezar a despistarnos y a olvidar cosas, y la persona más independiente e inteligente del mundo puede que necesite que le enseñen a comer de nuevo o a vestirse como cuando tenía cuatro años”, recalca Ballester. Y de ahí surge la idea principal del disco: “Lo cíclico, volver a aprender a caminar cuando se supone que ya has ganado miles de carreras”, algo que entiende que es “profundamente humano”.
Brilla Carmen
El disco, que se ha publicado en vinilo con un diseño del propio Ballester, respira la influencia de Carlos Berlanga. También deja notar la querencia del compositor por Depeche Mode. Y, según ha revelado en otras entrevistas, se ha dejado traspasar por músicos actuales como Flavien Berger, Muddy Monk, Floating Points, Judeline o Sen Senra. Además, contiene un homenaje a la genealogía del mejor pop valenciano con la presencia del bajista Remi Carreres (Glamour, Comité Cisne) en dos canciones.
Tuve presente al hacer el disco que no sonara ni pretencioso ni solemne ni victimista. Para entendernos, si alguien dice que le recuerda a Radiohead, me bebo un vaso de lejía. Este disco debe recordar a Pet Shop Boys. Es un disco poco masculino y poco heterosexual
“Me siento tremendamente orgulloso de haber creado un disco que no habla de los temas que se supone que ”molan“ en el universo de la música pop, rock o punk. En principio no parece interesante hablar de la enfermedad o la vejez, pero creo que no es cierto; todo depende del punto de vista, de los contrastes o de la intención. Y además es un disco que, en el fondo, habla de amor”, dice. “La única condición que tuve presente al hacerlo fue que el disco no sonara ni pretencioso ni solemne ni victimista. Para entendernos, si alguien dice que le recuerda a Radiohead, me bebo un vaso de lejía. Este disco debe recordar a los discos de Pet Shop Boys. Es un disco poco masculino y poco heterosexual”, añade Ballester.
A este proyecto le va a costar encontrar su camino, porque se aleja de lo habitual. “No creo que estas canciones tengan un hueco fácil porque el estilo no es el más actual y además escribo en valenciano”, pero a pesar de eso este es un disco “accesible”: “Es pop, es cantable, es ‘bonito’ y creo que encaja con propuestas que siguen vivas hoy en día”. Sobre todo, es un disco profundamente Víctor Ballester, que deja atrás su etapa como cantante en deBigote, banda con la que publicó dos discos y para la que compuso canciones de las que se siente orgulloso. Ahora, además de brillar Carmen, brilla también Víctor.