La Justicia investiga por estafa al emprendedor Carlos de Ory por sus “villas ecológicas” en Indonesia
El empresario prometió entregar las viviendas en junio de 2025, pero, a día de hoy, apenas hay unas tiendas de campaña en lo que iba a ser «la primera ciudad ecológica del mundo» en una isla paradisíaca
Los inversores se hartan e inician acciones legales contra Carlos de Ory, el ‘niño prodigio’ del emprendimiento español
Una jueza de Bilbao investiga por un delito de estafa, apropiación indebida y publicidad engañosa al emprendedor Carlos de Ory, un joven jaleado por los medios por sus iniciativas empresariales y por formar parte de la lista Forbes de las personas más creativas en el mundo de los negocios.
La jueza investiga a De Ory por el proyecto Eco Beach City, publicitado como “la primera ciudad ecológica del mundo”, situada en una isla paradisíaca de Indonesia. El empresario prometía viviendas a precios asequibles en la isla que generarían hasta un 25% de rentabilidad anual.
En esa nueva ciudad se suponía que iba a haber espacios de coworking, beach clubs, gimnasio, pistas de tenis, pádel, fútbol y baloncesto, supermercados, restaurantes y discotecas, una clínica, un helipuerto e incluso una universidad.
El proyecto iba a estar listo en junio de 2025, pero, a día de hoy, en los terrenos hay apenas una veintena de viviendas tipo glamping sin acabar y casi ninguno de los servicios ofrecidos, según imágenes de las obras a las que ha tenido acceso este periódico.
Aspecto del proyecto de «la primera ciudad ecológica del mundo» que debía entregarse en junio de 2025, en una foto tomada el pasado octubre.
La querella que ha sido admitida a trámite, presentada por el bufete Zaballos Abogados, representa a tres inversores que destinaron casi 30.000 euros en el proyecto y se han hartado de esperar.
Entre otras reivindicaciones, los querellantes denuncian que De Ory no compartió nunca los planos firmados por un arquitecto a pesar de haberlo reclamado en diversas ocasiones y solo obtuvieron un PDF sin estar avalado por ningún profesional de la construcción.
La querella acusa a De Ory de haberse quedado todo el dinero de los inversores “para su único disfrute” y considera que, desde un principio, el objetivo era “estafar” valiéndose de su “imagen pública y reconocida”.
En su declaración ante el juez, el pasado octubre, De Ory alegó que él no prometía rentabilidades y que el porcentaje de beneficios que aparecía en la web del proyecto era un “retorno estimado”, según fuentes jurídicas. El empresario también señaló que se habían entregado parcelas y que los contratos para su asignación fueron firmados por un abogado.
También defendió que los planos que compartió, pese a no estar firmados por ningún arquitecto, eran “plenamente válidos”. Añadió que en su equipo había arquitectos y aparejadores, pero no justificó por qué no firmaban los planos, según explican las mismas fuentes.
Tal y como adelantó elDiario.es el pasado mayo, son decenas los inversores de este proyecto que se hartaron de los retrasos y decidieron tomar acciones contra De Ory. Un primer grupo de 20 clientes, cuya inversión supera los 340.000 euros, logró un pacto con el emprendedor, sujeto a un acuerdo de confidencialidad, para recuperar su dinero. Más de un centenar, sin embargo, han optado por llevarlo a juicio.
Actualmente, hay otra querella presentada en la Audiencia Nacional, pendiente de admisión porque se está discutiendo la competencia del tribunal, que representa a 134 inversores que reclaman casi dos millones de euros.
Los inversores que han acudido a los terrenos se han encontrado unas pocas tiendas en muy mal estado. Esta imagen fue tomada en marzo de 2025.
La reclamación, liderada por el abogado Javier Ruiz Blay, aúna a clientes de hasta siete países distintos (Australia, Holanda, Alemania, Francia, Portugal, Argentina y España) que se han hartado de ver cómo el proyecto apenas avanzaba mientras su promotor ponía excusas de todo tipo.
El proyecto Eco Beach City no es el único similar que ha liderado De Ory. A finales de 2020, el emprendedor lanzó a las redes el proyecto ‘The Startup Island’, una ciudad de emprendedores, también “ecológica” y prevista en el Parque Nacional de la isla de Karimunjawa, también en Indonesia.
El contrato preveía la entrega de los inmuebles para octubre de 2022, pero casi cinco años después el proyecto acumula demoras, todavía no tiene todos los permisos y no se sabe cuándo acabarán las obras.
Recientemente, De Ory ha emprendido una nueva aventura empresarial muy parecida. Ahora publicita casas en “la residencia fitness más grande del mundo”, también en una isla de Indonesia y también prometiendo unas rentabilidades de entre el 20 y el 25% por la inversión.
Consultado por este periódico, De Ory responde que está “colaborando proactivamente” con la Justicia y que ha aportado “toda la documentación del proyecto”.
El empresario achaca los retrasos de su proyecto a “las características propias de la isla”, a la “inseguridad política” en Indonesia y a “las informaciones sobre las demandas” publicadas por este periódico. “Han asustado a algunos inversores y han retraído dicha inversión”, sostiene.